Faltaba poco para que la noche cayera sobre la ciudad, era impresionante como la tormenta no había cesado, mi vista se desvía el volante hasta el asiento del copiloto donde reposa el ticket de avión.
—Harry va a tomar un barco pesquero cerca Sailing, debes darte prisa, usualmente esos barcos no tardan en zarpar.
La voz de Sutter resuena en mi cabeza. De pronto, flashes de esa noche que Olivia murió regresan a mi cuando veo la velocidad en que iba, era como una especie de dejavú, un doloroso dejavú.
Sentía mi piel helada cuando el frío viento pega en todo mi cuerpo. Mi corazón latía tan fuerte que sentía ganas de vomitar.
Ignoraba todos los insultos de las personas a las que quitaba de mi camino mientras lo buscaba desesperadamente. Todo a mi alrededor se movía, estaba mareada y quería desmayarme.
Había tantas personas que apenas y podías caminar. —¿sabes dónde están los barcos pesqueros? —pregunto a una mujer quien parecía ser trabajadora.
—Solo hay uno que saldrá en cinco minutos, está por allá, ven yo te llevo...
Ignoro por completo a la mujer y salgo corriendo hasta la dirección que me indicó.
Mis pies dolían, sentía mis piernas querer flaquear, pero las obligo a seguir corriendo. Puedo ver a lo lejos un enorme barco al cual subían las últimas personas, mi esperanza estaba a flor de piel, sigo empujando a todas las personas que subían al bote.
—¡Harry! —siento las miradas extrañas de las personas a mi alrededor. Pero no hubo respuesta.
Lo había perdido.
—¡Maddie! —mi corazón recobra vida cuando escucho su voz a lo lejos.
La enorme cantidad de personas nubla mi visión hasta él, pero aun así lo veía, ahí estaba mirándome con una nostálgica sonrisa.
—¡Harry!
Noto como él también corre hacia mí con desesperación, moviendo a todas las personas que se interponían.
De pronto, todo dentro de mi revive cuando lo siento cerca de nuevo.
—¿Qué demonios haces? ¿qué demonios haces, Maddie? —dice con voz entrecortada mientras besa mi rostro.
—No podía perderte... No podía dejarte ir. —lloriqueo mientras sujeto fuerte sus mejillas.
—Maddie, lo siento tanto... Te amo ¿lo entiendes?
—También te amo, te amo, Harry. Quiero irme contigo —susurro llamando toda su atención.
—¿Qué? —Harry me mira con sorpresa.
—Quiero irme contigo... Podemos empezar de nuevo juntos.
Harry me mira con demasiados sentimientos encontrados, sorpresa, tristeza, enojo, ilusión y todo a la vez.
—Es imposible, Maddie.
—Solo hay que intentarlo.
Siento paz cuando sus labios chocan con los míos, el me besa de una manera que creo que jamás había hecho, con pasión, era como si fuera el último beso.
—De acuerdo... Pero debemos tener un plan.
Harry me abraza de nuevo mientras observa a su alrededor, parecía estar asustado, muy asustado, pero aun así me sujeta demasiado fuerte.
—Este es el plan.
***
—¿Todo bien? —Harry pregunta cuando me ve salir por detrás de mi casa.