"... Y nadie de vosotros seréis testigos de lo que pasará en un futuro, ni tampoco seréis testigos de lo que ocurrió en el pasado... Si mueres antes, no es problema de nadie".
Pretender que las cosas iban medianamente bien, era como decir que no me había levantado de mal humor ese día.
A la mañana siguiente y después de haber despertado solo en mi cama, lo primero que hice fue ir al cuarto de invitados donde YoonGi estaba quedándose. Sentía esa necesidad ferviente por darle los buenos días o saber si al menos ya estaba despierto. Quería que me abrazara después de no haber dormido juntos, pero a pesar de no hacerlo muy seguido, cuando sentía que estábamos distanciados por algo tan serio como algunas reglas lo hacía mucho más difícil.
Y aprovechando que mi padre aún no se levantaba, hice mi cometido con una gran sonrisa en la cara. Ésta se ensanchó más cuando al tocar la puerta para pedir su permiso, escuché su voz dándome una afirmación. Cuando la abrí, no dudé en ir corriendo a su encuentro.
Estaba sentado en la cama, sin camisa y con los pantalones de vestir de ayer. Me subí a la cama como un niño lleno de alegría y me senté en su regazo envolviendo mis piernas detrás de su cintura mientras le abrazaba. YoonGi en cambio rió cómodo y envolvió mi cuerpo entre sus fornidos brazos. Sentí su nariz olfateando mi piel y yo hice lo mismo. Ambos y sincronizados soltamos un suspiro cargado de calma por saber que estábamos juntos de nuevo. Al momento de separarme para verlo a la cara, me di cuenta que su cabello estaba alborotado, aquello sólo provocando que pasara mi mano entre sus sedosos cabellos y dejándole un beso en la frente.
–¿Dormiste bien, cariño? –preguntó con la voz ronca, de alguien que apenas acaba de despertarse.
–Si hubiéramos dormido juntos, cambiaría esa palabra por excelente –contesté.
–Lo sé, lástima que tu padre haya arruinado eso –dijo lastimero.
Nuestras miradas se conectaron y sonreí tan enamorado que fue ahí donde le planté un beso. Uno lento y profundo que me hizo suspirar una vez más. Y aunque su piel fuera fría, eso no impedía disfrutar de sus caricias y muestras de amor. Me había acostumbrado finalmente a tener cientos de escalofríos que me ponían la piel de gallina cada que su piel entraba en contacto con la mía. Acepté nuestras diferencias porque lo amaba y lo apreciaba como nadie lo haría. Sería muy injusto que yo pusiera miles de barreras para que el pelinegro no intentase tocarme, pero hasta yo mismo le encontraba una atracción feroz a sus encantos mortales. Y aquello me encantaba.
–Mmm, me gusta besarte por las mañanas –dijo entre medio del beso.
Sonreí a medias siguiendo besándolo por más tiempo. Sus manos que sujetaban anteriormente mi espalda, descendieron hasta mi cintura e hizo que me acercara más a él. Ya no sabía si mi calor corporal estaba afectando a los dos, pero el momento cálido era sin más tan confortable.
–Quisiera poder extender esto, pero debemos bajar a desayunar. Mi padre no tardará en despertar y preguntar por los dos... Y dudo mucho que le agrade viéndonos romper sus leyes –dije aguafiestas.
Se separó de mí lamiéndose los labios y no pude evitar que el calor se disparase hasta los rincones de mi rostro.
–Bien, hijo bueno de papi. Entonces vayamos abajo –dijo divertido.
Entrecerré mis ojos ante el extraño apodo y puse los ojos en blanco.
–Pues este hijo de papi quiere saber qué tanto hablaron tú y mi padre ayer por la noche –me crucé de brazos y le miré interrogante esperando una respuesta. Soltó mi cintura y recargó su peso hacia atrás poniendo sus manos detrás de sus caderas. Su boca formó una ligera y sútil mueca que para mí no pasó desapercibida–. ¿Tan malo fue?
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B I T E ||YoonMin|| +18 [EDITANDO]
Fanfiction"Todo lo que ví en el baño de la universidad me dejó helado, pero fue más una sentencia de muerte. Un trato nos llevó a conocernos. Uno sediento por sangre y yo por mera curiosidad. Increíble y aterradoramente, los lazos formaron algo que ambos no p...