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—Es que en serio. Ya es lo último —se queja mi abuela.

—Mamá por favor. Solo será una pequeña consulta.

—Que estoy bien. Pero que pesada te pones —suspira y niega para darle un sorbo al café.

—Por favor trata de convencerla. Yo tengo que ir a la ciudad a comprar unas cosas —me dice mamá lanzando un suspiro y cogiendo el bolso.

—Está bien —le dije y ella se despidió.
A los segundos la puerta se abrió y con la misma volvió a cerrarse indicando la partida de mamá.

—Abuela...

—Yoonhee...—repite ella—. Estoy perfectamente bien. Por favor.

—Pero si solo será una pequeña consulta para confirmarlo —digo suavemente.

—Si lo que quieres es saber si estoy bien para irte puedes hacerlo —contestó—. Yo sé que estás ocupada y decidiste venir porque tu madre te lo pidió. Pero siendo sincera es innecesario.

—Me enojará si comienzas a decir cosas asi —la señalo.

Ella suspiró. Con una mueca asintió —Esta bien. Vayemos a la dichosa consulta.

No pude evitar sonreír ampliamente.
—Por favor no digas esas cosas que lo que menos me molesta es estar contigo ¿si? —me levanté y la abracé para dejar un beso rápido en su mejilla.

Luego de desayunar me fui a preparar para ir a acompañar a la abuela a la consulta para ver que todo está completamente bien.
Mantuve mi pelo suelto y me puse un jersey con un jeans. Unas converse y cogí mi celular también.
—Yangyang te quedas aqui ¿va?. Regreso en seguida —acaricie su cabecita peluda.

Nos dirigimos hacia mi auto estacionado frente a la casa en el lugar asignado, y abrí la puerta para que la abuela entrase con cuidado.
Luego rodee el auto yo y me senté en el asiento de chófer. El pueblo -como ya varias veces habia dicho-, era pequeño. Pero habian lugares para los que necesariamente era bueno tener un auto. Sobre todo, para yo ayudar a la abuela a no caminar tanto.







Detuve el auto frente a la clínica que había.
La verdad como el lugar era tan pacifico lo que era accidentes grandes no ocurrían.
Por lo tanto la clínica era sencilla y en ella solo se hacían pequeños chequeos, consultas, si sentías algun dolor podías venir por la receta y demás y demás.
O eso tenia entendido.

Entré con la abuela y el lugar -que a pesar de todo si era grande- estaba completamente limpio y cuidado.
Nos fuimos encontrando con algunos vecinos que saludaban a la abuela y le preguntaban si estaba bien de salud.
—Buenos días —sonrío cuando llego a la sencilla recepción.

—Buen día —sonríe la chica—. ¿En que puedo ayudarlas?.

—Mhm para tener una consulta —contesto.

—Claro. Y hoy hay suerte ya que el doctor está libre —sonrió ella copiando algo en un expediente al parecer.
Le di mis datos a la chica y los de mi abuela también. Y nos fuimos a sentar en las sillas de espera.

Continuabamos esperando cuando un chico que me resultó muy conocido se acercó a la recepción. Estaba de espaldas por eso no podía verle completamente el rostro.
Usaba una vata blanca, así que logré darme cuenta de que trabajaba aquí. El asintió y se giró para ver en nuestra dirección y no pude evitar fruncir el ceño.

—¿Taehyung? —pregunté entre confundida y a la vez asombrada.

—Oh. Hola Yoonhee —sonrió—. ¿Todo bien?.

—Sí. Vine a traer a mi abuela para hacerle un chequeo y comprobar que todo esté bien —sonreí.

—Señora Jae, ¿como se encuentra? —se dirigió a mi abuela gentilmente.

Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora