La RED

Oscuridad

Mi mente aún me atormentaba, pero al menos mi corazón se sentía más tranquilo, había tratado de no llorar en esta última semana, mis pensamientos son una tormentosa nube de caos y culpa que intento aparentar mirando de manera tranquila por la ventana.
-Que bello día.- pensé al ver el sol regado por toda la calle.-
Todo terminó, ahora Rin puede descansar en paz, ¿Y yo qué? Sé muy bien que me he medito mas profundo de lo que quería en todo este asunto, ya no veo gente, veo víctimas, ya no sé que más hacer con mi vida. Sonreí por lo tonto de mi pensamiento, ¿Hacer algo con mi vida? ¿Que podría hacer una vil y despreciable asesina como yo? En este mundo ya no hay un lugar honorable para mi.
El toque del timbre me sacó repentinamente de mis pensamientos, me levanté con flojera y caminé hasta abrir la puerta en la cual se encontraban dos hombres altos, uno más que el otro, éste tenía el cabello negro y corto con unos ojos cafés y piel morena a más no poder, el segundo, un poco más bajo no tenía ningún pelo sobre su cráneo, pero tenía una enorme barba negra y ojos color avellana sobre una piel color aceituna, este último me miró esbozando una pequeña sonrisa, ambos respondieron a mi indiferente saludo sacando sus placas de policía, en este momento no se si mi corazón sigue latiendo.
-Buenas tardes, ¿Es usted Elinor Western?- preguntó el más alto.
-Si, soy yo ¿Ocurre algo?- mi voz desparramaba inocencia y confusión, debí haber ido a la escuela de actuación.
-Queremos hacerle unas preguntas ¿Podemos pasar?- Esta vez hablo el mas bajo, parecía tener una cara de no querer decir nada más.
-Claro, claro.- Me hice a un lado dejando pasar a ambos hombres, les pedí que se sentaran y les llevé a petición un vaso de agua. Después me senté en el sofá que esta frente a ellos.
-Disculpe nuestra intromisión señorita, me llamo Daniel Moltverry, el es mi compañero Justo Núñez.- Comenzó a decir el mas alto- Queremos preguntarle ¿Qué relación tiene usted con Lucas Granby?- al terminar la frase pude sentir mis pupilas delatarme, por suerte la luz del sol que entraba les daba de lleno poniéndome a contra luz.
-Es mi ex-novio, ¿Le ocurre algo?- Mis músculos se tensaron ante la idea de que hallaran su cuerpo tan rápido, pero aún así me relaje, aunque me atraparan, ya no queda nada mas para mi aquí, solo quiero saber si son lo suficientemente competentes.
-Necesitamos saber cuando fue la ultima vez que supo de él.- Concluyó Justo Núñez.
Fingí pensar un momento.
-Desde que terminamos no había dejado de llamarme y de aparecerse por aquí, hace como una semana le llame para que parara todo eso, sinceramente me estaba asustando.- La historia no era del todo falsa, quería que parase, de respirar.
-Entiendo, ¿No se había comportado extraño en estos días?- Ambos me miraron con intriga.
-No, la verdad no. Bueno, quiero decir, no asustado ni nada por el estilo, pero estoy bastante segura de que estaba viendo a alguien más.- Mi voz se quebró en ese momento. Los oficiales parecieron dudar.
-¿Por qué cree eso?- Los tengo.
-Pues se fue de viaje, dijo que vería a un familiar, pero un amigo me dijo que lo había visto y cuando le llame resultó que ya estaba aquí sin avisarme, las cosas dejaron de ser tan dulces como eran antes.- La mejor mentira es la que esta en la verdad.
-Emm.. Bueno, verá, Lucas ha estado desaparecido desde hace un par de días.- fingí sorpresa.
-¿No habrá algún lugar donde usted considere que podría estar?- Pregunto el ojos de avellana.
-No, la verdad no, por dios, de haber sabido, espero no le haya pasado nada.- susurré.
-Bueno, si se le ocurre algo llámenos.- El oficial moreno me extendió una tarjeta mientras se levantaban a la puerta. -Gracias por su tiempo.- dijo.
-Claro, espero poder ayudar.- cuando cerré la puerta solté un suspiro, pensé en llamar a Sam, pero no debería, me haría ver sospechosa.
Técnicamente les había hecho un favor al deshacerme de un asesino.
"Muerto el perro, se acabó la rabia"
Lamentablemente ese perro me había mordido.
Espere varias horas hasta llamar a Sam.
Al poco rato ambos estábamos desnudos en la cama.
-Lamento todo.- comencé a decir en sus brazos.
-¿A que te refieres?-Sam jugaba con mi cabello.
-Quiero decir que, siempre estuviste conmigo y aún así te traté muy mal.- Me escondí e su fuerte pecho.
-Els, mírame.-Tomó mi barbilla haciéndome mirarle a los ojos.-Yo lamento no haber estado para ti en cada momento, no pude entender como debiste sentirte por Rin, más aún al saber todo eso, tratar de cargar con todo ese peso, no quiero ni pensarte así, estamos juntos ahora, te amo.-Me besó con dulzura, me derrumbé.
- He causado mucho daño.- Dije al abrazarlo.
-No importa mi amor, yo estoy contigo, nada malo pasara ahora.-La tranquilidad de sus palabras casi me gritaban que era la verdad. Pero la tranquilidad es un lujo que perdí hace mucho tiempo.