Mi primera clase del día había sido cancelada debido a un percance personal del profesor, así que disfruté de una mañana tranquila y sin luchas contra el reloj. Recibir el mensaje de cancelación en el chat grupal era uno de los pequeños y esporádicos placeres de la vida universitaria, pues es como tener un breve respiro luego de haber pasado horas intentando mantenerse a flote.
Todavía en pijama, salí de mi habitación para buscar algo de desayunar. El departamento estaba bastante silencioso, así que me sorprendió encontrarme con Taehyung recargado contra la isla de la cocina mientras se comía un crujiente pan tostado.
— Buenos días — salude, con mi voz aún ligeramente adormilada.
— Hola — dijo, siguiéndome con la mirada mientras iba a por mi taza favorita para servirme café. — ¿Quieres panqueques?
— ¿Tara los preparo?
— Los hice yo — explico. Paso a mi lado para llegar al refrigerador y sacar un plato con una pequeña torre de hot cakes cubiertos con una fina servilleta. — Todos se fueron. No sabía que seguías aquí, así que los guarde.
Mi estómago gruñó plácidamente justo en ese momento. Taehyung sonrió y no esperó a que mi boca le confirmara mis deseos de comer. Fue directo a calentarme un par de piezas y luego dejó mi plato servido en la mesa. Me senté frente a él una vez que termine de preparar mi café.
— Gracias.
— Oh, espera. Falta lo más importante — se levantó de nuevo para ir otra vez al refrigerador para sacar el envase de miel. De camino de vuelta a su silla, tomó un durazno del frutero sobre la encimera. Lo partió ágilmente en gajos delgados con un pequeño cuchillo y luego los dejó sobre mi plato. — Bon appétit.
Panqueques y durazno. Justo como solía comerlos de niña.
— Hace mucho tiempo que no los comía así — sonreí, echando la primera dación de miel. Suspire luego de dar el primer bocado. — Sabe delicioso.
— Le pasaré tus felicitaciones al chef — sonrió sin mostrar los dientes. Su cabello estaba ligeramente desordenado e, igual que yo, todavía llevaba puesta la ropa de dormir. A diferencia de mi conjunto de pantalón y camisa de botones azul, él solo llevaba unos pantalones grises de ejercicio y una camiseta blanca. Me sentí extraña, pues me sentí en medio de una mañana cualquiera de pijamada de vuelta en el barrio. — ¿No tendrás clases hoy?
Negue.
— Cancelaron la primera hora. Debo irme en un rato.
Él asintió.
Di otro bocado y repare en sus tatuajes. Era la primera vez que los tenía tan a la vista. Sus mangas cortas daban una perfecta visión a su piel. Por un segundo, me quedé anonadada. Ambos brazos tenían tatuajes, pero el derecho era el que sostenía más. Aunque no tuviera las extremidades repletas al tope de tinta, seguía teniendo una cantidad considerable de tatuajes. Los que más llamaron mi atención fueron una rosa, una gaviota y una especie de alambre fino que rodeaba su muñeca izquierda. Los trazos eran precisos y parecían estar hechos por alguien que sabía lo que estaba haciendo.
Sin embargo, el pigmento negro no era la único diferente respecto a esa zona de su cuerpo. Taehyung nunca fue demasiado delgado o un debilucho, pero ahora sus brazos lucían más fuertes y tonificados. El levantamiento de sus músculos era notorio. Hace que los tatuajes luzcan mejor, pensé.
Y todavía llevaba puesta la pulsera roja.
— ¿No te gustan?
Sentí mis mejillas acalorarse un poco al oír su pregunta. Había sido demasiado obvia.
ESTÁS LEYENDO
sempiterno • kth
Fanfiction❝ Cuando eres joven solo corres, pero vuelves a lo que necesitas. ❞ Sora y Taehyung son amigos de la infancia que tuvieron que crecer en medio de pandillas, drogas y violencia callejera. Se permitieron soñar con salir de ahí y empezar vidas nuevas q...