Nota escrita por rabia

31 22 4
                                    

La joven quería hacerle una pregunta al muchacho pero para su suerte ya era tarde, el chico ya no se encontraba en el lugar, para Carolina ver qué sucedan este tipo de cosas es algo totalmente fuera de lugar.

La jovencita salió del bosque, estaba furiosa, furiosa por lo que acaba de suceder.

Minutos después...

—¡Madre!—Llamó el joven a su madre.

—¿Si hijo que ocurre?—Pregunta curiosa la madre a su hijo..

—¿Dónde está mi hermana?—Responde con una pregunta.

—¡No sé!—Responde su madre sin dar mucha explicación.

—¡La estoy buscando para hablar con ella voy a su cuarto y no está!—Habló con un poco de tristeza.

—¡Tranquilo, de seguro ya llegará!—Habla tratando de calmar a su hijo.

En ese momento la puerta se abrió, era Carolina entrando a la casa, cuándo su madre la vió en el estado en el que estaba ella le preguntó a su hija:

—¿Y porqué andas tan molesta?—La persuade con una pregunta de manera autoritaria.

La chica estaba queriendo ignorar a su madre, pero está se le acercó y la sentó y le dijo:

—¡A mí no me vas a ignorar, responde la pregunta que te acabo de hacer!—Ordena a la hija a responder la pregunta.

La muchacha no tuvo otra opción más que contestarle a su madre:

—¡Hoy madre, salí a pasear y unas palomas me ensuciaron mi blusa, mira!—Explicó a su madre.

Cuándo la madre sabía porqué su hija estaba molesta la dejó ir.

Un momento, ¿Se han puesto a pensar en algo? La joven Carolina le acaba de mentir a su madre, diciendo algo qué no es verdad, todos sabemos perfectamente bien qué ella está furiosa por lo que pasó en el bosque y no por esa mentira que le dijo a su madre. Sigamos más de cerca a la chica.

La joven ya había dejado la sala de su casa y se dirigía al cuarto pero en ese momento su hermano.

—¡Detente ahí damisela mentirosa!—Ordena que se detenga mientras le pone dos apodos.

—¡Mira Juan Pablo ahorita no estoy para juegos, déjame sola!—Le habla de mala manera a su hermano mientras ordena que la deje sola.

—¡No me ire!—La reta.

—¡Fuera!—Lo corre.

—¿Y sino quiero?—Le hace una pregunta en forma de reto.

—¿Haber que quieres?—Pregunta mientras sigue caminando a su cuarto.

—¡Saber porque le mentiste a todos!—La culpa de mentirosa

—¿Mentir a todos?,¿De qué hablas?—Hace dos preguntas mientras se detiene para abrir la puerta de su habitación.

—¡Entra, pero me dejas explicarte!—Ordena entrar a su hermana mientras le dice qué lo deje hablar.

Una vez que ambos entraron a la habitación, Juan el hermano menor de Carolina, cerró la puerta con seguro, estando la puerta ya cerrada esté se sentó cómodamente en la cama de su hermana y mirándola a sus bellos ojos, le dijo:

—¡Eres tan experta mintiendo que ni siquiera Daniel qué es policía profesional, se dió cuenta, pero yo no soy bobo yo si me doy cuenta de todo, verás hermana, te diriges a ese bosque, mencionando el nombre y el apellido de un hombre que no existe, y no sólo eso te atreves a masturbarte en el bosque¡Por Dios hermana!, Quiérete a ti misma—Habló acusando a su hermana de loca.

—¡Ah ya veo!—Dice impresionada.

—¿Haber porqué tanta impresión?—Preguntó curioso.

—¡Tú me estás espiando y no sólo eso, hasta debes haber leído las notas qué escribo y dejo pisadas con una piedra!—Habló explicando a su hermano lo que hace, mientras lo culpa de espía.

—¿De qué notas estás hablando tú?—Pregunta confundido.

—¡Ay no te hagas!—Suspira

—¡Mira hermana, no se de que notas me estás hablando tú pero quedas advertida, vuelves hacer lo mismo en ese bosque y me encargaré de manchar tu reputación!—Habló advirtiendo a su hermana de manera amenazante.

—¿Sabes que?, Yo no seré la única que tenga mala reputación, tú haces una tontería como la que acabas de decir y te recuerdo que todos pagaremos porqué somos de la misma familia—Habló con ironía y felicidad.

El chico la miró se levantó de la cama, se dirigió a la puerta la abrió y salió de la habitación de su hermana.

Carolina, estaba súper molesta, uno de sus mayores secretos había sido descubierto, pero ella estando tan molesta cogió el diario, se dirigió a la última hoja del diario y en ella escribió:

¡Griffin! Te maldigo hasta el fin del mundo, por mi te puedes ir al diablo, resulta que hoy que estoy en el bosque aparece un chico enmascarado, se levanta la máscara hasta la nariz, me agarra la quijada y luego me penetra un beso, un beso que me encantó, sentí un orgasmo más alto, un gran y maldito orgasmo, sí tú eres ese chico, entonces deja de mentir diciendo nombres y apellidos que no son ciertos, tú eres para mí pedazo de imbécil.

Ahora no iré al bosque tendremos nueva zona, te maldigo.

La muchacha había escrito una nota con furia, pero a su vez esa nota no solamente tenía furia, tenía como una calentura, calentura cómo de tener sexo. Y no solamente eso ahora la chica va a tener que buscar otra zona para seguir con lo que hace habitualmente. ¿Pero qué sucederá ahora qué su hermano Juan Pablo sabe su secreto? No dejen de pedir actualización de la historia.

Mi Diario [1er Libro Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora