Capítulo 1

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Diez años antes...

Primer día en la secundaria y sentía los nervios a flor de piel. No conocía a nadie y eso me hacía sentir mal por el hecho de que voy caminando por los pasillos encontrándome con varios grupos de amigos riendo y caminando juntos hacia el salón de clases. Sé que los que llevan estudiando aquí ya se conocen y todo eso, pero lo sorprendente fue que al llegar a mi salón de clases todos hablaban entre sí como si se conocieran de toda la vida, y digo que es sorprendente por el hecho de que todos éramos nuevos...

O eso creía yo.

Me senté en uno de los últimos lugares que había disponibles y saqué una libreta, junto con algún bolígrafo. Este lugar se encontraba a la mitad del salón, y enfrente de mí se encontraba un chico rubio platicando con un chico de cabello castaño chino.
Yo era ajena a su platica, realmente mis nervios no me dejaban pensar con claridad y tan solo estaba esperando a que algún profesor llegara.

Al instante vi que otro chico entraba al salón y varios otros chicos comenzaban a saludarlo, no pude evitar que mi corazón latiera a mil por hora (más de lo que ya estaba). El chico era bastante apuesto, tenía el cabello lacio de color castaño oscuro y una sonrisa que no puedo dejar de mirar.

He de parecer una tonta, así que quité la mirada de ese chico y posé mi vista en la libreta que había puesto en mi butaca.

Por fin el profesor de la primera hora llegó, así que todos se quedaron en silencio.

-Buenos días alumnos, mi nombre es Nathaniel Collins y seré su profesor de matemáticas.- escribió su nombre en la pizarra- Ahora como ya saben mi nombre y creo que no todos se conocen, quiero que cada uno se presente-

¿Qué dice? ¿Quiere que hable en frente de treinta personas que no conozco? Debe de estar bromeando.

Iniciaron presentándose algunos compañeros del lado derecho, hasta que llegó a la persona que había tomado mi atención el día de hoy.

-Hola, mi nombre es Mathew Johnson, como la mayoría de aquí, tengo doce años- sus amigos rieron. Así que se llama Mathew- y me gusta mucho jugar fútbol-

Y así siguieron pasando compañeros hasta que llegaron al chico de cabello chino.

-Mi nombre es Shawn Anderson y me gusta mucho tocar la guitarra, y también tengo doce años-

Nuevamente siguieron pasando otros compañeros hasta que comenzaron con los de mi fila, hasta que llegaron con el chico rubio que se sienta enfrente de mi.

-Hola mi nombre es Ross Lynch, al igual que mi amigo, me gusta mucho tocar la guitarra y otros instrumentos más, yo aún tengo once años, pero en un par de meses más cumplo los doce- se sentó en su lugar y yo suspiré, era mi turno.

Me paré de mi lugar y sentí los nervios a flor de piel, todos tenían su vista en mi- Hola mi nombre es Kendall Besson, me gusta mucho escribir y dibujar. También tengo doce años, los acabo de cumplir hace un mes y medio- y sin agregar algo más, me senté en mi lugar sacando todo el aire que había contenido.

Al menos no me trabé al hablar.

Días después...

Las cosas habían marchado bien, había hecho una amiga al final de todo, su nombre es Allison, una agradable chica, más sociable que yo, claro está.

Ahora estábamos en la clase de artes, la profesora nos había pedido dibujar un animal con el que nos sintiéramos identificados, así que me encontraba dibujando un perro, en realidad una perrita negra labrador, justo como la que tenía de mascota.

-Disculpa- el chico de enfrente que ahora recuerdo que se llama Ross, me habló.

-Mande- quité la vista de mi dibujo y presté atención al chico.

-¿Podrías prestarme tú color negro?- señaló al lápiz de color negro que tenía en mi mano.

-Claro- sonreí y se lo di.

-Gracias- lo tomó y se volteó.

Faltaban tan solo unos detalles para acabar mi dibujo; realmente amaba dibujar y creo que estas eran mis clases favoritas, a diferencia de matemáticas y educación física, esas las odiaba.

Después de unos minutos Ross volteó y me entregó mi color.

-¿Sabes? Dibujas muy bien- tal parece que él había terminado su dibujo.

-Muchas gracias- sonreí mirando mi dibujo.

-No sueles hablar mucho, ¿verdad?- tenía una sonrisa divertida plasmada en el rostro.

-Yo... suelo ser muy tímida- sentí mis mejillas arder, siempre pasaba lo mismo.

-Oh...- rió- tranquila, conmigo puedes hablar sin problema-

-Gracias...- miré hacia mis manos.

-No tengas pena, todos somos nuevos aún aquí, así que nadie puede juzgarte- y sin decir una palabra más, se volteó.

Me quedé sorprendida ante sus palabras, supongo que tenía razón.

-Bien, si ya terminaron sus dibujos pasen a que se los califique- la profesora, que he de ser honesta, era una señora bastante amargada, caminó hacia su escritorio y varias de mis compañeras y compañeros decidieron ir a que les calificaran.

Yo le di algunos detalles a mi dibujo, puse la fecha de hoy y caminé hacia la fila que se había creado.

Me sentía bastante nerviosa porque no sabía si estaba bien mi dibujo, digo, sé que es un diseño libre, pero aun así me da miedo porque veo los dibujos de mis compañeros y hay algunos mejores que los míos.

Mi vista se fijó en Ross, quien seguía sentado dándole los últimos detalles a su dibujo, y yo que creí que ya lo había terminado.

-A ver tu dibujo- una voz hizo que me saliera de mis pensamientos y que al instante me pudiera nerviosa y sintiera mis mejillas arder.

Era Mathew quien me habla

-Aquí está...- susurré y le enseñé mi bloc con mi dibujo.

-Dibujas muy bien... ¿Kenn...?-

-Kendall- sonreí un poco incómoda.

-Kendall- bufó divertido- claro que ya sabía tu nombre- me devolvió mi bloc.

La fila comenzaba a avanzar y yo me sentía aún bastante nerviosa, ya no sólo por la calificación, sino por la presencia del chico que me gustaba, porque sí, me gusta desde el primer día, fue como amor a primera vista.

One Last Dance- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora