Observadores

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Parpadeé y abrí los ojos con cansancio. Somnoliento, giré mi cabeza hacia un lado y miré alrededor. Estaba en mi habitación, acostado en mi cama, pero eso me confundió, me hizo preguntarme, ¿cómo había llegado a mi cama? Me senté lentamente, dejando a las cálidas mantas deslizarse hasta mi regazo. Miré alrededor de mi habitación un poco desorientado por un segundo, tratando de recordar qué había pasado.

I desee no haberlo hecho.

Cuando todo vino a mi cabeza, sentí que las lágrimas regresaban a mis ojos, pero las forcé a alejarse. Lo hecho, hecho estaba. No podía cambiarlo, aunque quisiera.

Suspiré suavemente, mientras mis emociones fluían a través de mí, haciendo a mi núcleo apretarse con tristeza. Arrojé las mantas y me deslicé fuera de la cálida cama, dejando a mis pies tocar el suelo frio de mi habitación. Yo aún tenía puesta la ropa del día anterior, menos la capa que estaba ahora colgando de un gancho en la puerta. Clockwork seguramente me la había quitado antes de dejarme en la cama, cuando me desmayé. Me levanté lentamente y caminé hacia el baño. Cuando me miré en el espejo, me estremecí ante mi propio reflejo.

Mis ojos de diferente color estaban rojos e hinchados por mi llanto de horas antes, mi piel pálida como tiza, estaba coloreada con sombras rosa, de las manchas de lágrimas; había ojeras bajo mis ojos, probablemente por todo el estrés, y mi cabello lucía como un nido de ratas. Los mechones blancos y negros sobresalían en cada dirección, desafiando todo sentido de gravedad.

Levanté el cepillo del mueble, poniendo en mi cabello un poco de orden. Entonces abrí las llaves del lavabo para llenarlo con agua. Sumergí mis manos en el agua y salpiqué algo en mi rostro, tratando de despertarme un poco más y limpiando los rastros de lágrimas al mismo tiempo.

Si yo iba a ser un exitoso Aprendiz del Tiempo, necesitaba reponerme y dejar de quejarme sobre el pasado. No había nada que pudiera hacer sobre lo que había pasado.

Suspirando otra vez, destapé el lavabo, dejando que el agua corriera por el drenaje hacia quién sabe dónde. Caminé fuera del baño unos momentos más tarde, después de cepillar mis dientes, y caminando hacia la puerta, tomando mi capa del gancho y poniéndola sobre mis hombros.

Esperaba que mis amigos pudieran perdonarme por lo que hice. Pensé tristemente mientras salía de mi habitación y bajaba el pasillo. Incluso si no saben que fui yo.

Entré a la habitación de visualización sonde vi a Clockwork mirando las líneas de tiempo en una de las pantallas. Yo caminé hacia el sillón y me renté relajándome un poco, de modo que, si tuviéramos invitados, yo podría estar medianamente preparado, y no me rompiera emocionalmente.

Cerré mis ojos y tomé profundas respiraciones, poniendo el último encuentro con mis amigos al fondo de mi mente. Me enfoqué en mi respiración y relajé mis músculos, uniéndome más en el mullido sillón. Cuando pude calmarme lo suficiente, abrí mis ojos y vi a Clockwork mirándome con una divertida sonrisa.

-solo me pregunto si estás bien después de lo de ayer- dijo casualmente, Clockwork, aun sonriendo y encogiéndose de hombros.

Asentí, forzándome a mí mismo a no pensar sobre eso.

-sí, estoy bien ahora. Gracias por preguntar, pero no es necesario preocuparse.

Clockwork asintió, pero podía decir que él no me creía.

-si tú lo dices Daniel, pero si tú necesitas a alguien para hablar...

-Tu estarás siempre aquí para mi

El aprendiz del Maestro del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora