Alma Gemela |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

15

                       Jungkook;

Miraba fijamente el ciervo. Estaba listo para cazarlo. Cuando un golpe en seco llega a mis orejas.
Giro mi cabeza en seguida y agudizo todos mis sentidos.

—Duele...—esa voz.

No tardé en reconocer ese olor.
Y de un momento a otro ese ciervo había pasado a un segundo plano. Moví mis patas sobre la llerba del bosque. Saltando unas cuantas ramas que se metían en mi camino. Y en menos de dos minutos me encontraba detrás de un árbol viendo a Yoonhee.
Observe el alrededor notando la bajada.
Su mascota solo gemía. Pidiendo ayuda.
Dí un paso pero recordé que estaba en mi otra forma.

Me encogí regresando a ser completamente humano. Pero solo vestido con un short rasgado.

(A lo Jacob 🤭💓).

—Yoonhee —la llamo.

Observo su estado. No parecía que había recibido muchos golpes. Pues la bajada no era tan alta. Pero obviamente estaba lastimada. Y tenía heridas en los brazos y piernas.

—¿J-Jungkook? —me mira.

La tomé entre mis brazos elevandola un poco. Cargandola en forma de princesa.
—¿Se puede saber que diablos hacías en esa bajada? —pregunto entre dientes frustrado al verla así.

—Yangyang —solo dice—. ¿D-donde?.

Logro subir la elevación y el cachorro me ladra. Pero de felicidad.
—Está bien. Ahora deberías preocuparte por ti —comienzo a caminar en dirección a mi casa mientras el cachorro me seguía.

En lo que me dirigía a mi "casa", Yoonhee se durmió. Tomé a Yangyang en mi otra mano y comencé a correr para hacer más rápida la llegada.

—¿Que pasó? —es Hoseok quien se acerca a mi a penas puse el pie en la cabaña.

—Me alegra que estés aquí ahora. Está muy lastimada —digo entrando y dirigiendome a mi supuesta habitación.

La puse encima de la cama. Hoseok se dirigió antes por un botiquin de auxilios que siempre teníamos por si acaso había algún herido en la manada.

—¿No tiene ninguna herida grave? —pregunto sobando mi frente.

—No. Puedes estar tranquilo. Si quieres sal. Parece que te va a dar un infarto. Y si esto solo son rasguños no quiero imaginarme si es algo peor.

Bufé pero terminé saliendo.

Me sentaba en el piso, cuando de el bosque salió Jimin con Yuki.
—Ay estoy muerta —dice mi hermana sentandose junto a mi.

Jimin mueve su nariz —¿Hay alguién aquí?.

—¡Uh!. Es Yoonhee unnie —salta emocionada Yuki.

—¿Que hace aquí? —me pregunta Jimin.

—Luego les cuento —respondí.

Pasaron unos largos minutos cuando Hoseok salió llegando a nosotros.
—Todo bien. Ya curé y vendé las pequeñas heridas que tenía —dijo—. Creo que se está despertando.

—Voy a ir a saludarla —exclama Yuki y antes que le dijese algo ella ya había entrado.

—Va a anochecer. Creo que debes acompañarla a casa —dice Jimin.

—Y sí. Antes que lleguen los demás y empiecen a hacer preguntas. Y si viene Yoongi ya sabes ¿no? —Hoseok me observa.

—Tienes razón —respondí.

—Antes ponte algo encima —me aconseja Jimin—. Si te ve así creo que se va a volver a desmayar.

Hoseok rió y rodé los ojos.
Me puse un pulover, antes de dirigirme a la habitación.
Antes de abrir la puerta escuché a Yuki hablando.

—Te lastimaste mucho. Tienes que tener cuidado —dice mi hermana menor.

—¿Cómo llegué aquí? —la escuché preguntar.

—Mi hermano te trajo.

Empujé la puerta.
Y Yoonhee estaba sentada sobre la cama.

Nos miramos.

—Bueno los dejo solos —dijo Yuki—. Nos vemos después Hee unnie. Y ten cuidado la próxima vez.

Mi hermana me sonrió antes de salir y dejarme solo con ella.

—Puedes asustar a cualquiera —digo sentándome en la silla mientras la miraba.

—Lo siento —susurró—. ¿Cómo...me encontraste?.

—Estaba...dando un paseo —mentí—. Pero eso no es lo que importa. Debes de tener cuidado. Si te pasa algo...ni siquiera quiero pensar en eso.

Ella se me quedó viendo. Y yo respondí a su mirada.
—¿Por qué estarías preocupado por mi? —preguntó mientras nos mirábamos fijamente.

Me levanté sentándome en el borde de la cama. Cerca de ella sin cortar nuestro contacto de miradas.
—¿Es necesario que yo responda una pregunta tan obvia? —digo y con mi mano tomo un mechón de su cabello dejándolo tras su oreja.

Sus mejillas se tiñeron de un pequeño rojo que sinceramente me encantó.

—Yo...realmente andaba por el bosque porque estaba tratando de encontrar tu casa para entregarte la cazadora —ella intenta quitarsela pero la detengo.

—Me la das después.

—Pero-

—Te acompaño a casa y regreso con la cazadora —contesté.

—No es necesario que me acompañes —respondió.

—Hablamos de ese "no es necesario", Yoonhee —fue mi respuesta entonces.

Ella termina asintiendo sin más que decir y se levanta.
Salimos de la habitación y una vez afuera, Yangyang corre hacia ella.

—¿Ya te sientes mejor? —se le acerca Hoseok.

—Gracias por la ayuda —dijo ella.

—De nada. Ten cuidado la próxima vez —dijo él y ella asintió despacio.

—La acompañaré. Regreso más tarde.

Comenzamos a caminar en silencio mientras solo se escuchaban nuestras pisadas al caminar.

—Dí tantas vueltas buscando este puente —comenta Yoonhee a mi lado cuando comenzamos a cruzar el puente—. Y no lo encontré.

—Es complicado —respondo con toda mi atención sobre ella.

—¿Por qué viven en este lugar? —me mira. Y su bonita mirada chocó con la mía—. ¿P-por qué no en el pueblo?. Acá es un poco aislado.

—Exactamente por eso —dije aún mirándola—. Mientras más aislado mejor.

—Pero eso-

La acerqué a mi, evitando que tropezara.
—Deberías mirar hacia delante —digo.

—N-no puedo hacerlo si tu me miras de esa forma —adelantó su caminar dejandome detrás.
Se que posiblemente estaba más que sonrrojada.

Dí zancadas largas hasta alcanzarla.
—¿Por que?. ¿Que tiene que te mire? —camino detrás de ella. Muy cerca. Poniéndola mas nerviosa.

—Que me mires nada. Pero...solo no lo hagas de esa forma —intenta evitarme y sonrío divertido por el juego que hemos creado.

—¿De que forma? —la rodeo quedando frente a ella y haciendo que se detuviese—. Explicamelo.

—Yo no lo sé —contestó—. Eres tú el que siempre-

—¿Siempre que? —me acerco a ella robando su espacio personal. Haciendo que se me quedara viendo casi sin pestañear. Muy nerviosa—. ¿Que se supone que deba hacer con esto que siento por ti?.

Ella pestañea seguidamente al parecer asombrada. Suspiré aún mirándola y me incliné un poco besando su frente.
—Vamos. Se hará de noche —tomé su mano disponible ya que con la otra sujetaba a Yangyang y la hice seguirme.

{3/3} Fin de maratón💓