B I T E ||YoonMin|| +18 [EDITANDO]

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“Las personas se van de los lugares que no son correctos para ellas. Otras tantas están dudando de irse. Y a otras se las llevan a la fuerza, pero se van”.

Cuando eres consciente de todo lo que te rodea, entiendes muchas cosas que pasaban desapercibidas pero que siempre estaban ahí, como el tiempo de vida de los humanos y su mortalidad. Entiendes que la vida es bella cuando sabes que tienes cierto tiempo para vivirla, y aunque puede parecer angustiante, es increíble como experimentas muchísimas emociones a medida que creces. Muchas personas dicen o piensan que no tienen el tiempo suficiente para vivir porque les gustaría hacer un millón de cosas, pero incluso si tuviéramos una esperanza de vida más larga, llegaría un punto donde nuestra vida se volvería aburrida y monótona en su totalidad.

A un mes y medio de la graduación, sentía que estaba perdiendo tiempo valioso para hacer otras cosas, pero ciertamente no había otras cosas qué hacer. Todo se resumía a tener mis tiempos libres para elaborar mi tesis y lo demás era estar en completa monotonía. De estar en la universidad, seguir con la etapa final de reclutamiento, hacer los preparativos para la fiesta de graduación, convivir nulamente con mis amigos y apartarme de mi madre y padre cuando él venía a casa, eran sin más evasivas para evitar más dolor. Me había encerrado en una burbuja de tristeza que en cualquier momento podría ser reventada si ese alguien apareciera de la noche a la mañana, pero incluso si esa burbuja fuera reventada ¿quién me aseguraba que yo sería el mismo de antes? ¿Todo seguiría igual? No lo sabía. Y tenía temor de ello.

Al encontrarme frente al espejo, supe que el tiempo estaba sobre mi espalda amenazandome con acabar conmigo de todas las maneras posibles, ya que si no salía por mí mismo con uñas y dientes del pozo que yo mismo cavé, tarde o temprano terminaría en la perdición de la locura. Pero todo era difícil de superar cuando todos los lugares y todas las cosas por donde pasamos y las que tuvimos, me hacían recordarlo con melancolía. Era insoportable despertarse cada día y ver la cama vacía, ver las cosas que alguna vez él tuvo de mí como algunas camisas o pantalones, estar en la ducha y que fuese inevitable no recordar sus besos y las risas, esa emoción por ir a su departamento para pasar la tarde o cuando íbamos en su moto por toda la ciudad y reíamos gracias a la adrenalina; todo era una tortura.

No dudaba que lo que pasamos hace unos meses al estar distanciados sea una pequeña probada de lo que pasa hoy. El problema es que en esta ocasión no había medición de dolor porque estaba seguro de que el tope había explotado y su interior se había esparcido por todos lados.

La gracia de recordar está en eso; en sentir nostalgia. Sólo son memorias que pasan en tu mente como una cinta fotográfica, las ves pasajeramente mientras te tocas el corazón pensando en que pudiste o no hacer mejor las cosas. Y en muchas ocasiones cuando haces algo malo, sucede que no todo se soluciona con un perdón y a veces con nada. Por eso temes lastimar a la otra persona, porque son cosas que pasan y lamentablemente son inevitables.

Al estar en la sala después de un día monótono en la universidad, estaba haciendo apuntes para finalizar mi tesis, al menos en eso sentía que estaba avanzando, pero me sentía estancado en muchísimas cosas. Mi madre por otra parte, se paseaba por la cocina preparando la comida de esa tarde mientras escuchaba la radio en aquella señal famosa donde transmitían entrevistas con famosos de su época. Le encantaba sintonizar a diario la radio para no perderse ningún segmento, incluso recuerdo que llegó a participar en hacer una llamada a la radio para poder saludar a su artista favorito, verla tan sonrojada y emocionada porque el cantante le había dicho que tenía linda voz fue increíble.

De repente la voz de alguna cantante termina en un melifluo vibrato y suenan tres pitidos cortos después de eso. Sé que serán noticias del gobierno pues era raro cuando el sonido agudo interrumpía la programación habitual para dar un aviso a la nación.