Adrift [H.S]

S1:E13: ¿Me marcho?

Un sabor metálico inunda mi boca, todo da vueltas a pesar de que tengo mis ojos cerrados. Siento un fuerte dolor en el estómago, pero no le tomo tanta importancia, siento frío entrar por debajo de la ligera sábana color blanca que me cubre de la cintura hacia abajo.

Abro los ojos, sin embargo, éstos se vuelven a cerrar por la intensidad de la luz que hay en la habitación. Mi cabeza duele y tengo muchas ganas de vomitar, todo mi alrededor está lleno de globos y flores que decoran la habitación, estaba tan perdida que ni siquiera había notado que mi mamá estaba a mi costado sosteniendo fuerte mi mano.

—Mami —balbuceo, pero ella me escucha—¿dónde estoy? —pregunto algo impaciente.

—Tranquila, todo está bien. Estamos en el hospital —la mujer susurra lo cual agradezco, tenía un moño despeinado y parecía que no había dormido en días

—No recuerdo nada, ¿por qué estoy aquí?

Mamá desvía su mirada por un momento, para ser honesta solo podía recordar voces gritando y disparos, recuerdo ver a papá lleno de angustia mientras llamaba mi nombre, pero después todo está borroso—hubo otro atentado contra tu papá —siento como mi expresión cambia por completo, es entonces cuando más recuerdos comienzan a llegar a mi—al parecer él era el único objetivo, pero...

—Pero qué...

—Salvaste su vida, Maddie —frunzo el ceño cuando me doy cuenta de que nada de eso estaba en mis recuerdos—te interpusiste entre las personas que lo atacaron y tu papá. Lamentablemente una bala te hirió, estuviste inconsciente por cuatro días, pero todo salió bien, la bala no perforó nada. Así que todo está bien —mi madre explica para después plantar un beso en mi mano.

—¿Y todo esto? —pregunto mirando todos los globos, osos de peluche y flores que había en la habitación.

—Max, Alice y Ryan te han visitado y han traído obsequios —dice—¿quieres saber cuál es la mejor parte? —mamá sonríe.

Noto como mamá trae a mí un enorme ramo de orquídeas—lee de quien es —dice emocionada

Tomo la pequeña nota que yacía entre las rosas para abrirla, ¨Las orquídeas se asocian con la belleza y la perfección. Tú sobrepasas eso, te quiere H.¨

—¿No es romántico? —mi madre chilla con voz tierna

—Basta, mamá. Solo somos amigos, es todo.

H A R R Y

Mi cabeza estaba por explotar, no hago más que tomar un par de pastillas que reposaban en el escritorio y tragarlas tratando de aliviar el dolor. Las noticias no paraban de girar, alrededor de unos catorce muertos y diez heridos habían resultado de esa noche, excepto el que era el objetivo. Comprendí que asesinar a Steve Davis ahora que es el gobernador sería en triple de difícil, más no imposible.

—¡No me molesten! —escupo cuando escucho tres toques en la puerta

—Soy yo.

Siento náuseas al escuchar su voz del otro lado de la puerta, lo único que quería era tomar el rifle que tenía debajo de la mesa y descargarla sobre su cabeza, pero me detengo—adelante —digo.

No puedo sentir nada más que odio y rabia cuando lo veo entrar a la habitación, quería asesinarlo.

—Harry —dice en forma de saludo mientras toma asiento frente a mí.

—Tyson —respondo—que pantalones para venir aquí, me sorprendes.

—Lo sé, pero no vine para tener un picnic —su voz es tranquila y su expresión es tenue, aunque en el fondo quiere matarme tanto como yo a él—quiero que quites a todos tus perros falderos de mis calles, anoche apuñalaron a cinco de mis dealers, obra que los tuyos hicieron —dice mientras fuma su cigarrillo.