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Jimin veía todo lo que ocurría en la cancha y otras gradas desde el segundo piso, afirmado en los barandales y con el ruido del gimnasio revolviéndole incluso más el estómago. Los cantos, los gritos, los instrumentos que parecían rebotar en su pecho. 

Viendo cómo ambos equipos por enfrentarse se hablaban en sus propios bancos, Jimin volvió a girarse a Namjoon.

—¿Estás seguro que venía en camino? —le preguntó. 

El alfa también tenía los brazos apoyados en los barandales, con los ojos fijos en su celular. 

—Dijo que sí, que estaba bien. El tren no pudo haberse atrasado tanto. 

Jimin se pasó las manos por el cabello, sintiendo una palmadita en su espalda. 

—Va a llegar, no estés tan preocupado —Hobi le aplastó el cabello para ordenárselo un poco—. Incluso si no llega ahora, llegará para el medio tiempo. 

Jin se inclinó a hablarle un poquito más cerca. —Sabes que tú podrías enviarle un mensaje, ¿verdad?

—Ya sé, pero ustedes son sus amigos...

Jimin dejó de prestarles atención cuando Jin le observó un segundo más largo de lo necesario con la ceja arqueada. Fijó la mirada en la cancha para ignorarlo.

Se supone que Yoongi llegaría ayer por la tarde, después de haber pasado el día en su ciudad natal. Se supone que llegaría, tendrían ese almuerzo que se prometieron, y luego pasarían el resto del día con Jimin intentando distraerlo del importantísimo partido que venía hoy. 

En cambio, una tormenta separó al alfa de su hogar y la estación de trenes. Le dijeron que mejor esperara por hoy en la mañana, cuando ya no hubiera riesgos en la carretera y no hubiera tormenta amenazando cualquier infortunio. 

Jimin sabía que, en efecto, nada malo ha ocurrido con Yoongi, pero eso solo ha sido porque Tae y Namjoon le confirmaron que se han estado hablando toda la mañana. El alfa estaba ya de camino a la cancha. 

El problema es que desde hace ya media hora no les ha dado señales, a Namjoon al menos.

No podía preguntarle a Taehyung tampoco, no cuando el pelirrojo estaba calentando en la cancha, probablemente igual de preocupado que él y el resto del equipo. 

Jimin sabía que nada malo ha ocurrido con Yoongi, pero sabía cuán arrepentido, culpable y enojado se sentiría si no llegaba a tiempo...

De ahora en más, si algo malo ocurría, le juraría a todos los jueves una vendetta personal. 

—¡Jimin! —exclamó Jungkook al lado de Hobi, estirando el brazo y apuntando a alguien moviéndose por el equipo de uniforme negro en el primer piso. 

Jimin lo siguió con la mirada con el corazón latiendo rápido, sus ojos brillantes atentos a la cabellera negra hasta que, al fin, sacándole una exhalación de puro alivio, reconoció el rostro de Yoongi. El alfa se estaba quitando su sudadera azul, mientras trotaba decidido hasta el centro del círculo que se formaba con los jugadores.

El ruido que se desató cuando todo el mundo también lo vio hizo a Jimin echarse a reír, sonriendo con orgullo. 

Taehyung les echó una mirada sonriente a la altura, apuntando a Yoongi y aplaudiendo un par de veces antes de comenzar a retroceder a la cancha, gritando para darle ánimo al equipo. El resto de los jugadores no tardó en ir a sus propias posiciones, dándose apoyo entre ellos y exclamando gritos roncos que llamaban por concentración. 

Mientras ambos equipos lo hacían, Jimin notó a Yoongi mirando las gradas del segundo piso. Buscando rápido mientras se quitaba la humedad del rostro. Sin parecer satisfecho por los chillidos de algunos admiradores ni por los carteles de apoyo al equipo, el alfa dejó de avanzar de espaldas y se giró, trotando a su posición. 

FREE HUGS || YM || ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora