Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

30

                         Yoonhee;

—Yoonhee —dice mi madre cuando me vé.

—Buenos días —solo digo.

Ella suspira cruzando sus brazos analizandome. —Veo que...tomaste esta decisión.

—¿No vas a preguntarme nada? —indagué.

—No. Me sé las respuestas de todas las preguntas que podría hacerte. Jungkook es la respuesta de todas, ¿no es así? —alza una ceja con su mirada inquisitiva sobre mi.

—Ya veo que realmente ha sido obvio —musité.

—Lo es —responde ella yendo a la cocina mientras dejaba su bolso sobre una de las sillas de la mesa y dirigiendose a la máquina para prepararse un café—. ¿Has hablado con Youngjae?.

—No. No he hablado con él —apoyé mi cuerpo en el marco de la puerta mientras jugaba con mis dedos—. Pero lo haré.

—Hazlo lo más rápido posible —dice sirviendose su café en una taza—. Mientras más rápido mejor.

—Sí —asentí.

—Bueno ire a dormir. Estoy muerta de cansancio —toma su bolso nuevamente y llega hasta mi para sonreírme—. ¿Te sientes bien con tu elección?.

—Lo estoy —susurré.

—Eso es lo importante —besa mi mejilla—. Me iré a descansar.

—Esta bien —le sonreí y ella me devolvió la sonrisa para salir de la cocina y dirigirse directo a su habitación.

Me senté en una silla frente a la barra y apoyé mis codos sobre esta mientras mantenía mi mentón apoyado en las palmas de mis manos y pensaba en lo de ayer.

—Tu quieres dejar todo por mi —empezó a decir Jungkook—. ¿No te has puesto a pensar que...yo también dejaría todo por ti?.

En ese momento me le quedé viendo sin saber que responder. Pero se sintió tan...inexplicablemente feliz, el saber que el tambien estaba dispuesto por mi.
Me dirigí a mi cuarto luego de desayunar y me senté en la cama para tomar mi celular de la mesita de noche donde estaba.
Yangyang se subió a la cama y vino hacia mi acostandose sobre mis piernas; arrecosté mi espalda en el cabecero de la cama y desbloquee el celular.

Tomé una gran bocanada de aire y presioné el ícono de llamada, llamando a Youngjae. Mientras el celular daba tono, y me sentía sinceramente un poco nerviosa, jugaba con las orejitas de Yangyang quien ya estaba en el décimo quinto sueño.

—¿Cariño? —fue lo primero que dijo cuando contestó. Y al decirlo, pensé instantaneamente en Jungkook y en lo diferente que se escuchaba de ambos.

Y claramente dandome cuenta, de cuál era el que me provocaba millones de sentimientos.

—Hola —solo pude decir tratando de que la voz no me saliese cruda.

—Estaba muy preocupado. ¿Cómo estás? —pregunta.

—Mhm bien —respondí—. ¿Y tú?.

—Mejor ahora que te escucho —lo escuché soltar un suspiro—. ¿Puedo saber por qué...no leías mis mensajes?.

—Lo siento —dije—. Es que...estuve teniendo problemas con la wifi –jamás en mi vida le había mentido a Youngjae. Y juro que se sintió horrible.

—Oh. Vaya...—dijo a través de la línea—. ¿Por qué no viniste?. Te estuve esperando todo el día. Hasta que noté la hora y me dí cuenta de que ya no vendrías.

Tragué fuertemente y solté un suspiro con mis ojos cerrados.

—¿Yoonhee? —pregunta—. ¿Esta todo bien, amor?.

—Sí. Si lo está —hablé—. Acerca del porque...no regresé, es porque...decidí estar un poco más.

—¿Mas? —se notó sorprendido—. Es decir...yo entiendo que hayas estado mucho tiempo lejos de tu mamá y de tu abuela pero, tienes tu vida aquí Hee. Conmigo. Tu trabajo. Todo esta aquí. No puedes seguir allá.

—Lo sé —asentí viendo algún punto inexistente mientras sentía como el remordimiendo me iba consumiendo—. Pero sera breve. Llamare a Karina y hablare con ella.

—¿Tú no me extrañas a mi, Yoonhee? —pregunta entonces y mi mente se queda ciertamente en blanco—. Porque yo a ti sí.

Sin poderlo siquiera evitar sentí un nudo horrible formarse en mi garganta. Yo si quería mucho a Youngjae; independientemente de todo, el si era una persona especial para mi. Y lo seguiría siendo.

—Claro que te extraño —traté de que no se notara que quería llorar por lo mal que me comenzaba a sentir—. Pero...ya sabes ¿no?. Estuve tanto tiempo lejos de mi abuela y de mi mamá.

Tantas mentiras Yoonhee.

No deberían ser necesarias, ¿cierto?.

—Esta bien. Lo entiendo —era tan comprensivo—. Bueno...permíteme escuchar un te amo.

Sorbí mi nariz y Yangyang levantó su cabecita para verme. Limpié con el dorso de una de mis manos mis mejillas.

—Te amo...—dije literalmente en un hilo de voz.

—¿Estás llorando? —preguntó riendo levemente—. Oh vamos, no llores.

—No estoy llorando...

—Yo creo que sí —empezó a reír—. Yo también te amo ¿si?. Y mucho...

—Yo lo siento Youngjae —sin siquiera analizarlo lo digo.

—¿Que?  —cuestiona confundido a traves de la llamada—. ¿Que sientes?.

—T-tengo que colgar ¿si?. Hablemos después-

—No espera —con mucho dolor en el alma corto la llamada y abrazo la almohada mientras hundía mi rostro sobre esta y lloraba un poco más fuerte.

Sentí la puerta de mi cuarto abrirse, pero no le presté atención. Incluso el lado de mi cama se hundió.

—Lo siento Hee. Te escuché hablar —era mi abuela. Acarició mi cabeza—. Hablabas con Youngjae, ¿no?.

Sollozo y levanto mi cabeza para sorber mi nariz y limpiar una vez con mis manos mis mejillas y miro a mi abuela quien me observaba.

—Yo...—tragué fuertemente—. Estoy segura de a quien quiero y con quién quiero estar.

—Lo sé.

—...Pero —suspiré sintiendome mal nuevamente—. Youngjae es muy bueno. Me siento tan culpable.

—Ay mi niña —ella se acerca más a mi y por el hombro me atrae hacia ella acariciando suavemente mi pelo—. Sé que debe de ser díficil pero pasara. Solo tienes que...ser capaz de decirselo de una vez para que el dolor pase más rápido.

—¿Acaso en esta familia nosotras tenemos que pasar esto? —murmuro y levanto un poco mi cabeza para verla—. Mamá dejó a su pareja para estar con papá. Asi como tu...dejaste a tu novio para estar con el abuelo –musité–. ¿Es una profecía o algo así?.

Ella se me queda viendo y sonríe al final.
—¿Quien sabe? —sonríe y besa mi frente—. Deben de pasar ciertas cosas para encontrar a esa persona que te completará, ¿no crees?.

—Pues sí...—musité.

—Anda. Quita esa cara —limpió con sus dedos mis mejillas todavía un poco humedas—. Alla abajo está Namjoon con su madre. Lavate la cara.

—¿Namu esta aquí? —sorbí mi nariz—. Justo pensaba ir a verlo hoy en la tarde.

—Lo está —asiente ella levantandose de la cama—. No tardes ¿ok?.

Asentí y ella me sonrió una vez más antes de salir de la habitación.

Mas tarde subire otro cap ♡