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Cuando algo comienza, el destino tiende a ser un humano sin corazón, y es ahí cuando termina lo que una vez creíste era tuyo”.







Era la primera vez en toda mi vida que me sentía libre. Fue como dejar el nido y conocer un mundo completamente desconocido. Para una persona cuerda esto sería una locura, haría hasta lo imposible para que su vida no corriera riesgos, y yo en mi mente no dejaba de pensar que se me había safado un tornillo.

Abrí los ojos lentamente sintiendo mucho frío. Cuando capté que mi cabeza descansaba en el pecho de YoonGi, me retiré para verle la cara. Estaba allí acostado con la mirada atenta observando mis movimientos mientras una sonrisa ligera marcaba su rostro. Me quedé inmóvil y mudo al sentir como acariciaba mi cabello hecho una maraña por apenas haber despertado.

–Buenos días –dijo.

–Buenos días –respondí sin detenerme en mirarlo.

Fue un impulso nacido de mi corazón y lo besé. Me tenía completamente loco.

–Oye –susurró cuando terminé por besarlo. Me acomodé entre su cuello y me quedé allí–. Hace un par de horas recibí una llamada. Y tal vez las noticias que tenga que darte no sean buenas del todo.

Me salí de mi pequeño escondite y frunciendo el ceño lo miré con preocupación. Su rostro era un muro de piedra donde la palabra expresión no tenía cavidad.

–¿Qué pasó?

Estaría mintiendo si pensaba que todo era una broma pero en el fondo de mi cabeza no era así.

–Encontraron un par de pistas de los cazadores, pero desafortunadamente, las pistas no están dentro del país. Tendré que salir por unos días –dijo con pesadez.

–Tendré que acostumbrarme a eso, ¿no es así? –pregunté con tristeza.

–Mientras no acabe con ellos, sí. Además, sirve que descansas ese brazo.

–Está bien.

Cuando llegué a casa me tumbé en la cama dejándome llevar por la ola de preocupación que no desapareció. Estaríamos en contacto por medio de llamadas, eso ya era una cosa, pero el no tenerlo físicamente y cerca de mí creaba una molestia a mi alrededor, como reservandome.

Me distraje con recoger mi cuarto y limpiar la cocina, de la cual, no saqué ni 10 minutos de suciedad puesto que estaba en orden. Cuando vi el vendaje en mi mano, se activaron todos los recuerdos de ese día por la tarde. ¿Cuántas probabilidades había de que sus amigos se enterasen? Ponerme en los zapatos de cada uno sería un tanto descabellado, prefería sentirme satisfecho de que no descubrí su verdadera identidad y tarde o temprano decepcionarme de él. También entendía que tras dicha sorpresa les sería complicado digerirlo, así como también la verdadera muerte de HoSeok.

Al subir de nuevo a mi habitación y haber terminado mis deberes, fui en busca de mi celular para revisar si YoonGi había llamado como prometió. Mi corazón brinco al ver 3 llamadas perdidas de un número, pero el problema aquí es que no era el número de YoonGi. Éste no figuraba entre mis contactos. Marqué el número telefónico y esperé.

Una voz conocida habló.

–“Hola, JiMin. Soy SeokJin”.

Abrí en demasía los ojos. ¿Cómo consiguió mi número?

–Hola SeokJin. ¿Pasa algo? –pregunté curioso.

–“Yo... no sé por dónde empezar”.

–¿Es sobre Yoon... –me interrumpió suspirando fuertemente.

B I T E  ||YoonMin|| +18 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora