Jimin es un pollito prácticamente millonario. Un omega recesivo hermoso y adinerado, muy amado por su familia, y muy cuidado, esto ante todo. Pero en un descuido ocasionado por un exceso de copas termina involucrado con Yoongi.... Un "alfucho pobre"...
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-¡YoonGi hyung! Gusto oírlo. ¿Pasa algo?
-¿Jimin? Ah, lo siento. Iba a llamar a mi maestro y me confundí de número, perdona
-¿Cómo? ¿Que Tae qué?
-¿Tae? ¿Cuál Tae?
-Ohh... Está bien, dile a Tae que me llame si es tan urgente.
-Jimin, ¿Me estás oyendo?
-Si, pero si es urgente que lo haga de una vez, me tengo que ocupar.
-Ahmm... ¿Es como en los cortometrajes en que la mujer no puede hablar y el 911 descifra su mensaje?
-Prácticamente sí. Bueno, te cuelgo.
-Le digo a Tae que te llame entonces.
-Si. ¡Adiós! Cuídese hyung.
-Igualmente...
Jimin colgó. Nunca pensó que tendría que hacer eso, se quedó en la puerta unos segundos bajo la atenta mirada de los gemelos, de la tribu serpiente, sonrió nervioso.
-Disculpen... Es que mi mejor amigo de la casa de al lado tuvo un problemita, me llamó otro amigo.
-Hmm. ¿Y no lo puedes atender en otro momento? No tendremos mucho tiempo para divertirnos, amor.
-N-No sé si es una urgencia lo que tiene mi amigo, eso quiero saber y luego si regreso, lo prometo.
-Mm. Ven aquí mientras te regresan la llamada.
Palmeó sus piernas y el Omega tragó saliva. Caminó hacia él, sentándose sumiso, dónde le habían indicado.
-Eres tan bonito...-Ascendió su mano por el pecho de este, hasta llegar a su cabello, coló sus dedos tras su oreja acariciando su nuca. -Quiero comerte... Te tengo unas ganas como no tienes idea...
-N-No creo que sea correcto.
-Tu cuerpo es increíble. Juro que nunca había visto a alguien tan perfecto como tú.
Tenía a uno debajo y el otro se le subió sentándose en sus piernas, sin aplastarlo. Los dos besándole el cuello en diferentes zonas, el pollito empezaba a excitarse un poco, le estaban dando en sus zonas sensibles.
El que tenía encima tomó sus mejillas, y lo besó en los labios. Jimin cerró sus ojitos y se quedó quieto, solo dejándose besar sin corresponder. Y liberó su aroma.
-¿Te está gustando?- Susurró el de abajo en su oído, otra de sus debilidades. -Me estoy poniendo por tu aroma, ¿Podrías moverte un poco para atenderme?
El pollo negó. No quería más, empezaba a sentirse asqueado. Pero el alfa de arriba olisqueo de nuevo, frunciendo el ceño.
-¿Qué carajos con tu aroma? Mi alfa está estático, ¿Acaso tú... Estás encinta?
Palideció al oírlo. Sus plumitas se erizaron, pero su teléfono sonó. Negó con la cabeza antes de levantarse, e ir a contestar.
-Lo siento, es una urgencia.
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