Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

05

—Para mi que alucinaste —dijo mi madre mientras me ponía las tostadas en un plato—. ¿Lobos?. No Yoonhee.

—Mama, ¡que en serio lo vi! —me sentía como esos niños pequeños que le cuentan cualquier cosa interesante a sus padres y estos la mayoría de veces no le creían.
Exactamente por ser "niños".

Ella se sentó en la silla que estaba frente a mi, y quedábamos solo separadas por la mesa y me miró mientras elevaba una ceja.

—¿Segura que no fue producto de tu imaginación?.

—¿Es en serio? —la miré molesta.

—Bueno ya. Lo siento —se disculpó—. Pero no es como si vivieramos en medio de una jungla para que digas que viste un lobo.

—¿Sabes que?. Olvidalo. Tienes razón. Lo más probable es que haya sido fruto de mi imaginación —cerré el tema porque hasta yo quería olvidarlo.

Desayuné tranquilamente con mamá a pesar de que en mi cabeza seguía el lobo de ayer. No es como si pudiese ignorar eso tan rápido.

—Escucha —mamá me saca de mis pensamientos—, ayer escuché a mamá toser. En cuanto tengas un tiempo pasate por la farmacia y comprale un jarabe.

—Mhm. Está bien —asentí mientras daba un sorbo al agua que me había servido en el jugo.

—Nos vemos mañana. Hoy tengo guardia —dice tomando su bolso—. Beso.

—Beso —digo y a los segundos la puerta principal se cierra indicando su salida.

Cerraba el frigorífico cuando siento pasos descender por la escalera, y la presencia de la abuela se hace notar.

—Buenos días abuela —sonrío al verla.

—Buenos días nena. ¿Dormiste bien? —pregunta.

—No realmente. ¿Quieres café? —asiente ante mi pregunta y voy por el café—. ¿Y tú? –cuando voy a llevarle este le pregunto.

—Cuando llegas a viejo el sueño se dificulta —sonríe un poco—. Pero ayer dormí bien. Sientate, hazme compañía –indica la silla de su lado y me siento–. ¿Por qué no dormiste bien?.

—No me preguntes —dije—. Suficiente con la ignorancia de mamá.

Me miró ofendida —¿Y yo soy tu mamá?. Anda, cuentame –alienta.

—Pero no te vayes a burlar ni me tomes como mentirosa —añado antes.

Ella niega.

Solté un suspiro y comencé a contarle.
—Ayer antes de dormir hablé un rato con Youngjae —inicio—. Hablé con el como hasta la media noche, y luego de eso no tenía mucho sueño por lo que me quede durante un rato sentada en el murito de la ventana.

Mi abuela asentía despacio mientras me escuchaba indicandome que le siguiera contando.

—Al poco rato sentí pisadas abajo. Ya sabes...la ventana de mi habitación dá hacia el bosque —mi abuela me observó, y añadió un asentimiento de cabeza—. Yangyang se puso medio extraño. Y a los segundos detrás de algunos árboles, salió un lobo blanco con pelaje rojizo. Ya sé que puede ser una locura ¿ok?. Entiendo perfectamente que esto no sea la jungla pero-

—Entonces viste un lobo —me interrumpió la anciana.

Arquee una ceja y la miré.

—Sí —asentí—. Eso dije. Pero...¿no vas a decir que tal vez fue algo de mi imaginación?.

Ella soltó una risita y negó.

—No nena. Si viste un lobo pues lo viste —asintió—. Y si hay lobos. Lo que es extraño es que estén tan cerca de la casa. Es decir —hace una pausa y yo la miro estupefacta por la comprensión–, siempre evitan a las personas. Mejor dicho; su relación con los humanos no es la mejor.