República Dominicana

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—¡Madre yo creo que es mejor que ya usted se vaya yendo para los Estados Unidos!—Le dice el joven a su madre.

—¡Tranquilízate hijo, a tí es al qué menos veo!—Habla tranquila y segura de lo que estaba haciendo.

—¡Pero madre es mejor que estés allá que aquí!—Insiste.

—¡Deja de darme órdenes!—Reprocha un poco molesta la madre.

—¡No estoy ordenando nada, sólo que ellos deben estar preocupados!—Habla con cierto miedo, mientras explica a su mamá qué sus otros hijos se comenzarán a preocupar.

—¿Puedes dejarte de estupideces?—Lo persuade con una pregunta relevante a lo que está sucediendo.

—¡Está bien cómo quieras!—Suelta de su boca un suspiro de intranquilidad.

—¿A qué temes?—Le hace otra pregunta a su hijo.

—¡A nada madre!—Responde con seguridad.

—¿Entonces porque quieres que me vaya?—Sigue preguntando.

—¿Me estás interrogando?—Le responde a su madre con una pregunta.

—¡No te estoy interrogando sólo quiero saber porque la insistencia!—Habla dándole a entender al muchacho que las preguntas que está haciendo no las hace por interrogación.

El chico tenía una pesadez en su cuerpo y a su vez un gran pensar ya qué esté sabía lo que su hermano había hecho.

Minutos después...

—¿Una llamada perdida de Luis?—Se pregunta curiosa al ver revisar su teléfono y ver la llamada perdida.

—¿Qué sucede Maritza?—Pregunta el hombre dirigiéndose a la señora.

—¡Nada!—Responde fingiendo no suceder nada.

—¡Te conozco amor!—Susurra al oído mientras pasa su mano por el cuello de la mujer.

—¡Ey quieto!—Grita mientras le hecha un empujón al hombre.

—¿Y esto a qué se debe?—Preguntó confundido.

—¡Se debe a que tu y yo no somos nada para que me estés poniendo un dedo encima!—Explica molesta y a su vez furiosa.

—¿Qué no somos nada?—Formula su pregunta de manera cínica y pícara.

—¡Exactamente no somos nada!—Responde afirmando la pregunta que esté había hecho.

—¿Porqué me tratas así?—Pregunta queriendo saber el porqué del trato de la señora hacía él.

—¡Tu y yo cometimos un error y estoy arrepentida por ello!—Explica mientras se aleja de él.

—¡Pero ambos disfrutamos de ese error!—Habla con voz seductora.

—¡No caeré nuevamente en tu juego!—Reprocha la forma en cómo habla el viejo.

—¡Déjate llevar por mí!—Expresa pícaramente.

—¿Estás loco George?—Hace su pregunta mencionado el nombre del hombre.

—¡Tenía tiempo sin escucharte llamarme por mí nombre, eso quiere decir. —¡Disculpa que te interrumpa pero ni creas qué aún siento amor por tí imbécil!—Interrumpe a George y lo insulta.









Dentro de la habitación..

—¡Madre lo siento mucho!—Habla para si mismo arrepentido.

—¿Y tú porque más o menos lloras eh?—Pregunta una chica.

—¿Tú qué demonios hacéis aquí adentro?—Pregunta asustado.

—¡Estaba durmiendo cuándo por tú hablar y llorar me despertaste!—Explica la joven mientras bosteza.

—¿Qué le ocultas a tu mamá?—Lo persuade.

—¡Deja de hacer preguntas!—Evade y ordena a la chica dejar de hacer preguntas.

—¡No dejaré de hacerlo hasta que tú dejes de evadirlas!—Lo acorrala contra la pared.

En ese instante qué la chica había acorralado al joven a la pared, está al estar encima de él se disponía a darle un beso pero el chico le dió un empujón.

—¿Qué estás loco man?—Pregunta desesperada y cansada a su vez.

—¿Me perdonas?—Pregunta en forma de súplica.

En ese momento el chico esperaba ser perdonado por la chica pero ella le metió el pie haciéndolo caer al suelo y justo estando acostado está aprovechó, se le montó encima y lo besó.

¿Qué pasará ahora que la chica acaba de besar al muchacho? Sigue leyendo recuerda que ya faltan días para que se acabe este primer libro y comenzar con el segundo.

Mi Diario [1er Libro Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora