Rescatar Tu Corazón •Bughead•

•48•

Cinco años después...

Betty y Jughead habían hecho lo que planearon. Se mudaron juntos a otra de las muchas mansiones que el pelinegro tiene en todo el país, cerca de la universidad en donde la rubia estudió Diseño Gráfico. En todo ese tiempo, nunca habían estado tan bien en su relación. Betty terminó exitosamente su carrera y se mudó de regreso a Riverdale con Jughead. Allá fueron testigos de la gran boda de Archie y Verónica.

Ahora la rubia trabaja junto al ojiazul y viven tranquilos en el pueblo de Riverdale, a excepción de una situación que se está presentando últimamente entre los dos.

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Betty había terminado su trabajo en la computadora, estando sentada en la cama, y se puso de pie dispuesta a ir a la oficina del pelinegro para decirle algo importante que había querido decirle hace días, pero Jughead siempre se mostraba muy ocupado y ella prefería no interrumpirlo.

Hoy si estaba dispuesta a decirle. Tomó aire y se puso de pie, y salió de la habitación, caminando por el pasillo hasta llegar a la oficina del chico. Lo vio hablar en voz baja por teléfono y no llegaba a escuchar con claridad lo que él decía.

Jughead terminó la llamada y se giró a mirarla con una sonrisa nerviosa. —Mi amor... no sabes lo feliz que me hace verte aquí. ¿Que pasa?—

Betty sonrió y tomó aire, nerviosa. —Hola Juggie. Yo... yo vine a decirte que...— Dejó de hablar al verlo agarrar su celular.

—¿Que decías nena?— Preguntó el ojiazul sin dejar de mirar su celular.

—¿Sabes que? Te ves ocupado. Como siempre...— Dijo murmurando lo último. —Puedo esperar—

Jughead la miró y se puso de pie, tomando su mentón. —Puedes decírmelo ahora. Pero que sea rápido porque tengo que salir urgentemente —

Betty suspiró y negó con la cabeza, con una sonrisa falsa. —Está bien. No es tan importante—

—¿Segura? Porque en ese caso nos vemos más tarde— Le avisó tomando su saco del perchero para salir rápidamente de su oficina. —¡Te amo!— Gritó ya en el pasillo.

—También te amo...— Le respondió en voz baja. Últimamente Jughead nisiquiera le prestaba mucha atención por estar muy ocupado y eso la tenía realmente mal.

En la tarde, como Jughead aún no había regresado, Betty nisiquiera se molestó en llamarlo o escribirle y se fue a Pop's a reunirse con su mejor amiga.

—¿Aún no le has dicho?— Preguntó Verónica mientras tomaba de su malteada.

Betty negó con la cabeza, mirando su malteada frente a ella, desanimada.

—Llevas toda la semana en eso. ¿Como es posible que aún no le has dicho?— Preguntó la morocha.

—Es complicado V. Siempre está ocupado y nunca me presta atención. —Hizo un silencio.— A lo mejor ya no me ama—

—¡Te ordenó que cierres la boca, Betty Cooper!— Exigió Verónica. —El si te ama. Tal vez sólo tiene mucho trabajo y mucho estrés y ya—

—El siempre tuvo mucho trabajo pero nunca me ignoraba y siempre tenía tiempo para mi. Ahora es como si yo ya no le importara como antes — Supuso la rubia con los ojos cristalizados.

—B, no— Negó Verónica. —El si te ama. No pienses eso—

—Para ti es fácil decirlo. Archie te pidió matrimonio de la manera más romántica —