06. puños & boca flojas

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— ¡¿Qué mierda está pasando?! — le pregunté alarmada a Jimin.

— Que no sé — dijo, encogiéndose de hombros y sacudiendo la cabeza. — Recién llego, igual que ustedes.

Hice a un lado a los chicos frente a nosotros para poder ver mejor la escena. Se quejaron por mis empujones, pero terminaron por callarse cuando vieron que no estaba sola y que Jimin venía detrás de mí. Ser de último año nos daba cierto temido respeto, pues los de nuevo ingreso todavía no distinguían con certeza a los estudiantes peligrosos de los que no estaban metidos en las pandillas.

Taehyung estaba encima de un chico al que no pude identificar, golpeándolo sin parar. Sus movimientos eran tan frívolos que me fue difícil reconocerlo. Tae nunca había abogado por la violencia, así que fue bastante surreal verlo utilizar sus puños de esa forma. Asumí que el otro involucrado tampoco debía ser muy malo para las riñas, pues la nariz de Taehyung estaba sangrando.

Chang y Suk, los nuevos compinches del chico, estaban sentados en una banca como si no estuviera pasando nada. Nabi, por otro lado, estaba de pie junto a ellos mientras veía la escena con marcada preocupación.

Le pase las botellas de agua que llevaba en las manos a Tara y mostré intenciones de escabullirme para intentar detener la pelea pero, antes de que pudiera hacerlo, Jimin me tomó de la cintura para evitarlo. Me conocía demasiado bien y parecía que ya estaba preparado para evitar que me lanzara a hacer una tontería.

— ¿A dónde crees que vas? — pregunto.

— ¡Tenemos que hacer algo! — grité mientras luchaba por zafarme. — ¡Se van a matar, hay que detenerlos!

Jimin me lanzó detrás suyo.

— Me haré cargo yo. Tú quédate aquí, Sora — ordenó. — Te van a meter una morrada si les llegas por detrás.

Sin más remedio, me quede donde indico. Todavía podía sentir mi corazón desbocado, pues los golpes no se habían detenido ni siquiera un segundo. El otro chico ya había conseguido quitarse a Taehyung de encima, así que ahora estaban en un nivel bastante parejo mientras se lastimaban el uno al otro.

Jimin se acercó con sigilo y tomó a Tae para hacerlo levantarse. Se aferró a él enroscando los brazos por sus hombros para inmovilizarlo. El chico cuyo nombre no sabía quiso aprovechar la intervención para irse de lleno contra Taehyung otra vez, pero no pudo hacerlo porque Yohan, mi compañero de banca, se encargó de sostenerlo. El público pareció decepcionado pero comenzaron a dispersarse cuando los dos gallos de pelea terminaron a metros el uno del otro mientras soltaban exclamaciones y tomaban aire para recuperarse.

Taehyung se zafó bruscamente del agarre de Jimin, casi empujándolo. Luego Nabi se acercó a él y le revisó la cara mientras le decía algo. Tuve que aguantar mis ganas de ir a ver como estaba. Tenía sangre en la cara y su mandíbula estaba apretada.

— Es un completo bruto — bufó Jimin al llegar con nosotras otra vez. — Lo ayude y miren como le importa una mierda.

— Gracias por detenerlo — dije.

— Como sea — sacudió la cabeza. — No volveré a meter las manos por él.

— ¿Por qué estaban peleando? — preguntó Tara. — ¿Quién era ese chico?

sempiterno • kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora