Capítulo Treinta y Ocho

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Min estaba en su nueva casa

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Min estaba en su nueva casa. Tumbado sobre la enorme cama del lugar ya amoblado, pensando en como su vida había terminado así.

Ahora estaba lleno de lujos, usando traje como si fuera empresario, pero nada era suyo.

Y tenía un Omega en cinta a punto de casarse con otro alfa que no era él. Todo había pasado tan pronto que quería morirse...

Analizaba el nuevo teléfono que tenía. Únicamente tenía el contacto de Jimin, el de Wang y el de Taehyung, y bueno, en este su madre aún no la había bloqueado.

Escribió tembloroso el número en pantalla. Marcó después, recibiendo respuesta al segundo tono.

—Buenas tardes. Se comunica con la panadería Min, en ¿Que podemos servirle?

—Habla Min YoonGi... ¿cómo estás mamá? ¿Abriste una panadería?

—Ah, YoonGi. Sí, abrí una panadería, ¿A qué se debe tu llamada? No tengo dinero si es por algo así.

—¡No! M-Mas bien, ¡Te iba a preguntar cuánto necesitas!

Se sentó en la cama sobresaltado. Dinero, tal ves con dinero su trata con su madre cambiaría.

—¿Que cuánto necesito? Primero unos cuantos millones para comprar una casa lejos de esta pocilga, otros millones para implementos de cocina porque me ha ido bien con mi pequeña vitrina de pan y otros millones por avaricia.

—Yo... Tengo dinero, bueno, no todo es mío. Podrías empezar con los implementos de cocina, lo más básico, y así mejoras tu negocio y luego solucionamos lo de la casa.

—Min ¿De que mierda hablas?

—Que quiero ayudarte, mamá.

—Oh... ¿en qué mierda estás trabajando, Min?

—No preguntes. Solo hazme un listado.

—Si es algo ilegal no te recibiré ni un centavo. No confío en ti, te expulsé de mi casa porque eras un completo sinvergüenza, ¿Que me garantiza que no estás traficando drogas?

—¡No! Yo... Bueno, me gustaría hablarlo contigo, en persona. Te juro que no he vuelto a tomar, ni a salir a fiestas... Me estoy superando, y no ha sido fácil, pero tiene una razón, me gustaría hablarlo contigo.

Hubo un silencio tras la línea. La señora empacaba panes en pequeñas bolsas mientras lo consideraba.

—Okay, te escucharé, pero me vuelves a decepcionar y te vendrá mejor salirte del planeta.

—Ok... Entonces, ¿Podrías venir? Te daré dirección, te pagaré un taxi.

 Entonces, ¿Podrías venir? Te daré dirección, te pagaré un taxi

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Estoy viva pero a q costo

Pollito En Las Garras Del Lobo | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora