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                        Yoonhee;

Creo que pude soltar todo el aire contenido una vez que entré por completo a la cabaña. La mirada de aquellos -que conformaban la manada de Jungkook-, logró ponerme de los nervios. Sobre todo sabiendo que se podrían convertir en lobos y atacar.
—Tranquila —me sonríe Jimin—. De todas formas aunque nosotros no estuvieramos, ellos no iban a acercarse a ti.

—¿Estás seguro? —lo miré–. Porque ese Min parecía que quería enterrarme viva.

—Es solo su forma de ser. No le tomes tanta importancia —me sonríe Hoseok—. Deberías...subir. A ver a Jungkook.

—Es la primera habitación a la derecha —me indica Taehyung seguidamente.

—Está bien —musité—. Y gracias –ellos me sonrieron y yo me giré para subir las escaleras en dirección a la segunda planta.

No tardé en encontrarme con la primera habitación a la derecha y giré despacio el pica-porte abriendo esta. La habitación se encontraba oscura y deducí que a lo mejor el interruptor se encontraba detrás de la puerta en la pared y afortunadamente resultó así.
La habitación se iluminó, y yo miré directamente hacia la cama donde Jungkook se encontraba acostado y hecho literalmente una bolita mientras se encontraba encogido vistiendo un pantalón de tela gruesa a juego con un abrigo.

Miré el recipiente con agua y un paño junto a este. Me acerqué despacio a Jungkook y cuando estuve lo suficientemente cerca, noté que estaba sudando. Me agaché frente a él; frente a su rostro, y llevé mi mano hacia su rostro acariciando su mejilla y luego deslizando mis dedos hacia su pelo húmedo del sudor. Se comenzó a mover, y a despertarse con esto. Aún así me mantuve en mi lugar y él fue abriendo sus ojos despacio, y nuestra mirada se encontró.

—Hola...—le susurré bajo para que solo él pudiese escucharlo.

Pestañeó despacio mientras me miraba. Intentó levantarse pero se lo impedí.
—Quedate así.

—¿Yoonhee? —su voz sale muy baja y entre-cortada—. Joder...esta mierda ya me hace ver alucinaciones.

Sonreí cortamente. —No soy una alucinación –dije mirándolo y acariciando su mejilla. Justo donde estaba la pequeña cicatriz poco notable que se encontraba en esta.

—Y me responde y todo —dice vagamente—. Esto me va a volver loco...

Me acerqué a él y besé suavemente sus labios. —¿Una alucinación haría eso?.

El se me quedó viendo aún analizandome y me acerco una vez más para besar su frente.
—Mira...se que te debes sentir mal pero no puedes estar así —dije—. Tienes que quitarte esa ropa. Solo está aumentando el calor corporal. Así que te ayudaré a sentarte cuidadosamente para que te cambies.

—¿D-de verdad estás aquí? —pregunta mirándome con sus ojitos de Bambi como si luciera perdido.

—Lo estoy. Ahora ven. Sientate —él sin rechistar y con mi ayuda, hago que se incorpore sentandose en el borde de la cama.

Me levanto y me dirijo hacia el pequeño closet que ya hacía en la habitación. Al entrar detallé esta rápidamente y no contaba totalmente con mucho. Solo con elementos escencialmente necesarios.
Saqué del closet un juego de ropa consistido en un suave pantalón de pijama y una camisa blanca que lucía un poco fresca.

—¿Te has dado una ducha ya? —le pregunto acercandome a él.

—Hace un momento —dijo sin dejar de mirarme.

—Bueno; ven. Quitate...el pantalón —murmuro tomando su mano haciendo que se levantara y lo sujeto inconscientemente por la cintura ya que por un momento pareció perder el equilibrio.

Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora