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Defiendan cuerpo y mente para la guerra. Defiendan corazón y alma para el amor”.









Quise oponer mi cuerpo ante YoonGi, pero mi brazo fue alcanzado por el ataque de NamJoon quien se lanzó furioso cortándome justo en el antebrazo. Por si fuera poco, YoonGi en el intento de protegerme, me empujó detrás de él para no volver a ser alcanzado.

En ese mismo instante la fuerza sobrehumana de YoonGi fue de golpe contra el cuerpo grande de NamJoon y lo lanzó contra un librero que se encontraba en la sala, destrozando todo a su paso. El cuerpo inerte de NamJoon estaba rodeado de varios objetos rotos con sangre saliendo de su cabeza. El silencio se interrumpió por el lloriqueo de SeokJin y la respiración alterada de YoonGi. Los ojos rojos del vampiro llamearon de ira y fueron un mal presagio para sus amigos quienes no daban rienda suelta a sus expresiones pasmadas. Los colmillos que salían de su jadeante boca los marearon de sobre manera. De repente, los envolvió en una capa de miedo a lo desconocido, a lo sobrenatural; a lo que jamás creyeron posible. Ahora los cuentos de terror se volvían realidad. Me quedé petrificado en mi lugar.

Sus amigos habían visto todo y su secreto... había sido revelado.

–¿Q-Qué fue eso?

La voz temblorosa de JungKook reflejaba tanto miedo. Quería decirle que todo estaba bien y que todo lo que vieron cada uno era salido de su imaginación. Una verdad atestiguada por cuatro personas era imposible de corromper.

–¿Quién demonios eres tú?

TaeHyung con su cuerpo pegado a la pared, miraba a YoonGi con temor, como si la bestia se lanzara a él para devorarle. YoonGi ni siquiera lo miró, continuaba su acecho a la persona que comenzaba a enjuiciar como su enemigo tirado en el suelo. Le toqué la espalda en señal de que se tranquilizara y así lo hizo. Se giró para verme.

–Estoy bien –susurré.

El dolor pasó a segundo plano cuando observó la sangre manchando mi antebrazo y como esta caía en gotas al suelo. Los ojos rubis de YoonGi no volvieron a su color café natural. Se quitó la camisa de cuadros negros que traía y me hizo un torniquete para frenar la leve hemorragia. Desde cerca podía ver agonía al verme perder sangre que él con locura pedía a gritos cuando estábamos juntos.

Fuimos realistas ante lo que nos esperaba. Sabíamos más que nada en el mundo que teníamos que dar explicaciones. Los amigos de YoonGi ahora no tenían escapatoria. Cuando miré a Jin supe que todo estaba arruinado. Sabía perfectamente que yo guardaba secretos que ellos no y eso lo lastimaba.

–¿Qué eres? –preguntó Jin con la mirada perdida.

Ya nadie hacía caso al cuerpo de NamJoon desmayado por los golpes. Todas las luces se fueron al pálido que no dejaba de atenderme con minuciosidad. Más tarde se lo agradecería. YoonGi no respondió.

–¡Responde, maldita sea!

YoonGi se tensó en su lugar. Se le hacía un martirio de tan sólo pensar lo que les diría. Su mente estaba repleta de información, pero nada salía de sus finos labios. Traicionar a sus amigos no era una opción y él con su afecto no los pondría en riesgo. Se dio la vuelta para mirar a Jin y después mirar de reojo a los más jóvenes.

–No me creerán. Lo sé –aseguró.

Jin se burló con frialdad. No le gustaba que jugaran con su cordura.

–No conozco a nadie en el mundo que sea capaz de hacer lo que tú hiciste... No soy un tonto, YoonGi –refutó el mayor.

NamJoon se movió con dolor del lugar parándose con la ayuda de TaeHyung para después sentarlo en el sillón más cercano. Incluso el moreno resultaría más fastidioso con respecto a la inmortalidad de YoonGi. Me pasé una mano por el cabello a causa de la frustración. YoonGi suspiró cansado del tema. Era ahora o nunca.

B I T E  ||YoonMin|| +18 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora