La RED

Tarde lluviosa

No me siento lo suficientemente bien como para levantarme e ir a la escuela. Sandra toca a mi puerta.

-No me siento bien- digo con todas mis fuerzas. Ella entra bastante preocupada y revisa mi aspecto. Toca mi cara.

-Estas ardiendo en fiebre- dice preocupada corriendo al baño. Regresa con un trapo húmedo que me pone en la frente. Me quita la mayor parte de mis cobijas. -Bajaré por tu desayuno- dice saliendo de la habitación.

Me quedo temblando en mi cama. Al poco rato ella regresa con una bandeja con huevo revuelto y un jugo. Lo deja en la mesa a lado de mi cama y se sienta, me tiende dos pastillas.

-Ten, son para la gripe- En su tiempo ella había sido una de las mejores médicos y cirujana, también abogada, psicóloga y maestra. Ahora es agente de viajes, tiende a ser muy buena en lo que hace y a poder trabajar en varias cosas a la vez. Sin dudarlo tomo las pastillas y me las meto a la boca, me da el jugo de naranja y le doy un trago. -Trata de comer, ¿si? Debo ir a trabajar- dice dándome un beso en la frente. Asiento con la cabeza. Ella se levanta y se va. Me tumbo en la cama y veo el desayuno sin ganas.

Mi celular vibra. No son ni las 7:30am. Y ya tengo una llamada de Sam.

-¿Hola?- respondo.

-¿Qué paso contigo?- Sam suena preocupado.

-Me siento mal-

-¿Quieres que vaya hoy?-

-No, ve a clase y luego lleva a tu hermana, estaré bien-

-¿Segura?-

-Claro-

-Ok, mejorate-

-Eso trataré, Bye-

-Bye, te amo-

Antes de que pueda procesar esas palabras el ya ha colgado, seguramente escuche mal, la fiebre me esta afectando. Me aferro a esa idea para olvidarlo. Me siento en mi cama sintiéndome un poco mejor y con más apetito. Acerco la bandeja con el desayuno y comienzo a comer. Mi celular vibra y la pantalla se ilumina con una notificación de mensaje. Es de Lucas.

-"Ayer la pase muy bien"

Claro, el no se habrá enfermado.

-"Yo también"

Contesto.

-"Donde estas?"

-"En mi casa"

-"Te enfermaste??"

-"Si 7.7

-"Lo siento :("

-"No importa"

-"Lo compensaré :D"

-"Cómo?

No contesta más después de eso, supongo que está ocupado o le quitaron el teléfono. Es verdaderamente divertido y lindo, es bastante opuesto a Sam, excepto que ambos son guapos y que me caen muy bien. Continuo comiendo, por el sabor del jugo supongo que tiene alguna medicina o semejante. Me lo término, se que Sandra nunca haría algo para herirme. Al menos no conscientemente.

Me recuesto y cierro mis ojos.

Soy despertada por el timbre de mi casa sonando. Son las 3:30pm. Hace una hora que terminaron las clases. La lluvia es fuerte. Bajo las escaleras lo más rápido que puedo con mi pijama, el timbre suena y suena y suena desesperadamente. Al abrir la puerta me quedo atónita. En el picaporte un empapado Lucas hace uso de su presencia. Sin pensarlo lo abrazo para que entre, empapándome toda. Cierro la puerta.

-¿Cuanto tiempo llevas ahí?- pregunto mientras tomo un tapo y trato de secarlo un poco.

-Tan sólo media hora- dice divertido. Llevo mi mano a mi boca.

-Lo siento mucho, me quede dormida- digo preocupada corriendo al baño del piso de abajo por toallas, cuando regreso me encuentro que ya no tiene camisa, su cuerpo se ve fuerte. Me acerco con la toalla cubriendo mi cara con mi cabello para que no noté mi sonrojo. Le pongo la toalla y siento su calor. Su fuerte cuerpo me abraza con mi desgastada blusa a punto de romperse y mis shorts de playa. Mis ojos se abren sorprendidos. Poco a poco salgo del shock y le abrazo también.

-Perdona, es mi culpa que estés enferma- siento su corazón acelerado latir junto con el mío. Nos separamos después de unos momentos.

-¿Se te ofrece algo?- pregunto.

-No, gracias- estornuda.

-Salud-

-Gracias-

-Te haré un té caliente- digo

-No hace falta-

-Insisto- Voy a la cocina y pongo agua a hervir. -¿Qué tal si vemos una peli?- pregunto.

-Eso me gustaría- dice él, ahora sólo lo veo con la toalla envuelta al rededor de la cintura. -¿Dónde puedo poner esto?- pregunta levantando su ropa mojada.

-oh, dámela- la tomo y la cuelgo en el baño, subo al cuarto de Sandra y tomo un pantalón de deportes de Iván y una sudadera gris. Bajo a dárselas.

-Gracias ¿Son de tu padre? ¿No se molestará?-

-Mi padre nos abandonó cuando yo tenía 7 años- mentí con seriedad.

-Lo siento- dice colocándose los pantalones y la sudadera.

-No deberías- respondo - ni yo ni mi madre lamentamos su partida, fue lo mejor que nos pudo pasar- Le digo tratando de cubrir el dolor que siento al decir eso de mi padre. La olla comienza a hervir y corro para terminar los tés. -¿Por que no buscas un película para ver?-

-claro- dice dirigiéndose a la sala. Tomó ambas tasas y las pongo en una bandeja junto con algunas galletas y la azucarera con dos cucharas. Dejo todo en la mesa de la sala y voy con Lucas quien me enseña feliz como un niño "El planeta del tesoro" sonrío y la tomo para ponerla.

Me siento alado de Lucas, nos cubrimos con una manta color vino, tomó mi taza, le pongo dos de azúcar y luego tomó una galleta con chispas de chocolate.

-Yo quiero un libro así- dice Lucas cuando la escena de Jim escuchando la historia del capitán Flint aparece.

-Lo sé, pero le quitaría todo el chiste de leer e imaginar una historia- digo con la galleta en la boca.

-Créeme, tengo una hermana pequeña que aún no sabe leer, me pide que le lea un cuento de una araña que puede tejer cualquier cosa mil veces al día, un libro así me sería muy muy útil- dice abrazándome del hombro y haciendo que me recueste en su pecho lo cual hace que casi derramé mi té. Él se estira y toma el suyo. Me acurruco en su pecho, su aroma me invade y siento su calor, el me abraza. Juntos disfrutamos de la película, haciendo comentarios y mencionando nuestras partes favoritas que casi siempre eran las mismas.

El mundo fuera del que él me propicia deja de existir y el tiempo vuela.

•••••••

Cuando despierto en mi cama me siento algo desconcertada, no tanto por no saber como llegué ahí, sino por que siento un cuerpo extra en mi colchón, lo cual me perturba a un cierto grado en el que me giro. Veo la escultural figura de Lucas al dormir. No lleva camisa, lo cual me deja hipnotizada en su cuerpo unos momentos. Son las 3 de la mañana. Tan sólo puedo pensar en lo que dirá Sandra al saber que el esta aquí. Le muevo ligeramente haciéndolo despertar.

-Hola chica hermosa- dice estirandose y frotando sus ojos con flojera.

-Tienes que irte, ahora- lo empujo y salgo de la cama, tomó mi celular.

-¿Irme?- dice el confundido, más dormido que despierto. Veo la pantalla de mi celular, un mensaje de Sandra.

-"No llegare a casa en 6 semanas, tuvimos una emergencia en Uruguay. Te amo"

Respiro aliviada, esto pasaba raras veces, pero con suerte pasa este día. Suspiro y me dejo caer en la cama a lado de Lucas quien acaricia mi cabello.

-Hay que prepararnos, hay que ir a la escuela- digo

-No, no irás a ninguna parte- suena agresivo, toma mi brazo con fuerza, lo miro asustada, su mirada se ve oscura. Mi corazón se detiene, siento que no puedo respirar.