Mi Diario [1er Libro Completo]

Orgasmo activo parte 2

Mi orgasmo estaba comenzando a ponerme loca, loca pero de querer sentir su verga dentro de mi.

—¡Por ti amor hago lo que sea!—Dije con excitación y en voz alta.

Mi orgasmo estaba activo, tanto así que comencé a manosear mis partes íntimas con mis dedos, lo que sé conoce cómo vagina pues se estaba comenzando a mojar, para mí ésto me estaba dando altas probabilidades de que al tener al amor de mi vida conmigo, aguantaría hasta 4 horas de relación sexual.

—¡Amor quiero que me hagas ésto todos los días de mi vida!—Digo en súplica.

—¿Pero qué?—Se pregunta sorprendido.

—¡Ah,ah,ah,ah, así quiero Griffin que hagas sentir amada!—Habla en voz alta y con excitación.

—¡Ay qué estar mal de la cabeza para hacer esto y en esté bosque!—Expresa sorprendido y a la vez  confundido.

—¡Tú serás ese hombre que me ponga a mi a valer cómo mujer!—Expresa con alegría, mientras manosea sus partes íntimas.

La joven estaba en el bosque teniendo un orgasmo de locura, mientras hablaba, sin dejar de mencionar el nombre y el apellido de esa persona con la cuál quiere tener relaciones sexuales. Pero lo que la joven no sabe es que su hermano la siguió a ella y se está dando cuenta de lo que ella está haciendo.

—¡Ahora sí soy la más feliz de todas!—Expresa feliz mientras coge una piedra y deja las hojas en la cuál escribió la noche anterior.

—¿Pero qué es eso qué está dejando mi hermana debajo de esa piedra?—Se pregunta con curiosidad.

—¡Bueno amor me disculpo por haber llenado de mi extraño líquido una de las hojas, pero así sabrás el como deseo que me dejes!—Expresó la joven con alegría mientras dejaba atrás el árbol.

Mientras tanto a los lejos...

—¡Descubriré lo de esas hojas!—Dice el estando seguro de sí mismo.

La muchacha había ya dejado el bosque, pero no sabía que su hermano estaba en el bosque, este quería ir a descubrir lo que su hermana había dejado bajo la piedra, pero esté no llegó al lugar de los hechos porqué en ese instante llegó un hombre, cuya personalidad, era bastante extraña, tenía encima cómo una capucha de color vinotinto, vestía una camisa blanca larga, un pantalón de botas anchas de color de rojo.

—¿Quién diablos es ese tipo?—Se preguntó confundido el chico.