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Yoongi miró por entre las muestras y estiró el brazo a las galletas que reconoció primero. Conocía la melodía que se escuchaba de fondo en la tienda, y mientras la tarareaba, la chocolatina que sujetaba en su boca se movió. Traía una manta nueva bajo el brazo, y las galletas que acababa de sacar de su lugar en la mano libre. "Quizá no le gusten".

Se giró cuando escuchó los pasos de Jimin.  

—¿Una manta? —preguntó el omega, con una sonrisa burlona creciendo en su boca—. ¿Por qué querríamos una manta? 

Yoongi se quitó la chocolatina de la boca. —En caso de que salgamos del auto.

—¿Ya tienes una idea de a dónde iremos?

—La tuve hace cinco minutos —El omega le miró curioso—. Y no te lo diré aún. 

—Ah, qué hombre más misterioso —Jimin alzó las dos latas de café recién sacadas de la máquina expendedora, una en cada mano—. Tengo estas.

El alfa asintió con una sonrisa en la boca. —Se ven bien. ¿Te gustan estas galletas?

—Ajá. Oh- Quiero unas papitas, espera. 

Fuera de la tienda de conveniencia estaba oscuro, y la nieve derritiéndose en el suelo estaba sucia, amontonada de mala gana para que no cubriera la entrada. Aparte de la suave música de fondo, el lugar estaba completamente desolado. Tanto fuera como por dentro. El sujeto atendiendo estaba medio durmiendo. Aunque no se lo reprochaba, eran pasadas las cuatro. Cualquier ser humano normal estaría ya pegado en las sábanas. 

Afuera, Yoongi solo alcanzó a ver algunas casas y muchos árboles. Estaban entrando a zona rural. 

—Démonos prisa —avisó Yoongi.

Jimin le miró desde el otro pasillo, por en medio de envases de papitas y otros snacks salados. Yoongi se enorgulleció de sí mismo cuando se notó disimulando por completo los saltos que dio su corazón cuando le vio sonriendo con ojos entrecerrados.

—¿Estamos llegando tarde a algún lugar?

Yoongi le siguió el juego con el aire misterioso. —Algo así —susurró, luego se irguió—. Vamos.

Entre los dos sacaron un par de billetes de sus propias billeteras y se las arreglaron para pagar todo. Después de eso, se metieron otra vez a la camioneta y continuaron con el viaje. 

Es divertido viajar cuando todos dormían. Jimin nunca lo había hecho por su cuenta, o incluso acompañado de alguien. Mucho menos sin planes previos, o al menos una idea. Hacer cosas inesperadas siempre resultaban en una de dos cosas: Increíble experiencia, o desastrosa experiencia. No había nada en medio. Aunque no saber cómo terminaría la noche era, al parecer, lo emocionante. 

Jimin estaba bastante emocionado, y hasta el momento el viaje estaba resultando bastante bien. Ha disfrutado de la ciudad nocturna, las calles silenciosas, y nuevos paisajes. Partes de la capital que no conocía. 

—Podríamos pasar por ahí un rato —murmuró Yoongi para sí mismo mientras aseguraba su ubicación en el GPS.

Jimin ni siquiera intentó preguntarle en dónde, solo asintió. —¡Let's go! 

Traía el espíritu aventurero a tope esa noche. 

Con una risa en medio, Yoongi volvió a apoyar la espalda en el asiento y continuó manejando. Aún faltaban unas dos o tres horas para que amaneciera, tenían tiempo. 

Atento a la calle, el alfa estiró la mano cuando Jimin sacó algunas papitas de su envase. El omega le dio algunas y, luego, mientras iban de subida por un camino en medio de árboles y Jimin le subía a la música, aprovechó de comerse su chocolatina.

FREE HUGS || YM || ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora