Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

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                      Yoonhee;

—¿Jungkook? —intento alejarlo para verlo—. ¿Q-que pasa?.

—Duele... —murmura con su rostro sobre mi hombro entre el cuello.

—¿Q-que? —indagué no entendiendo. Intenté verlo una vez más—. ¿Que te duele? –cuando intenté alejarlo suavemente sujetandolo por los hombros jadeó.

Pestañee seguidamente y lo llevé al sofá haciendo que se sentara. Me acerque a él y hubo algo que llamó mi atención; jalé un poco su cazadora notando que debajo de su camisa había una herida.

—Quitate esto —le quito la cazadora y el no se queja ni opone resistencia. Pero cuando intento quitarle la camisa sujeta mi mano por la muñeca.

—No.

—¿No? —lo mire incrédula—. Ya...

Me safé de su agarre y comencé a subir su camisa. —Levanta los brazos. Trataré de ser cuidadosa –lo escucho soltar un suspiro pero acata a mi orden y levanta sus brazos.

Trato de sacar la prenda lo más delicadamente posible, y una vez que hago esto, esta cae en el piso debido al impacto que la herida de Jungkook tuvo en mi.
Era incluso mas profunda de lo que aparentemente se veía. Y esto con más probabilidades de infectarse y riesgo de todos los posibles. Comprendía desde el hombro hasta una parte del cuello.
Me estremecí teniendo lo que la gente suele llamar... déjá vu. Tropecé.

—Yoonhee —Jungkook intenta pararse pero levanto mi mano deteniendolo tratando de incorporarme.

—¿C-cómo te hiciste eso? —pregunté en un hilo de voz.

—Fue un accidente —dice.

—¿Un accidente? —no. Realmente no me tragaba eso pero al parecer estaba claro que el no quería decirme—. Ay que ir al hosp-

—No —dice en seguida frenandome en seco—. Al hospital no.

—Jungkook... ¿estás consciente de que esa herida puede ponerse peor?. ¿Lo sabes no? —pregunto seria.

El niega sin mirarme y solté un suspiro. Iba a ser dificil convencerlo. Terminé cediendo.

—Vamos a mi cuarto.

Como pude hice subir a Jungkook las escaleras y lo conducí a mi habitación tratando de ponerlo en la cama donde literalmente cayó.

—Hey...mirame —murmuro acariciando su mejilla.

Jadea y me observa desde abajo.

—Voy a curarte esa herida ¿vale?. No te muevas —le pedí.

El no responde nada y yo me dirijo corriendo al baño por el botiquin abriendo este rápidamente para ver si tenía todo lo necesario y sí. Estaba afortunadamente nuevo.
Suspiré y volví a dirigirme a mi habitación a pasos rápidos. Al entrar Jungkook estaba sentandose. Estaba intentando no mirar su cuerpo, pero no era como si realmente este pudiese pasar desapercibido.

Yoonhee no es tiempo para eso. Concentrate.

Dejé de mirar su cuerpo, sus abd bien formados y sus tatuajes. —Te dije que te quedaras como estabas —reclamé.

—No...duele tanto —dice entre dientes.

—¿Quien dice? —respondí en sarcasmo porque era obvio y se notaba a leguas que le dolía y molestaba bastante.

Ayudé a que se arrecostara al cabecero de la cama con su espalda reposando en la pared. Me acerqué para ver la herida.

—Dios...—musité—. No estudié para esto.