➤ 20

7.5K 1.2K 348
                                    

Decir que estaba decepcionado no alcanzaba a describir el verdadero peso que traía en el corazón. Yoongi estaba molesto, deprimido, frustrado y traicionado. Traicionado por su propia biología. ¿¡Cómo su lobo se atrevía a sentirse tan mal cuando a solas decidió adelantarse el calor!?

¡Como si Jimin fuera a ser cautivado por su aroma o algo! ¡Como si de un mes a otro el omega fuera a olvidar el ataque que recibió de ese alfa en celo! 

Lobo demente, lobo idiota. 

Ahora tenían que sufrir solos. 

Claro que Yoongi sabía que tendría que pasar tarde o temprano (idealmente tarde, en las dos semanas que se suponía comenzaría), pero al menos pensaba que UNA de sus preocupaciones no estaría también sobre él en tan delicadas horas. Pero no. Por supuesto. Ahora no sabía qué sería de él esta semana, si podría sobrevivir para jugar bien el jueves y si podría controlarse para no ir en busca de Jimin. 

Jimin...

No podía dejar de pensar en él. Y en su aroma. Y en la bufanda que le entregó. 

Su bufanda tenía su aroma.

Olía tan bien. 

Le hacía soltar gruñidos de tanto placer que parecía estar ronroneando sobre la tela negra.

Oh, dioses..., y sus labios. Y sus ojos brillantes. Y su sonrisa. Y esa expresión que tenía cuando lo penetraba lento. Sus gemidos. Sus quejidos. Sus ligeros llantos de puro placer... La forma en que se retuerce bajo sus manos. Sus dientes apretando su labio. Sus manos recorriendo su propio cuerpo. Sus piernas fuertes, sus muslos gruesos. Sus caderas y cintura definida. Su respiración. Su voz. Su risa. 

Jimin...

Jimin, Jimin...

Omega, omega, mi omega...

Yoongi abrió los ojos, respirando a duras penas y con la piel hirviendo. Tenía su frente apoyada en la puerta de su dormitorio, gruñendo mientras peleaba consigo mismo. Apretando los ojos y los puños, apretando la quijada. Lamiéndose los labios, secos por la ausencia de Jimin. 

—¿Necesitas más agua? —preguntó Jin del otro lado, quizá desde la sala. 

Yoongi no contestó. Jin entendía que era una negación. 

Ya era lunes, quizá pasaban las dos de la tarde. No ha comido mucho, pero ha bebido ya dos botellas de agua. El apogeo de su celo acababa de comenzar y su cuerpo cada vez se movía con menos permisos de su parte. 

Sin embargo, mientras su lobo pedía por Jimin, su cabeza sacudía sus ideas para recordarle que no podría hacerle eso a su angelito. 

Ah, Yoongi estaba tan triste por haber tenido que atrasar su cita en John's...

Mientras recordaba la vez que Jimin le comentó de lo asustado que estuvo cuando ese alfa intentó entrar a su dormitorio estando en pleno apogeo de su celo, Yoongi volvió a sentir su cabeza enfriarse y su lobo calmarse. 

Incluso caliente y necesitado, aun así podía respetar a Jimin. 

Estaba orgulloso de su lobo. 

Adolorido y con la ropa interior apretada, Yoongi arrastró los pies devuelta a su cama. Desganado, agotado y pensando en el omega, se arrojó sobre sus sábanas y se preparó para otra ronda de sofocante calor. 

Jin, en su propio dormitorio o en la sala, de vez en cuando le preguntaba si necesitaba agua o un arma. Cuando decía arma, su roommate le llevaba cereales. Siempre terminaba satisfecho.

FREE HUGS || YM || ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora