Noticia devastadora

144 10 6
                                    

Despierto sola y adolorida, con culpa en lo más profundo de mi.
¿Literalmente?
Me levanto sin ganas y me dirijo a mi ducha, mis piernas se sienten un poco tiesas, miro entre mis piernas y veo algo blanco, como piel muerta, seco y endurecido sobre mi piel. Trato de remover un poco con mi uña antes de dar los pasos faltantes a mi ducha. Tibio el agua a una temperatura deliciosa y me coloco bajo el agua sintiendo fluir mi culpa y mis ideas.
Al terminar me pongo una bata blanca y con una toalla azul froto mi cabello para secarlo.
Una vez que deja de gotear me visto, usando una blusa amarilla con encaje y unos pantalones color vino ajustados, unos botines y una chalina café. Meto en mi bolso todo aquello que voy a necesitar y bajo a desayunar.

-Buenos días- digo bastante orgullosa de volverme a llevar bien con Sandra.

-Buenos días querida- Dejo mi bolso en una de las sillas de la mesa de la cocina, una cocina simple con la mesa plateada en medio, con gavetas de color caoba y las paredes con tonos blancos y algunos detalles en rojo, la iluminación es blanca debido a las cortinas de las 3 ventanas que hay.

Sandra me estira un plato de panqueques con miel de Maple, como rápidamente y sin cruzar palabra. Lavo mi plato y después uso el baño de abajo para cepillar mis dientes.

-Gracias, te veo luego- digo al salir apresurada camino a clase.

Casi parece una tenue fantasía lo que ocurrió ayer.

••••••••

Sam muerde frenético la parte trasera de su pluma. Hoy se ha dignado a sentarse a mi lado, pero aún así no se atreve a cruzar palabra conmigo lo cual me esta volviendo loca.

-El trabajo de esta semana es el %30 de su calificación, así que deben entregarlo bien y a tiempo- dice la profesora Stelle con voz de retrasada, no dejo de mirar a Sam preguntándome por qué sigue mordiendo su pluma con tanto ímpetu.

-Señorita Western, ¿Puede repetir lo que acabo de decir? - escucho una voz irritada, la clase entera me mira, salvo Sam que clava su mirada en su libreta. Cuando hablo la boca para hablar la campaña suena, la profesora cierra su carpeta disgustada. -Salgan- dice como si tuviese esperanza de no volver a vernos nunca más.
Sam sale varios minutos antes que yo y cuando trato de alcanzarlo caigo en cuenta de lo rápido que es. No lo veo en ningún lugar del pasillo. Resoplo y me voy al comedor. Alan esta platicando con dos chicos, lo cual es..... Demasiado raro. El suele estar con Janice.
Me acerco y le hago un gesto con la mano.

-¿Acaso terminaste con Janice?- pregunto sentándome frente a él.

-¿Eh? No, nada de eso, es solo que sigue enferma- dice con un tono tan seco que me obliga a tomar un trago de agua de sandía. No es normal que Janice enferme.
Como un pequeño panqué y voy a mi siguiente clase. Mi penúltima clase después de todo un día en la escuela.

Al entrar a matemáticas, Sam tiene un asiento vacío, me siento a su lado.

-¿Has sabido algo de Janice?- parece desconcertado por unos segundos.

-La verdad es que no. Le he llamado y no responde- dice sin verme.

-Mmm ¿No es extraño? - me atrevo a preguntar en voz alta.

-Solo estas paranoica, ella solo se fue de vacaciones- casi me caigo de mi asiento.

-No, Alan me dijo que ella esta enferma- le digo casi indignada.

Sam me mira como si la enferma fuese yo.

-A mi me ha dicho que está de vacaciones-

-Guarden silencio ya- El profesor entra en la clase quitándome mi oportunidad de hablar con Sam.

La clase pasa de la manera mas lenta. Pero entonces una señora bajita y delgada de pelo castaño corto ondulado, con camiseta blanca, un pantalón de vestir oscuro y unos zapatos bajos negros entra acompañada de un hombre moreno de pelo negro bien peinado hacia atrás, una camisa de finas rayas azules, un saco y un pantalón a juego color café irrumpen en el salón.

-Disculpe, policía, ¿podrían salir dos alumnos?- dice el mostrando una placa. El salón se llena de murmullos.

-Claro- responde el profesor.

-Elinor Western y Sam Dubois- dice la detective. Sam y yo nos levantamos y salimos con el corazón en puño.

-¿Qué ocurre?- pregunta Sam.

Los detectives se miran.

- Soy la detective Montoya y él es el detective Uraño. ¿Ustedes dos conocían a una chica llamada Janice Mcrise?- interroga la detective. Siento un escalofrío al escucharla mencionar "conocían".

Sam y yo asentimos con la cabeza.

El detective sopla.

-Deben entender, necesitamos que nos digan si alguien la lastimaría- el mencionarlo era ridículo.

-No- decimos al unísono.

-¿Le ha pasado algo?- digo. El detective se aclara la garganta.

-Ayer en la tarde recibimos una llamada de un cadáver, lo siento chicos, fue reconocida como Janice Mcrise-

La REDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora