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Cuando Yoongi volvió a su dormitorio, no recibió ninguna pregunta de inmediato. Se encontró con Jin viendo la tele en la sala, con un bol de cereal sobre el regazo y la portátil al costado. Su mejor amigo le había mirado e ignorado en seguida, casi como siempre. Aquello Yoongi lo agradeció. Hasta que, a punto de meterse al baño, luego de asaltar el refrigerador y tomar algo de jugo, el otro alfa habló. 

—Creí que estabas entrenando —le dijo, echándole un vistazo de reojo. 

Yoongi asintió. —Lo estaba —Cerró la puerta del refrigerador—. ¿Por qué la expresión?

—Hueles a Jimin. 

Por suerte Yoongi le estaba dando la espalda o le hubiera visto poner una mala mueca en la cara. 

—Ajá. Pasé un rato a su departamento —Yoongi alzó las cejas y se giró a mirarle, justo antes de decidir irse al baño y darse una ducha. Sonrió con cierta burla—. ¿Estás celoso? 

—No estoy bromeando —le comentó, masticando suavemente el cereal en su boca. Yoongi no tardó en imitar la sensación del ambiente—. Hueles a él, sí, como si hubieses estado en su cama por horas. Pero, al mismo tiempo, no hueles a que hayan hecho algo más. 

—Es desagradable que siquiera puedas saber eso sólo con-

—Yoongi. 

Entonces el pelinegro arrugó el entrecejo. —¿Qué te pasa? —preguntó, confundido—. ¿Por qué pareces enojado? ¿Que acaso no puedo tener una sesión de besos con el omega con el que me estoy acostando?

—No es que no puedas —explicó, alzando la cuchara y devolviendo la mirada al televisor—. Es que creo que nunca lo has hecho. ¡Me da curiosidad! 

Yoongi rodó los ojos, tomando sus cosas para ir pronto al baño. 

—Vale, gracias por el repentino interés en mi vida sexual. 

—Estoy preocupado por tu vida amorosa —Metió otra cucharada de cereal a su boca—. La parte sexual me vale un comino, en serio —Cuando no recibió respuesta, volvió a girarse a mirarle, sólo para ver cómo el más bajo avanzaba hasta el baño—. Siempre eran tres razones —alzó la voz.

Yoongi paró y le miró con pocas ganas. —¿Ah?

—Siempre fueron tres razones las que te detenían de tomar una pareja, ¿recuerdas? 

Jin, al menos, todavía recordaba al último omega que había llevado al departamento antes de Jimin. Con respecto a ese omega, Jin le dio toda la razón cuando Yoongi dijo que no le veía futuro. Toda la cita fue aburrida, le dijo, y el sexo promedio. Por supuesto que Jin lo entendió. ¿Pero ahora?

—No sé de qué hablas —Yoongi alzó las manos, dejándolas caer al costado luego. 

—Si no te gustaba alguien, siempre era porque arruinaban una de estas tres razones —Jin alzó un dedo—. Uno —dijo—. El sexo era insípido. Dos. Sus personalidades eran aburridas y/o no quedaban con la tuya. Tres. A tu lobo no les terminaba por gustar —Suspiró profundo—. Así que, dime, Yoongi, ¿cuál de las tres es Jimin? ¿En qué falla esta vez?

—En ninguna —Se cruzó de brazos—, pero no significa nada. No tenemos gustos similares. No hay nada en nuestra vida que nos una aparte del sexo. Ninguna relación es buena si sólo está basada en eso. 

—Excusas —Jin negó con la cabeza. El cereal olvidado hace mucho—. Tienes miedo. Dices que no se conocen pero apuesto a que nunca has intentado preguntarle de su vida. ¿Qué sabes de él? Quizá hasta es tu jodida media naranja y tú ni enterado —Resopló—. Y puede que también lo sospeches, por eso no quieres preguntarle nada. Porque si tienen cosas en común, significaría que ya no tienes excusas para decir que no quieres una relación.

FREE HUGS || YM || ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora