Rescatar Tu Corazón •Bughead•

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—Algo me dice que aquí vamos a tener suerte— Aseguró Jughead.

Éste entró al burdel junto a Sweet pea, Reggie y Gastón y se encontraron con lo mismo que en el lugar anterior, solo que éste era más grande y había más gente, lo cual haría un poco más difícil encontrar a Betty o a Fernando.

—Muchachos... vamos a dividirnos y si ven algo por favor avisen de inmediato — Ordenó Jughead.

Éstos asintieron y Reggie se fue con Gastón a otro lado, mientras Sweet pea y Jughead permanecieron en el mismo lugar, observando todo.

—¿No ves nada Sweet pea?— Preguntó Jughead, ansioso.

—No hermano. Solo veo muchas mujeres hermosas— Contestó Sweet pea mirando a su alrededor.

—Concéntrate— Ordenó el ojiazul encendiendo el micrófono. —Chicos... ¿No ven nada?—

—No Jughead — Negó Reggie. —Y ahora perdí de vista a Gastón —

—Gastón... ¿A donde te metiste?— Le preguntó Jughead.

—¡Lo estoy viendo! ¡Estoy viendo a Fernando!— Avisó Gastón.

—¿Que?— Preguntaron Jughead, Sweet pea y Reggie al unísono.

—¡¿Donde?!— Preguntó Jughead.

—¡Está subiendo las escaleras! ¡Vengan!— Pidió Gastón.

Jughead se puso alerta y miró hacia las escaleras, logrando ver a Fernando. —¡Ahí está! ¡Lo perdemos! ¡Vengan!— Avisó Jughead corriendo hacia las escaleras.

—Jug, espera— Respondió Sweet pea corriendo tras él y más atrás le siguieron Gastón y Reggie.

Jughead corrió hacia las escaleras y subió lo más rápido que pudo, pero vio el pasillo vacío. Había perdido de vista a Fernando.

—¡Maldición!— Exclamó Jughead golpeando la pared.

—¿Que pasó?— Preguntó Reggie acercándose a él con los otros dos tras el.

—¿Donde está Fernando?— Preguntó Sweet pea.

—¿A donde se fue?— Habló Gastón.

—Búsquenlo. Esto es grande pero él subió para acá y debe estar cerca— Aseguró Jughead empezando a caminar por el pasillo.

Éstos se separaron y empezaron a buscar por su cuenta. Los pasillos estaban casi vacíos porque la mayoría de las chicas estaban bailando y los hombres las miraban.

Jughead caminaba desesperadamente por los pasillos en busca de Betty o Fernando. Revisaba cada habitación y cada rincón.

—¿Estás perdido, guapo?— Le preguntó una mujer acercándose a él y acariciando su mejilla.

—Hola muñeca. No, no estoy perdido. Estoy buscando a Elizabeth Cooper. ¿Sabes donde está?— Preguntó el ojiazul.

—¿Hablas de Betty? Esa niña debe estar en algún rincón, llorando. Solo eso sabe hacer. Olvida a esa mocosa y diviértete con una mujer de verdad— Sugirió la chica.

—Será más tarde, muñeca. Tengo cosas que hacer— Respondió Jughead sonriéndole falsamente para continuar su búsqueda. Ahora si estaba casi seguro de que Betty estaba aquí.

El lugar era enorme y Jughead había perdido de vista a sus hombres, pero estaba tan centrado en encontrar a Betty que no le dio importancia a eso.

—¡Betty! ¡Betty, soy yo, tú Juggie! ¡Si estás por ahí solo dime! ¡Vine a rescatarte!— Avisó Jughead mientras aún caminaba por el pasillo.