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Después de haber trabajado un buen rato, Jughead salió de su oficina y fue hasta la habitación de Betty. La puerta estaba entreabierta pero él la tocó suavemente.

— Pasa— Respondió la rubia en voz baja.

Jughead entró a la habitación y vio a la ojiverde en la cama, mirando el techo.

— ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?— Preguntó Jughead sentándose sobre la cama a su lado.

Ésta negó, aún mirando el techo.

— Solo venía a avisarte que ya la cena está casi lista —

Betty asintió y Jughead salió de la habitación y antes de irse se detuvo en la puerta. — Si me necesitas voy a estar abajo —

Ella volvió a asentir sin decir nada más y en un rato ya ambos estaban cenando juntos sin dirigirse la palabra. Y al terminar la cena, Betty solo se puso de pie y se iba a la habitación.

— Betty, ¿No quieres ver una película o tal vez jugar un juego de mesa?— Preguntó Jughead poniéndose de pie y mirándola.

— Y-yo tengo mucho sueño y quiero dormir — Le respondió sin mirarlo.

Jughead la miró, extrañado. — Entonces descansa —

Betty le sonrió levemente para salir de la cocina y atravesar la sala para subir las escaleras hasta su habitación.

— ¿Ella está bien?— Preguntó Lucía mientras recogía los platos.

— No lo sé. Pero voy a tener paciencia con ella. Es solo una adolescente y pasó por muchas cosas — Respondió sin dejar de mirar a la dirección en la que se fue Betty.

Más tarde, Jughead se preparaba para dormir pero no podía hacerlo sin antes ver si Betty estaba bien.

Salió de su habitación y fue hacia la de la rubia, que quedaba muy cerca, y la puerta estaba cerrada, pero la escuchó sollozar. Se preocupó y abrió la puerta, encontrándola en un rincón de la habitación, abrazada a sus piernas. Estaba llorando y sus manos se veían ensangrentadas.

— Dios... Betty, ¿Que hiciste?— Preguntó Jughead corriendo hacia ella sentándose a su lado. Tomó sus manos y las miró. 

Ella se había clavado las uñas a las palmas de las manos y además de eso tenía cortaditas alrededor de los brazos, que evidentemente se las había hecho ella misma.

— Betty, ¿Que es esto? ¿Por qué te lo haces? Te estás lastimando — Reprochó Jughead alarmado poniéndose de pie y empezando a buscar en la habitación. — Debe hacer un botiquín por aquí —

— No puedo más... ya no quiero vivir más— Admitió Betty mientras lloraba aún más.

Jughead encontró un botiquín de primeros auxilios y corrió hacia ella, sacando agua oxigenada y gasas para desinfectar las heridas de la ojiverde. — ¿Por qué hiciste esto? ¿Que tienes?— Preguntó mientras empezaba a desinfectar sus heridas.

— Cuando cierro los ojos solo puedo verlos a ellos... a mis padres y a esos hombres matándolos frente a mi— Respondió la rubia llorando aún más. — Debieron matarme a mi también —

— No nena, no digas eso. Por algo aún estás con vida y tienes  mucho por delante — Aseguró Jughead terminando de desinfectar las heridas de Betty y guardando el botiquín. Volvió hacia ella y la abrazó. — Ahora estás bien. Ahora estás segura porque aquí nadie te hará daño. Te lo aseguro —

Betty empezaba a calmarse hasta que se tranquilizó en sus brazos. Jughead seguía abrazándola, conteniéndola entre sus brazos. Verdaderamente lo atormentaba verla así.

Rescatar Tu Corazón •Bughead• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora