Camino de un lado a otro, siento nervios con cada timbre que da el teléfono. No hay respuesta durante la primera llamada, así que vuelvo a intentarlo. Finalmente, éste es contestado.
—¡Hola! Tal vez esto suene extraño, pero... Soy Maddie, Maddie Davis. ¿Podemos vernos?
***
Permanezco de pie frente al lago donde acordamos vernos, mi vista la busca con cada persona que veo a lo lejos, pero no hay señales de ella. Sabía que venir aquí sin ningún tipo de protección era muy peligroso, es decir, mi papá ahora era una de las personas más odiadas por los criminales, así que eso me hace a mí un blanco fácil.
—¿Maddie?
Giro con susto cuando escucho su voz detrás de mí—Vanessa.
—¿Por qué me llamaste? —pregunta confundida.
—Sé que llamaste a Harry anoche. —noto como la chica muestra una expresión de nerviosismo.
—Debo irme.
—¡No, espera! —le tomo del brazo. —necesito encontrar a Tyson, sé que sabes dónde está.
—¿Estás demente? Es una misión suicida, chica. —exclama.
—Por favor, te pagaré, haré lo que quieras, pero ayúdame a encontrarlo.
Vanessa me mira un par de segundos, desvía su vista al lago pensando en mi oferta, después de un rato, me mira.
—Quiero boletos de avión para mí y mi familia, después de hacer esto el va a matarme, así que quiero salir del país, ¿es un trato?
—Trato. —estrecho su mano.
***
—Solo actúa como yo y no hables, ¿entendiste? —asiento mientras camino junto a ella.
Me encontraba en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad, caminamos sobre la cera con dirección a un gran edificio, algo viejo y parecía estar abandonado por fuera.
Siento terror y ganas de vomitar cuando veo a dos hombres parados junto en la entrada, siento mareos cuando veo como sacan sus armas, voy a morir.
—¿A dónde creen que van? —uno de ellos le pregunta a Vanessa.
—Tyson me llamó, quiere un poco de diversión, así que muévete. —Vanessa responde desafiante.
—Él señor no está aquí, salió.
—Sí, me lo dijo, está algo estresado así que quiere dos lindas lesbianas en su oficina antes de que llegue. —sé que mis expresiones me estaban delatando justo ahora, solo podía sentir la mirada encima de uno de ellos.
—Bien.
Alivio es la única palabra que puede describir lo que siento cuando los tipos nos dejan pasar, Vanessa me mira con su ahora expresión real, terror.
Subimos un par de pisos hasta llegar a algo que parecía ser un pen Hause.
—¿Qué demonios haces? —la chica pregunta cuando me ve buscando entre el escritorio.
—Quiero saber por qué Tyson quiere entregar a Harry a la policía. —respondo.
Un silencio abunda en la habitación, mi vista se dirige a Vanessa quien parecía estar aterrada—¿tu sabes algo? —pregunto.
—¿Sabes qué? No sé por qué hice esto, me voy —dice antes de abrir la puerta.
Mi corazón late fuerte cuando lo vemos parado tras la puerta, él mira a Vanessa con una diabólica sonrisa, lo cual me hace temblar.