Capítulo Dieciséis

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El pollito hacia sus tareas lo más de tranquilo, mientras oía música

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El pollito hacia sus tareas lo más de tranquilo, mientras oía música. Su mamá tocó la puerta de su cuarto, para luego entrar.

—Cariño, ¿Estás ocupado?

—Uh, hago mis tareas, pero ya casi termino.

—Ahh. Es que un compañero de trabajo de tu papá viene a visitarnos. Y es para que, ya sabes, convivas con sus hijos. Es que la reunión es de adultos y pues, confidencialidad.

—Ah... Claro, como quieras mami.

—Pueden ver una película si quieren. Ya mandé a preparar las palomitas, y por cierto, la ropa que te pondrás la deje en mi cama, olvidé traerla. Ah, y te pones el collar, los dos son alfas.

Asintió. Se levantó y caminó a su cuarto. Tomó la caja de ropa -De marca- y la llevó a su cuarto; se dió una ducha algo rápida y se perfumó, para luego ver la ropa. Rodó los ojos al verla y se la puso, luego el collar.

Ordenó un poco más su cuarto y le puso neutralizador a sus cosas. Abrió las cortinas y siguió haciendo sus tareas, hasta que oyó voces abajo.

Okay, ya habían llegado. Bajó las escaleras algo nervioso, y miró a la familia entrar atentamente.

Ohh... Eran gemelos... Y lucían demasiado sexys. Se sonrojó un poco, ¿De verdad tendría a dos alfas así en su cuarto? Su mamá estaba loca.

Saludó y luego de una pequeña conversación sobre cuánto había crecido los invitó a su cuarto. Llevaron las palomitas y entraron, tenía mucho miedo
de cerrar la puerta, porque desde que salieron del campo de visión de sus padres empezaron a comerselo con los ojos... Aún así la cerró, se sentó en su puff y ellos en su cama.

—Eres Jimin, ¿Cierto?— El pollito asintió muy seguro —Tu madre nos habló de ti. Dijo que eras muy lindo, pero no imaginé que tanto.

Se sonrojó, apretó sus labios y luego sonrió.

—Gracias, u-ustedes también son muy guapos.

—Y... ¿Haremos algo en especial?

—Uh, si, veremos una película.

Sonrió y subió a su cama. Se recostó en la cabecera con el control en la mano, y el par  se sentó uno a cada lado de el, acorralandolo. Jimin apagó las luces y uno de ellos cerró las cortinas, lo cual intimidó al pollito.

—Mm, ¿Que película veremos?

Uno de ellos preguntó, mientras acercaba su rostro al cabello de Jimin. Inhaló y exhaló, y el Omega quedó estático, con más miedo que antes. Y por ende salió su aroma, los alfas sonrieron.

—Cariño, ¿Por qué el miedo?— Acarició su pierna.— ¿Que pasa?

El pollito se estaba ahogando. Uno de ellos empezó a dejarle besos y lamidas tras su oreja y el otro bajaba las caricias desde su muslo hasta su cadera. Le alzó la pierna, inclusive, y eso lo asustó más.

La película sonaba, el volumen era algo fuerte. Para su suerte tenía el collar, pero eso no calmaba su miedo.

Y su teléfono sonó. Sonrió se bajó corriendo de la cama, lo tomó y caminó a la puerta.

—Denme un segundo, ¿Si? Tengo que responder a esto.

Miro la pantalla y rodó los ojos. YoonGi... Genial, el alfucho.

Pero al menos lo había rescatado sin darse cuenta.

Pero al menos lo había rescatado sin darse cuenta

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Pollito En Las Garras Del Lobo | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora