No pude evitar que el recuerdo de Taehyung regresara a mí en oleadas después de haber visto aquel segmento en la televisión. A pesar de que ya habían pasado tres semanas desde el breve reportaje, no podía dejar de pensar en ello. Era abrumador saber que el idiota que nos había hecho los últimos meses en casa un verdadero infierno y que nos había robado la tranquilidad por tanto tiempo ahora estuviera muerto.
El camino de las pandillas y la droga había terminado por cobrarle la factura a Choi Sam. No era una sorpresa, sino mera cuestión de tiempo. El asunto era que, al obligarnos a recordar aquello, también regresaba a nuestras cabezas la incógnita de la ubicación y estado de Taehyung. No volvimos a saber de él luego de que huyera, así que no teníamos idea de cómo ni dónde estaba. ¿Estaría bien? ¿Habría corrido la misma suerte que Choi? O peor, ¿habían logrado dar con él antes del día que fue narrado en las noticias?
— ¡Tierra llamando a Sora!
Pestañeé varias veces cuando un par de manos se sacudieron frente a mi cara.
— Lo siento — retiré los codos de la mesa en la que estábamos sentados, — ¿qué dijiste?
Soli me miró reclamante. Se había hecho una coleta baja y algo desordenada, así que algunos mechones pelirrojos le enmarcaban la cara.
— No escuchaste absolutamente nada de lo que te contamos, ¿no es así? — ella suspiró, girando su cuello para así poder ver a su novio. — ¿Puedes creerlo? Es como hablar con una pared.
Hoseok, quien mantenía siempre una sonrisa en su rostro, estiró su mano para poder tocar mi frente como si estuviera revisando mi temperatura.
— ¿Te sientes bien? — pregunto, medio jugando. — Llevas rato distraída.
Lo hice a un lado con mi brazo y luego me acomode el cabello detrás de los oídos.
— No me pasa nada — contesté, apretando con poca fuerza mis labios en un intento forzoso para parecer despreocupada. — ¿Qué estaban diciendo?
Soli me miró poco convencida pero no tardó en esbozar una buena cara de nuevo para ponerme al tanto. Resulta que se acercaba su esperado aniversario y se darían una escapada a la isla de Jeju ese fin de semana. Oí con atención el itinerario que habían planeado para el viaje mientras los veía tomarse de la mano encima de la mesa de forma cariñosa. Sonreí al verlos y les agradecí internamente por haberme forzado a pensar en otra cosa.
Al cabo de un rato tuve que irme para poder ir con tiempo a mi trabajo en un pequeño restaurante de comida tradicional que dirigía una señora de edad avanzada. La señora Chu, quien no había hecho más que portarse con excesiva y cálida amabilidad conmigo desde el día en que nos conocimos, me había dado empleo justo cuando más lo necesitaba.
Hace ya dos años, cuando llegamos a la ciudad, empezamos viviendo en una residencia para estudiantes de muy mal ambiente. Tenía baños comunes demasiado sucios, refrigeradores con gavetas que nadie respetaba, un cuarto para el lavado cuya demanda era el doble de la oferta y un montón de compañeros de malos hábitos. No era un secreto que Jimin, Tara y yo queríamos irnos de ahí lo antes posible.
Mis dos amigos consiguieron empleos muy rápido pero yo tardé más en encontrar algo. Debido a mi tendencia a la competencia, la pase bastante mal. Fue casi un mes de estar vagando entre las calles en busca de carteles en los que se leyera la solicitud de ayuda. No fue hasta un viernes por la noche que encontré el local de la familia Chu, luego de pasar el día entero paseando por la ciudad preguntando por posibles trabajos que fueran compatibles con mis clases.
Después de ahorrar un tiempo conseguimos irnos a un departamento pequeño en un edificio más o menos decente. No era la gran cosa, pero era solo para los tres. Además, se volvía más hogareño con cada día que pasaba.
![](https://img.wattpad.com/cover/286116388-288-k452028.jpg)
ESTÁS LEYENDO
sempiterno • kth
Fanfiction❝ Cuando eres joven solo corres, pero vuelves a lo que necesitas. ❞ Sora y Taehyung son amigos de la infancia que tuvieron que crecer en medio de pandillas, drogas y violencia callejera. Se permitieron soñar con salir de ahí y empezar vidas nuevas q...