TRES AÑOS ATRÁS
— ¡Eh, So!
Me giré sobre mis talones para dar con la persona que había gritado por mí.
— No me llames así, por favor — pedí con fastidio, pero él no hizo más que ensanchar su sonrisa mientras llegaba a mí. — Ya te lo dije muchas veces.
— ¿Soso? — propuso.
— Ni se te ocurra — negué.
Taehyung rodó los ojos.
— ¿Por qué de la nada dejó de gustarte tu apodo?
— Porque ahora soy mayor y quiero que So se quede en este barrio. No quiero llevarla conmigo a Seúl.
Él exhaló, achicando los ojos por el sol.
— Tu cabeza siempre está planeando algo, ¿o no? — sacudió la cabeza para luego girar su cuello hacia ambos lados de la acera, buscando algo. — Bien. So-ra. ¿En dónde están los demás?
— Tara no va a venir porque su mamá se cabreó con ella. En cuanto a Jimin... Pues no tengo idea — encogí mis hombros. — No contesta mis llamadas.
— Intentaré yo — dijo mientras sacaba su celular. Luego de dos intentos concluimos que tendría la misma suerte que yo. — Tal vez está ayudando a su papá en la tienda. Se pone pesado con él los fines de semana.
Bufé.
— La película está a punto de iniciar. ¡Y mis cupones para las palomitas vencen hoy!
— Con lo que odias verlas empezadas — imito mi tono de tragedia y luego se burló de mí. Yo le di un empujón. — Vamos, hay que usar ese 2x1 que llevas en la bolsa.
Cuando me tomó de la mano para hacerme caminar junto a él hacia el interior del cine, me extrañó el repentino cosquilleo que sentí en la punta de los dedos. Me soltó apenas cruzamos la puerta, así que no me dediqué a pensar más tiempo en ello.
— ¿Alcanzaremos a llegar a la sala?
— Que si. Los comerciales antes de la película duran una eternidad — me dijo. — Iré comprando las entradas mientras tú haces fila aquí.
Asentí y me quedé sola en la cola para las palomitas. Observe de lejos al chico, con una rara sensación. No había mucha gente, así que fue atendido casi de inmediato. Lo inspeccioné con más atención luego de darme cuenta de que llevaba puesta una chaqueta nueva; nunca antes se la había visto, pero le quedaba bastante bien. Me había quedado viéndolo con tanto nivel de concentración que casi no me di cuenta cuando se giró y empezó a caminar de nuevo hacía mí. No me inmute sino hasta que Taehyung frunció el ceño e hizo una seña hacia el frente para que avanzara.
El chico en el mostrador había llamado nuestro turno.
— ¿No habías dicho que tenías prisa? — me preguntó Tae, burlándose.
— Cállate — musité.
Me sentí apenada, pero procuré hablar como si nada. Hice mi pedido y, mientras esperábamos, observé las palomitas explotar dentro de la vitrina.
— ¿No quieres una malteada en lugar de soda, mejor? — Taehyung tenía el cuello estirado hacia arriba mientras leía el menú colgado en la pared. — Se me antoja algo dulce.
— El cupón es solo para el paquete con refrescos.
Mi amigo soltó la risa.
— Vaya, señora ahorradora — se mofó, risueño. — Pediré una, ¿no quieres, también?
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sempiterno • kth
Fanfiction❝ Cuando eres joven solo corres, pero vuelves a lo que necesitas. ❞ Sora y Taehyung son amigos de la infancia que tuvieron que crecer en medio de pandillas, drogas y violencia callejera. Se permitieron soñar con salir de ahí y empezar vidas nuevas q...