FREE HUGS || YM || ~Mila

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Con navidad olvidada hace dos días, Yoongi volvía a reunirse a comer con el resto de su clan de vagabundos. O a beber, en caso de Jin y Taehyung. Namjoon, por su parte y al igual que él, fueron por la comida.

—Es que todavía no me lo creo —Jin confesó.

El tipo todavía parecía tener el corazón destrozado.

—Lo importante es que muchos niños recibieron regalos gracias a nuestra participación. ¿Qué importa que Wonho haya recolectado más dinero y nos haya dejado en segundo lugar? —Taehyung exclamaba, sonriente por la camarera que traía su hamburguesa—. Hay que pensar en los niños, Jin.

—¡Al demonio los niños!

El grito llamó la atención de varios en el restaurante, aunque ni Yoongi ni Namjoon dejaron de comer.

—¿Es por el viaje a las cabañas que tenían de premio? —El pelirrojo le consultó, arrugando el entrecejo—. Porque si es así, hombre, ¿qué acaso tu tía no tiene un estilo de spa en las montañas? Es bastante parecido y, en mi opinión, mucho más interesante que unas simples cabañas. 

—Obvio no es por el premio —Jin gruñó, inclinándose hacia el menor de los alfas—. ¿Has visto Twitter estos días? —Taehyung metió una patata frita en su boca, pestañeando sin ganas frente a él—. Wonho está comenzando a recibir más atención en su cuenta que yo. ¡Subimos una fotografía casi al mismo tiempo y él lleva cien likes más! ¡Cien! —Namjoon a su costado pidió el ketchup a Yoongi, y esperó con el brazo estirado hasta que el pelinegro se lo alcanzó—. ¡Y la única diferencia entre esta semana y la pasada es que ahora es el ganador de un concurso de caridad que todavía no entiendo cómo ganó!

—Hm —Namjoon tragó su trozo de carne y alzó la mano—. Algunos omegas de mi clase de economía estaban hablando de un show que hacía sin camiseta, creo que en la avenida frente al centro comercial. Varios iban más de una vez sólo para verle.

Taehyung le dio un mordisco a su hamburguesa. 

—Por supuesto que lo hizo —Jin golpeó la mesa con su puño—. El idiota es el Jacob de nuestra universidad. Le pagan por quitarse la camiseta.

Namjoon alzó la vista de inmediato. —Hablando de camisetas. Yoongi, aún te debo algunas de regalo. 

—Claro que no —Yoongi sacudió la cabeza, masticando su trozo de carne en la boca—. Pagaste por la cena de navidad. No quiero más, es suficiente.

Taehyung y Jin continuaron discutiendo su propio asunto. 

—Eso no vale —refutó—. Si la pagué fue por la apuesta que hice con Jin, no porque me haya ofrecido —Yoongi sólo le lanzó una última mirada. Por último, Namjoon rodó los ojos—. Ya, vale. 

—¡Doscientos likes de diferencia! —exclamó el destrozado Jin, con su celular en mano.

Namjoon volvió a dirigirle la mirada a Yoongi. —¿En serio te dio un saco de piedras? —murmuró.

—No, un paquete —Yoongi respondió, alzando la mano para mostrarle la medida aproximada—. Pequeñito. Dijo que las sacó de Internet para que no fueran tan indecentes pero las que hay a la entrada de los dormitorios me parecen muy conocidas. 

—Ya. La verdad es que no me sorprende. 

—Bueno —Yoongi sonrió satisfecho—. Tengo el número del angelito, que sigue siendo lo mejor que he obtenido en cualquier navidad, así que no me molesta. 

—Oh, cierto —Jin al fin se interrumpió a sí mismo para cambiar de tema y prestar atención a algo más que no fuera su debilucha reputación de Príncipe del Campus—. ¿Has hablado con él?