FREE HUGS || YM || ~Mila

➤ 23

Yoongi sabía que esta clase de situación la tuvo que haber evitado. O, mínimo, atrasado hasta mañana después del partido. No sabía qué demonios se apoderó de él para soltar su confesión ahora. ¡Especialmente ahora! Cuando estaban hablando tan bien y mañana temprano tenía que jugar por el tercer lugar. 

¿Hubiese podido evitarlo? Quizá si se hubiese forzado a ignorar a Jimin, a ignorar lo que decía y cómo actuaba, quizá entonces sí hubiera podido mantener la boca cerrada y hablarle mañana. Quizá hasta hubiese tenido la oportunidad de hacerle entender que no era una confesión de amor en sí, sino un simple aviso. Uno que no cargaba con tanta importancia.

Incluso cuando sí lo hacía. 

"¿Sientes algo por mí?".

Mierda, sentía el corazón en las manos. 

¿Cómo no sentiría algo por ti?

—Pensé que era obvio —murmuró, sin quitar las manos de los bolsillos de su pantalón. Levantó la mirada del reflejo del cielo en el agua y miró a Jimin un instante más de lo que creyó posible—. ¿Tú no? —bromeó, riéndose. 

Jimin seguía sin mostrar nada más que sorpresa en su rostro. Sus ojos fijos en los suyos, con ambos brazos colgando por sus costados como si no tuvieran utilidad alguna. Incluso cuando hace menos de una hora le abrazaron con tanto calor. 

—P-Pero las reglas...

Yoongi cerró los ojos, exhalando. 

—Sí —dijo, ronco—. Las reglas. Las reglas dijeron muchas cosas. 

—Yoongi...

—No sé lo que estoy haciendo —admitió, después de lamerse los labios—. No lo sé, ¿vale? No pensaba decirte esto ahora, pero el... el ambiente se sintió adecuado. Inspirador, si le quieres decir así. 

Jimin parpadeó rápido, bajando la mirada y llevando sus manos a juntarse frente a él. 

Yoongi notó su respiración cayendo pesada.

—Sé que esto debe sentirse horrible para ti —Yoongi seguía sin quitar las manos de sus bolsillos. Temía que si las sacaba de ahí correrían a sostenerle—. No es la primera vez que alguien con quien tenías un acuerdo lo rompe. Lamento que... haya pasado. No pude o-obligarme —Carraspeó—. No pude obligarme a no sentir esto. 

Aunque no intentó detenerse, tampoco.

—Te gusto —murmuró Jimin, con la voz rota. 

Yoongi lo entendía. Sabía que esto significaba que ya no podrían verse. 

Por el bien de Yoongi y por la salud mental del omega quien desde un principio dejó las cosas en claro. 

Yoongi no tuvo que haber insistido con ser amigos.

Ahora entendía por qué Jimin no quería...

—No me gustas, ángel —quiso corregirle. Yoongi apretó los puños, forzándose a mantener la vista en Jimin—. Creo que... —El omega apretaba su labio inferior entre los dientes, con ojos cristalizados—. Creo que estoy enamorado de ti..., ¿sabes?

Si ya estaba perdiéndolo todo, al menos lo perdería con completa honestidad. 

Un momento después, Jimin se cubrió el rostro con las manos. Yoongi quiso alcanzarle, pero se tragó la necesidad. Se sostuvo fuerte frente a él, tragándose el nudo en la garganta mientras se sentía ahogar en el lluvioso paisaje rosado. 

—Cualquier... —Jimin comenzó a hablar, quitando las manos de su rostro, pero sin la intención de erguirse—, cualquier omega estaría feliz contigo.