El despertador suena interrumpiendo mi sueño.
Froto mis ojos en un vago intento de despertar, una vez que los abro veo el techo con algo de moho y con algunas grietas.
Joder, debo de salir de está vida que tengo.
Me pongo de pie y camino hacia el baño para darme una ducha fría y así poder despertar.
Una vez que termino, seco mi cabello y me veo en el espejo.Debo de hacer esto por mí, debo de salir adelante sea como sea. Digo para mis adentros.
Cepillo mis dientes y me coloco unos pantalones ajustados y una playera negra algo gastada, cuando termino tomo una maleta vieja y coloco mis pocas cosas en ella.
Una vez que esta todo listo, tomo mi celular y le mando un mensaje a Harry.
Yo: "Me voy, deséame suerte" 5:30 am.
Guardo el teléfono en mi bolsillo trasero, tomo mis cosas y me marcho.
El cielo aún está algo oscuro, el frío está más intenso que otras veces y hay pocas personas en la calle.
Mientras voy en el metro, me pregunto una vez más qué era de mí antes del accidente, hay algunas cosas que no encajan.Como por ejemplo que sigo teniendo esos sueños raros en el que estoy con un hombre en la playa, aún no logró distinguir su rostro, pero algo nuevo que paso fue que hablo por primera vez.
Recuerdo que dijo "Es hora de que recuerdes quién eres en realidad"
¿Qué significara eso?
¿Ese señor fue alguien importante para mí?
¿Fue algún familiar?
Dejo esos pensamientos a un lado una vez que llego al bar, son las seis en punto y hay una camioneta negra enorme enfrente.
De esta bajan dos hombres bien vestidos, uno de ellos es rubio y de ojos azules, lo recuerdo, es el tipo con el que discutí.
El otro es moreno y de barba, es alto y corpulento.
- Señorita Len.- dice el rubio.- Mi nombre es Erick y él es Abel.
- Hola.- digo sin mas.
- Permítame su maleta.- dice Abel.
Se la doy sin decir nada y el rubio me indica que me adentre a la camioneta y eso hago.
Estoy alerta, no confío en ninguno de ellos y debo de estar al tanto de todos sus movimientos.- Me sorprendió la técnica que hizo cuando nos vimos por primera vez.- dice Erick.
- ¿Cuál?
- Fue una combinación de judo y de karate.
- Ah.- es lo único que digo.
- ¿Dónde aprendió a pelear así?- se voltea a verme por unos segundos.
- Entreno.
- ¿Qué entrena?
- Boxeo.
- ¿Pero cómo sabe judo y karate entonces?- frunce el ceño.
- Anteriormente entrenaba los dos.
Era mentira, las distintas técnicas de karate, judo y Taekwondo no sabía de dónde las recordaba, sólo las tenía en cuenta en el momento de pelear.
- Mhm.- dice sin más antes de regresar la vista al frente.
Después de un viaje en carretera, finalmente llegamos a una casa, perdón mansión.
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Fin del juego
AcciónMentiras, secretos, tentaciones y un amor prohibido. Son las cosas necesarias para crear el caos total. ¿Estás listo para averiguar quién miente y quién no?