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Esa misma tarde, la rubia empezó a pintar sobre el lienzo en aquella habitación especialmente preparada para que ella pudiera pintar. Estaba tan concentrada que no tomó en cuenta el tiempo que estaba pasando ahí, y mientras tanto seguía dejando que sus recuerdos del pasado se apoderaran de ella.

Flashback.

Merlina rodó los ojos y se llevó a Betty a un rincón, sentándose juntas en un pequeño sofá de la habitación. — Soy Merlina Ramos. ¿Tu?.

— Soy... soy Elizabeth Cooper— Contestó Betty con la voz entrecortada.

— Mucho gusto Elizabeth. Te ves chica. ¿Que edad tienes?— Preguntó.

Betty tomó aire. — Hoy cumplí diecisiete — Respondió limpiándose las lágrimas.

— ¿Diecisiete? ¿Y los cumpliste hoy? Dios... pero eres una niña. ¿Por qué estás aquí?— Preguntó Merlina, indignada.

— Yo estaba con mis padres. Ellos me organizaron una gran fiesta y la pasamos bien... pero aparecieron esos hombres que mataron a mis padres y me trajeron aquí — Confesó la ojiverde rompiendo en llanto nuevamente.

— Pero qué malditos monstruos son aqui— Respondió Merlina, abrazándola. — Lo siento tanto Elizabeth... está bien. Desahógate —

Betty lloró en los brazos de esa mujer durante unos minutos hasta que poco a poco se calmó y se separó del abrazo, limpiándose las lágrimas.

— Lo siento...— Se disculpó la menor en voz baja.

— Tranquila— Contestó Merlina, sonriéndole. — Mira... se que estás asustada pero quiero que sepas que a partir de ahora puedes contar conmigo. Puedes contarme lo que sea—

— ¿De verdad?— Preguntó la rubia.

— Claro que si. No les hagas caso a esas estúpidas—

Betty sonrió débilmente e hizo un silencio. — ¿Y por qué estoy aquí? ¿Por qué estamos aquí? ¿Nos van a hacer daño?— Preguntó asustada.

Merlina tomó aire. — Mira... estamos aquí porque... voy a ser directa contigo. Estamos aquí para hacer lo que los hombres quieran con nosotras por dinero. Tenemos que obedecer a Don Fernando y a Lola o de lo contrario... si nos harán daño — Explicó.

— ¿Entonces somos... prostitutas?— Preguntó Betty, horrorizada.

— Yo... bueno... si— Admitió la mayor. — Pero no te preocupes. No nos harán daño si obedecemos y yo estaré siempre contigo. Confía en mi. ¿Si?—

Betty asintió y bajó la mirada. — ¿Por qué no soy tan delgada como ellas?—

— No pienses en eso. Tú eres hermosa tal y como eres. Ellas son odiosas y por eso yo no les hablo. ¿Bien?—

Betty asintió y sonrió levemente. Solo Merlina estaba siendo amable con ella por ahora.

— Escuchen— Habló Lola entrando a la habitación. — Las quiero en el escenario en media hora. — Miró a Merlia y a Betty. — Y tú, Merlina, le enseñarás a esta niña lo que tiene que hacer y que esté lista para el miércoles — Exigió.

Fin del flashback.

— ¿Que haces nena?— Preguntó Jughead entrando a la habitación con una sonrisa.

Betty lo miró, saliendo de sus pensamientos y sonrió. — Recordaba a una vieja amiga—

Jughead miró el cuadro que Betty estaba pintando y sonrió. — Esa eres tú. ¿Pero quien es esa otra chica?—

Rescatar Tu Corazón •Bughead• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora