En el oscuro vacío que rodea las almas siempre se puede encontrar un mundo de recuerdos olvidados que nunca se van a olvidar. Recuerdos que vives al vivir. Que son consecuencia del presente y del futuro.
Es una tarde soleada y llena de vida. El prado en el que estoy es hermoso y amplio hasta donde alcanza la vista, con mil aromas de flores y naturaleza. No recuerdo la vez en la que el mundo haya sido colmado de tal esplendorosa belleza, más que aquel bello día en el que Sam se rompió el brazo por rescatarme de un oso.
Unas infantiles manos me cubren los ojos.
-¿Quien soy?- pregunta susurrando a mi oído, un escalofrío extraño y agradable me recorre la espalda. Sonrió.
-Sam- digo tomando las manos para quitarlas de mis ojos él ríe.
-¿Esperabas a alguien más?- dice él, al verle descubro que tiene 7 años de nuevo, regrese a ese día.
-Nunca- sonrió, el me devuelve una sonrisa radiante y me abraza. Disfruto del abrazo, tenemos 7 años nuevamente. Desperté de una horrible pesadilla tal vez, esta es la realidad, tiene que serlo.
Sam se suelta del abrazo y mira a lo lejos.
-¡Mira eso!- volteo a donde me señala, un gran árbol se deja ver aún entre los otros. Nos miramos sonrientes y corremos hasta allá, lo más rápido que se puede hasta llegar a el.-¡Wow! Tenemos que subir- dice.
-Sabes que yo no escalo- digo apenada, nunca me había salido bien nada de escalar, en ningún momento. Sam me mira pensativo, luego al árbol, luego a mi.
-Yo subiré y luego te ayudare- dice mirándome con entusiasmo.
A pesar de no estar segura asiento con la cabeza de manera aprobatoria.
Lo veo subir con bastante facilidad, moviéndose como lagartija.
-Wow, esta vista es increíble- dice asombrado.
-Ayúdame- Él pega el pecho al tronco del árbol y estira sus manos hacia mi, cuando estoy a punto de tomarlas veo a un oso a unos pasos de mi. Grito retrocediendo torpemente hacia atrás, una rama me hace tropezar y caigo al suelo pero aún así no dejo de retroceder y de mirar asustada al oso que se levanta en dos patas y ruge acercándose a mi.
-¡Els!- grita Sam y sin pensarlo salta contra el oso, Sam cae sobre su brazo soltando un fuerte grito. Yo estoy petrificada. El oso se levanta confundido, parece no saber si ir por él o por mi. Finalmente se voltea hacia mi y continúa avanzando. Sam se levanta con fino esfuerzo y se acerca corriendo al oso quien de un manotazo araña a Sam en la cara y el brazo. Grito su nombre y comienzo a lanzar piedras al oso. El se levanta en una roca sujetando una gruesa rama estirandose lo más que sus heridas de lo permiten y lanzando algunos rugidos con la voz más gruesa de lo que es en verdad. El oso baja su postura quedando en cuatro patas y comienza a alejarse intimidado. Cuando finalmente se ha ido Sam cae al suelo.
-¡Sam! ¿Sam estas bien? Por favor no te mueras, no te mueras, Sam ¡Aguanta!- digo agitándolo cuando veo que sus ojos comienzan a cerrarse. Trato de cargarlo colocando su brazo en mi hombro. Parece más lejos de lo que en realidad está. Finalmente llego a nuestra pequeña cabaña, la hicimos nosotros con ayuda de nuestros padres. Comienza a llover, dejo a Sam en una pequeña cama que está ahí y enciendo la luz que nos dan los 3 generadores que tenemos. Voy por un botiquín y con mucho cuidado, tal como me enseñó mi madre comienzo a vendarle el brazo que parece estar fracturado, limpió sus rasguños. El despierta tomando suavemente mi mano que sostiene el algodón con agua oxigenada.
-Gracias- digo en cuanto veo sus ojos mirarme.
-¿Por qué?- pregunta.
-Por salvarme-
-Creo que eres tu la que me estas salvando ahora- dice sonriendo como puede. Le devuelvo la sonrisa.
-No tendría que hacerlo si no hubieses hecho lo que hiciste-
-Espero que así entiendas que nunca te dejaré- comienza a sentarse con esfuerzo. -Alguna vez has dado un beso?- la pregunta me toma por sorpresa.
-Claro que no, eso es cosa de adultos- digo aventando todo de vuelta al botiquín y tirando los algodones.
-¿No te da curiosidad por que les gusta tanto besar?- dice él.
Bajo la cabeza, claro que tenía curiosidad.
-Tal vez-
-¿Me darías uno?- lo miro sorprendida y confundida, pero el sigue sonriente.
-Pero eso lo hace la gente que se ama- digo tratando de evitar que mi estómago se revuelva ¿Qué rayos es esto?
-Yo te amo, somos amigos, los amigos al igual que las familias pueden amarse-
-Pero las familias no se besan así-
Pero no somos familias, o acaso ¿no me amas como yo a ti? Si no, perdón por pedirlo-
-¿De qué hablas, claro que te amo- siento que me sonrojo, más al ver su sonrisa. Sam se acerca como puede y yo me acerco a él hasta quedar frente a frente. No sabemos que hacer y dudamos por varios segundos.
-Nuestros labios deben tocarse- dice Sam, yo muevo la cabeza afirmando.
Cerramos los ojos y nos acercamos poco a poco, hasta sentir nuestros alientos y finalmente nuestros labios, los dejamos ahí, juntos e inmóviles durante un tiempo, de pronto Sam mueve ligeramente su labio inferior, asustada yo lo hago también, mi estómago cosquillea, después de dos movimientos nos separamos.
-Creo que eso lo explica- soy incapaz de hablar así que sólo afirmo con la cabeza. Sam me da un beso en la mejilla y se recorre como puede dejándome un espacio en la cama. Me recuesto a su lado y dormimos tranquilamente.
•••••••••
Veo la tumba de Rin hace dos semanas, el viento sopla fuertemente agitando mi cabello, soltándolo del flojo moño que lo sostenía. De pronto escucho a alguien detrás de mi. Volteo y veo a Alan caminar lejos de mi mi por detrás de los árboles.
-¡Alan!- Grito y el voltea, al principio no parece estar muy feliz de verme pero luego su mirada se tranquiliza.
-Els, ¿Qué haces aquí?- nos acercamos mutuamente y nos saludamos con un beso en la mejilla.
-Vine a ver a Rin, ¿y tú?- digo sin mucho ánimo.
-De visita a mis abuelos- mira un punto a lo lejos.
-Lo siento- Él levanta los hombros y entorna los ojos como si no importara tanto.
-Tengo algo de prisa, ¿te parece si nos vemos luego?- dice alejándose.
-Claro, Bye- me despido de el con la mano, el se va caminando.
Espera.... Sus abuelos no están en este cementerio.

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La RED
Mystère / Thriller¿Qué se siente sufrir? ¿Qué se siente luchar? ¿Qué se siente estar entre ellos? ¿Qué se siente ganar? ¿Qué se siente volverse uno de ellos? ¿Crees conocer a tus amigos?