Capítulo 17. Consultante

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Caminé por los pasillos de Casper High, Sam y Tucker caminando a mi lado parecían estar en una conversación bastante acalorada sobre algo, mirándome cada tanto. Por el ruido del pasillo no podía captar todo lo que decían y eso era lo que más me preocupaba. Me di cuenta de que estaban hablando de mí, pero no sabía si era bueno o malo. Miré alrededor de los pasillos, buscando una manera de tratar de alejar su conversación de mí. Pero no pude encontrar nada más que un grupo de otros estudiantes parados en los pasillos, hablando inflexiblemente entre ellos. Suspiré suavemente para mí mismo y busqué algo que hacer para distraerme de mis dos amigos humanos a mi lado que me estaban poniendo nervioso.

Justo cuando estaba a punto de rendirme e interrumpirlos yo mismo y preguntar qué era tan interesante sobre mí, vi una masa de cabello rubio muy corto entre la multitud que se alejaba de nosotros.

-Los veré en clase. – dije a Sam y Tuck sin detenerme. Y luego me apresuré y seguí al adolescente. Tenía la intención de hacer esto antes, pero no tuve la oportunidad.

-¡Dash! -Grité cuando me acerqué al chico.

Algunas personas se congelaron en sus conversaciones cuando llamé al acosador y me acerqué a él con una expresión tranquila pero determinada. Dash hizo una pausa y se dio la vuelta con una expresión confusa al escuchar su nombre, pero se tensó cuando me vio acercarme. Parecía que estaba a punto de huir para salvar su vida cuando le di una sonrisa tranquila.

-Relájate, Dash. Solo deseo hablar. Le dije, causando que los estudiantes nos miraran con sorpresa.

Rápidamente envié una mirada fría alrededor del salón, encontrando los ojos de todos. El significado era claro. Piérdanse. De repente, todos los demás parecían haber encontrado algo más interesante que hacer y la multitud se hizo más escasa.

-¿Qué quieres, Time? -preguntó, tratando de forzar un débil ceño fruncido en su rostro. Lo gracioso era, que no estaba funcionando demasiado bien.

Levanté la mano en un gesto tranquilizador.

-Solo quiero hablar. Parecía que empezamos con el pie izquierdo, así que me preguntaba si hoy podríamos sentarnos juntos a almorzar y hablar para que podamos arreglar esto y dejarlo de lado. Normalmente soy una persona tranquila, y la tensión solo me pone nervioso. No me gusta mucho. -Le dije con una sonrisa amable.

Dash vaciló, mirando una vez alrededor de los pasillos casi vacíos, antes de volver a mirarme.

-¿Cuál es el truco?-

-Te lo acabo de decir, deshacernos de la tensión y empezar de nuevo. Me ent--criaron para tratar de sacar lo mejor de todo y de todos. Quiero ver si puedo descubrir qué es lo que está haciendo que seas tan hostil hacia mí. -Dije, estremeciéndome ante mi casi desliz, casi diciéndole que estaba "entrenado".

Dash miró alrededor de los pasillos de nuevo, como si buscara algún testigo, antes de soltar un fuerte suspiro y encogerse de hombros.

-Bien. Podemos hablar en el almuerzo. -Dijo débilmente, pareciendo asustado por estar demasiado cerca de mí por largos períodos de tiempo. Asentí con la cabeza una vez y sonreí.

-Gracias. Supongo que te veré entonces. -Luego me di la vuelta y caminé hacia Sam y Tucker, quienes estaban parados al final del pasillo, observando el intercambio con curiosidad. Les sonreí suavemente.

-¿Qué? -Tucker me miraba con los ojos muy abiertos.

-Amigo... te das cuenta de que invitaste al mayor matón de la escuela a sentarse y hablar contigo en el almuerzo, ¿verdad? -preguntó débilmente, su rostro luciendo pálido. Le di una mirada mordaz.

El aprendiz del Maestro del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora