Ryker
- ¿Y bien?- digo mientras Erick entra a mi oficina.- No hay nada, solo hay hombres que se llaman Len.
- ¿Ni una mujer?
- No, salvo ella, pero no está en los registros.
- Que raro.- froto mi barbilla mientras frunzo el ceño.
- No hay nada de ella jefe.
- Está mañana despertó muy agitada.
- ¿Cómo?- frunce el ceño.
- Sí, despertó muy violentamente y aventó el despertador después.
- Joder.- se ríe.- Hasta el despertador le molesta.
- ¿Qué habrá sido lo que estaba soñando?
- Seguramente una pesadilla fea.- se encoge en hombros restándole importancia.
Me quedo callado, pensando en lo que vi esta mañana.
Antes de que llegara, ordene que pusieran cámaras en su habitación, así la tendría todo el tiempo vigilada.
- ¿Cómo va con el entrenamiento?- pregunto después de un rato.
- Bien, es muy buena en todo, aprende rápido, pronto será una de las mejores.- sonríe.
- Ya me di cuenta de que se llevan bastante bien.
Aprieto los puños.
- Sí, debo de ganarme su confianza para que así ella me cuente al menos algo de su pasado.
- ¿Y debes de reírte también?- frunzo el ceño.
- ¿Esta celoso señor?
- Esos sentimientos son para niños.- pongo los ojos en blanco.
- Pues parece que esta celoso jefe.- dice con burla.- ¿Por qué no se acerca a ella? Es buena chica.
- Me odia.
- Pero debería de comenzar a entablar una amistad con Len, así puede que también le diga algo.
- ¿Cómo? Es una salvaje, apenas estoy cerca de ella y ya quiere asesinarme.
- ¿Qué ha hecho para acercarse?
- Pues hoy le hable.
- ¿De qué?
- Le dije que no puede decir nada a nadie lo que vea, menos a su amiguito ese.
- ¿Harry?
- Sí.- ruedo los ojos.
- ¿Qué más?
- Pues la loca se puso histérica porque le dije que no podía verlo, después llegamos a un acuerdo en el que lo iba ver sólo los sábados, volvió a insultarme y se fue.
- Yo creo que fue porque le dijo que no iba a poder ver a la única persona que tiene en su vida.- se ríe.
- Fui amable.- me defiendo.- Le dije que sí podría verlo.
- Sí, después de que ella le gritara.
- Pues es su problema que no vea lo generoso que soy.- deshago el nudo de mi corbata.
- Bueno, tendrá que hacerlo mejor.- se pone de pie.- ¿Por qué no entrena con ella?
- Claro, para que me golpee.
- Sí, así podrá descargar un poco su ira.
- ¿Y después?
- Pues hablen, comiencen con cosas básicas, como su nombre, sus gustos y así.
- Eso es patético.- pongo los ojos en blanco.
- ¿Entonces cómo quiere que le haga caso jefe?
- No quiero que me haga caso, quiero que me respete.
- Gáneselo, ella no se lo dará si no se lo gana.
- Ya vete a entrenarla.- pido cansado.
- Bien.- comienza a caminar a la puerta.- Sólo le diré que si comienza a entenderla será mejor.
Se va sin esperar una respuesta de mi parte.
¿Entenderla?
Ella es una loca que sólo busca lastimarme en vez de protegerme como es su deber.
Me importa muy poco lo que piense y haga.
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Fin del juego
ActionMentiras, secretos, tentaciones y un amor prohibido. Son las cosas necesarias para crear el caos total. ¿Estás listo para averiguar quién miente y quién no?