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Ryker

¿Qué no es mía?

Por favor, ayer en la noche la escuché gemir mi nombre una y otra vez hasta que cayó rendida en mis brazos.

Len me pertenece y se lo voy a demostrar.

Después de entrenar, me dirijo a mi oficina para terminar mi trabajo, tengo varías entregas que aún no han sido llenadas.
Estoy concentrado en mi labor, sin embargo este se interrumpe gracias a Erick que entra sin avisar.

- ¿Qué no te enseñaron que debes de tocar antes de entrar a un lugar?- lo fulmino con la mirada mientras se acerca a mí.

- Vamos, nos conocemos desde que éramos pequeños, además usted jamás toca cuando entra a los lugares.- sonríe mientras toma asiento.

- ¿Qué quieres?

- Sólo vine a entregarle esto.- saca de su saco un sobre color negro con las iniciales de B.O.- Lo manda Bartholomew.

La tomo y la abro, es una invitación para una fiesta en donde se subastaran varias cosas, como armas, mujeres y piezas arqueológicas.
Dice que el festejo será formal y con mascaras y se hará en dos semanas.

- ¿Qué dice?- pregunta Erick.

- Es una fiesta, subastaran diferentes cosas, ya sabes cómo es esto.- dejo el sobre en el escritorio.- Pero ahora será de mascaras.

- Vaya, Bartholomew es original.- sonríe de lado.- ¿A quién llevara?

- Tú, Abel, Joe y Len.

- Que raro que vaya Len.- me mira con complicidad.

- ¿De qué hablas?

- Vamos, está mañana vi sus ropas tiradas cerca del piano.

- Bueno.- suspiro.- Sí pasó lo que crees.

- Era obvio, la forma en que los dos se miraban los delata.

- ¿Dónde está ella ahora?

- Acaba de terminar de estudiar, creo que ahora va al campo de tiro.

- Dile que venga, quiero informarle que pronto tendremos un encuentro con nuestro aliado.

- Sí jefe.- comienza a caminar mientras no deja de sonreír.

- ¡Ya deja de sonreír como imbécil!- se ríe antes de marcharse.

Después de unos minutos, finalmente llega Len, lleva una playera negra de tirantes, un pantalón del mismo color y unas botas igualmente negras. Su cabello esta amarrado en una alta coleta y su ceño se encuentra fruncido.

- ¿Para qué me querías?- dice mientras cierra la puerta y se acerca.

- Siéntate.- señalo la silla frente a mí.

Sin decir nada, lo hace.

- ¿Y bien?- se cruza de brazos, haciendo que sus pechos se junten.

- Mi amigo Bartholomew O'Sullivan nos invito a una fiesta, tendremos que ir ya que es uno de nuestros aliados más importantes que tenemos.- la miro directo a los ojos.- Así que tendrás que vestirte bien por una vez en tu vida.

- ¿Cuándo será?- suelta un bufido.

- En dos semanas.

- Bien.- asiente una vez.- ¿Eso es todo?

- No.- me pongo de pie y comienzo a caminar hacia donde está.

Ella no hace nada, sino que solo se limita a seguirme con la mirada.

Fin del juego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora