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"Los lazos sanguíneos no siempre representan amor incondicional y fraternidad. Son más traicioneros de lo que uno piensa".




El día había llegado y con ello mi inminente tristeza de despedirme de YoonGi para irme con mi padre por una semana.

Sentí su cabello negro azabache darme cosquillas diminutas en mi cuello, por lo que no me detuve a acariciarlo y darle varios besos. Iba a extrañar tanto su frialdad, su cuerpo, sus labios y sus abrazos. En pocas palabras iba a extrañar todo de él.

Vi que se removía de mi pecho y me saluda con una sonrisa para después plantarme un beso en los labios. Verlo me trajo el recuerdo de ayer por la noche cuando llegué a mi habitación, YoonGi me esperaba quieto en la cama, la felicidad me atacó súbitamente y fui corriendo hacia sus brazos. Nos quedamos tan absortos uno en el otro que no me importó quedarme dormido arriba de él. Fue el mejor día en semanas y una de mis mejores noches.

Cuando noté sus ojos risueños, supe que debía de levantarme para hacer las maletas, pues sabía que en casa de mi padre haría muchísimas cosas como salir a dar paseos cada día después de la comida; una costumbre ya arraigada en casa de mi progenitor.

-Yoon, tengo que hacer las maletas -comenté.

Escuché un quejido molesto de su parte, me reí por pura inercia.

-Unos minutos más, por favor -dijo con la voz ronca.

-Quisiera quedarme todo el día en la cama contigo, pero mi padre llega en menos de dos horas y si no estoy listo va a recortarme mi mesada a la mitad -dije serio.

Asintió como quien no quiere la cosa y se sentó en mi cama viéndome profundamente. No tardé en ir hacia a él y sentarme en su regazo, una maña que tanto le encantaba.

-Yo puedo darte todo el dinero que necesites -dijo mientras dejaba una hilera de besos en mi cuello y clavículas.

Abrí mis ojos de más ante sus palabras.

-No voy a aceptar cualquier cantidad de dinero viniendo de ti, Yoonie.

Me vio negar pero poco le importó. Sabía que sería difícil hacerlo cambiar de opinión.

-Demonios, debí haberte hecho el amor más de cien veces antes de que te fueras -ante su declaración mi voz flaqueo y mis mejillas adquirieron un tono rosado.

-Pero podemos hacerlo después de que llegue -me encogi de hombros.

-Me parece buena idea.

Nos abrazamos por más de lo que pareció una hora, entre declaraciones cursis, besos de cualquier magnitud, caricias y un sin fin de promesas... Mi corazón dio un vuelco doloroso.

-No quiero irme -confesé decaído.

Sentí como me abrazó para cargarme y llevarnos al baño para tomar una ducha juntos. YoonGi sabía que cosas hacer para tenerme feliz y contento, y esperaba que conmigo tuviera lo suficiente para que él lo sea conmigo.

Ya dentro del baño y con nuestros cuerpos unidos por un beso tan largo y profundo, le pedí la locura más masoquista que se me pudo haber ocurrido. En otras instancias el placer y el sexo me hubieran jugado en contra y sería una justificación, pero sentía que si me iba sin un recuerdo suyo, la partida sería mucho más dolorosa y lastimera. Me preparé mentalmente aún con la vergüenza por pensarlo y pedirlo, pero sabía que no podía negarse a algo como aquello.

-¿Yoonie?

Estaba escondido en mi cuello dándose el tiempo de pasar tiempo de calidad teniéndome en sus brazos, y hubiera deseado que mi loca idea no fuera mayor a un capricho, pero al extrañarlo me motiva a pedirlo.

B I T E  ||YoonMin|| +18 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora