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—Creo que debería hablar con Hobi.

Yoongi abrió los ojos y bajó la mirada. Jimin iba mirando por la ventana, disfrutando el paisaje que les brindaba el viaje en tren. 

—¿De qué?

—Mi infancia —murmuró—. ¿Mi ex? Quizá. Ya sabes, cosas de las que usualmente no me gusta hablar. Solo quiero... comenzar a confiar en mis amigos como ellos confían en mí. Con Jungkook salió bien. Ahora somos más cercanos que nunca. 

Yoongi presionó la nariz en su cabello. Jimin sonrió, girándose para mirarlo. 

—Mi mamá me envió un mensaje anoche —continuó Jimin. 

Yoongi alzó las cejas. —¿Sí?

—Dijo que Hobi fue a verla. No entiende qué pasó, pero... con lo poco que me dijo, sé que fue a despedirse. 

—Una despedida... —El alfa suspiró—. ¿Está bien?

—Dijo que sí, pero... no sé. Todos sabíamos que no había forma de que resultara —Yoongi asintió—. No quita el hecho de que necesitamos hablar.

—¿Dónde se quedará en las vacaciones?

—En los dormitorios. Volviendo de Daegu pasaré un día con él. 

Yoongi asintió, dejándole un beso en la sien. Jimin volvió a alzar el mentón, mirando a su novio a los ojos. El alfa le miraba atento y cariñoso, listo para seguir alentándolo a mejorar. 

—Me alegra que estés siendo valiente.

Jimin tomó una bocanada de aire. 

—De hecho, estoy muerto de miedo —Yoongi dejó de sonreír—. No puedo creer que haya aceptado venir a conocer a tus mamás. 

Cerrando los ojos, el alfa de pronto se echó a reír. —Ah, ya sé —exclamó alegre—. ¡Yo tampoco me lo creo! 

—¡No lo digo por la emoción! —le regañó—. ¡De verdad no sé qué se apoderó de mí para aceptar tu propuesta! Ay, en serio has hecho algo conmigo. Estoy seguro. ¿Estar enamorado te hace estúpido? —Yoongi asintió, convencido—. No sé qué haré cuando las vea. Me duele el estómago. ¡Apenas llevamos una semana saliendo, Yoongi!

—Ambas están trabajando ahora, llegaremos primero. Podrás hacer una preparación mental en mi dormitorio. 

Jimin separó los labios de golpe. 

—Oh, cierto. ¡Conoceré tu dormitorio de niño!

—¡Yay!

Jimin se rio. —Estás intentando distraerme con tanto esfuerzo —Alzó la mano para pincharle la mejilla. Yoongi sonreía, mirándolo entretenido—. Gracias.

Vinci, mientras tanto, ronroneaba en el regazo de una omega encantada con él, rodeados de flores y clientes que dejaban caricias sobre sus negras orejitas cada vez que entraban a la tienda.

🚅

Jimin se detuvo bajo el débil sol de las cuatro de las tarde y frente a una casita de dos pisos color caqui. Esperó unos segundos ahí mientras miraba las ventanas desde su puesto, esperando a que Yoongi se acercara. El auto que tomaron se perdió en una esquina. 

—Antes de entrar, ten. 

El omega bajó la mirada a la pequeña bolsa que Yoongi le ofrecía. 

—Ah —suspiró, enternecido pero esforzándose mucho en ocupar un tono de regaño—. Yoongi, te dije que no tienes que seguir cortejándome. Mi lobo ya te aceptó. ¿No es obvio? —Le mostró el suéter negro que usaba, auspicio de su alfa—. Estamos usando tu aroma con gusto.

FREE HUGS || YM || ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora