S1:E6: Charlas Nocturnas

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Mi Maddie interior grita por dentro, llora como una niña pequeña y quiere huir de esto como siempre lo ha hecho. Cobarde, me digo a mí misma por décima vez, ¿acaso no podía ser valiente por una puta vez en mi vida?

Mantengo mi vista en el suelo mientras mis codos reposan sobre mi regazo. Mamá parecía no tener fin en el teléfono, abogados, doctores, investigadores.

Un atentado y un impacto de bala en el costado inferior de su espalda, sé que papá era fuerte. Pero dentro de mi algo me atormentaba, algo dentro de mí me decía y me repetía mil veces que si yo no hubiera regresado, la vida de mis padres sería normal. Soy mala en su vida.

Observo a mi madre, mi vista se posa en su brazo vendado, una bala había perforado parte de su antebrazo tratando de proteger a papá. Su cabello estaba atado en un moño y su rostro era pálido, piensa que no he notado que no ha comido, que ni siquiera ha dormido. Sé que tratan de aparentar que todo está bien como esa noche que Liv se fue.

Después de unos largos minutos al teléfono, finalmente cuelga. Me observa detenidamente para después sentarse a mi costado—va a estar bien, Maddie. Lo prometo —mi madre susurra con voz quebrada.

—No prometas eso, mamá —respondo mientras la observo con mis ojos inundados—lo prometiste con Liv... —paro en seco cuando la expresión de mamá cambia, la había lastimado con tan solo decir el nombre de su pequeño ángel.

—Éles muy fuerte, eso lo sé.

Desvío nuevamente mi mirada hacia la nada. Siento un nudo formarse en mi garganta el cual, hace que mis lágrimas broten sobre mis mejillas—no debí volver... —digo—todo estaba bien aquí cuando yo estaba lejos... Creo que debo volver, debó regresar —noto como mi madre se quiebra en llanto, pero no tengo el valor para mirarle a los ojos.

—CuandoOlivia se fue... —mi madre murmura—sabíamos que no se había ido completamente,Maddie. Porque una parte de ella está en ti... La vemos todos los días cuandote levantas y nos das un beso en la mejilla, la sentimos cerca cuando nossonríes. Cuando volviste, todo volvió a tomar color.

Solo puedo sentir como mi cuerpo comienza a quebrantarse. mis manos tiemblan y es cuando puedo ver a mamá. Ella me observa con una leve sonrisa mientras sus mejillas estaban húmedas.

—No te lleves esa luz de nuevo, Maddie.

***

Cuando llego a casa después de un largo día en el hospital al cuidado de papá, lo único que quería era tomar una siesta de dos días. Subo las escaleras con la poca fuerza que tengo, era una fría noche así que opto por ponerme una pijama con mi gorro tejido.

Me recuesto sobre la enorme cama para tomar mi teléfono, por alguna razón mis manos me conducen hasta los contactos donde puedo observar uno de los últimos contactos, ¨Will Faris¨.

No lo hagas, pienso.

Mi índice está a solo unos movimientos de presionar el botón verde y llamarle, sin embargo, algo me detiene.

Un par de pequeños golpes en mi ventana aumenta mi curiosidad, la verdad era que soy una persona demasiado miedosa. Así que lo primero que hago es tomar el enorme bate de beisbol que descansaba debajo de mi cama. Camino lentamente hasta la puerta de la terraza abriéndola lentamente sin dejar de sostener el bate.

—¡Alto! —exclama cuando alzo el bate.

—¿Harry? —sonrío confundida cuando veo al chico cubrirse con sus manos—¿qué haces aquí?

—Vi las noticias, escuché sobre tu padre. No tenía idea que eras una Davis —explica mientras veo como su nariz está roja y su boca expulsa vapor cuando habla.

Adrift [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora