Capítulo 16

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Semanas después...

No podía con el estrés y la ansiedad de estas semanas que tuve de vuelta a las clases presenciales y a trabajar, me estaba volviendo loca y no en el buen sentido, lo bueno es que mi jefa comprendía el porqué en algunas ocasiones llegaba con quince minutos de retardo y no me regañaba. Apenas si tenía tiempo para pensar, tenía que asistir a clases, después al trabajo y luego llegar al departamento para hacer las tareas que los profesores dejaban, aunque para mí ventaja no todos nos dejaban tarea cada clase, pero otros sí y eran algunos trabajos pesados de investigación.
Quería tirar la toalla, pero sabía que no debía rendirme tan fácilmente, ya estaba a más de medio camino de mi carrera como para hacerlo.

Hoy para mi desgracia salía tarde, bueno, mi última clase terminaba a las tres de la tarde y saliendo tenía que irme corriendo a la boutique y trabajar medio tiempo.

-¿Entonces irás a trabajar hoy?- preguntó Rose mientras tomábamos nuestras mochilas y salíamos del salón.

-Sí, me siento muy cansada, pero mi amiga Allison y yo necesitamos el dinero para seguir manteniendo el departamento donde vivimos- suspiré mientras bajábamos las escaleras.
La última clase siempre es la que más me pesa, pero también se me hacía bastante interesante a decir verdad.

-Deberías de considerar el no trabajar al menos estos dos días en que salimos tarde- se encogió de hombros- te estás desgastando mucho y no es bueno, puedes hablarlo con tu jefa-

-No lo sé- comenzamos a caminar por los pasillos de la facultad- necesito pensarlo bien y hablarlo con Allison-

Las dos estábamos tan metidas en nuestra conversación que no había notado que un chico que estaba sentado por una de las bancas que estaban por el patio principal de la facultad había volteado a verme y me había sonreído.

Justo terminamos de pasar por su lado cuando de repente abrí los ojos como platos.

Oh por Dios...

¡Era Finn!

-Kendall, ¿estás bien?- preguntó al verme con mi cara de sorpresa.

-Acabamos de pasar al lado del castaño y... su sonrisa- Dios, ¡me había sonreído!

-¿Su sonrisa?- me miró confundida.

-Me sonrió, él me sonrió, pero yo no me había dado cuenta de que era él y por eso ya no pude responderle de la misma forma, con una sonrisa- bufé.

-Con razón está volteando a vernos- asintió y yo volví a abrir mis ojos como platos.

Oh cielos...

[...]

Eran las ocho de la noche y apenas me encontraba llegando a mi departamento. Usualmente me sentiría frustrada y cansada, pero solo me siento cansada, aún tenía el buen humor de antes gracias a lo qué pasó con Finn en la universidad.

-Buenas noches- saludé a Allison quien se encontraba en la cocina.

-Buenas noches, Kenny- sonrió- estoy haciendo omelette de huevo, con queso y jamón para cenar-

-Muchas gracias, Ally- sonreí, ella era una buena cocinera- iré a dejar mis cosas a mi habitación y regreso para ayudarte a poner los platos en la mesa- ella asintió mientras seguía en lo suyo.

Caminé hacia mi habitación y al momento de dejar mis cosas y sacar mi celular para ponerlo a cargar, me encontré con un mensaje de Mae.

¡No lo puedo creer, Kenny! Es tu primer acercamiento con Cantwell- Mae.

Claro que le había contado lo que había pasado. Justo iba en el autobús cuando le mandé una nota de voz contándole lo sucedido; ella era una de las personas que sabía de mí enamoramiento por Finn y que me daba apoyo, sin embargo, también sabía que aún seguía mi amistad con Ross y decía que todo podía pasar, algo que yo no estaba completamente segura, digo, Ross tenía alguien que lo hacía feliz y yo estoy enamorada de un chico que me sonrió hoy y que llevo conociendo desde que entré a la carrera.

¡Lo sé! Estoy muy feliz, pero también me encuentro algo arrepentida porque no le devolví la sonrisa- Kendall.

Al instante me respondió.

No te preocupes, ya existirá el momento en el que lo puedas hacer, ahora solo mantente más concentrada de lo qué pasa a tu alrededor- Mae.

Tenía razón con eso, por culpa de ser despistada no me pude dar cuenta.

Por cierto, un chico y su familia se mudó a mi vecindario, se llama Elligton y resulta que conoce a Ross- Mae.

Abrí los ojos como platos.

¿Elligton? Claro, Ross llegó a platicarme de él, fue un amigo de la infancia y creo que hace un par de años (cuando seguíamos en secundaria) llegó a ser novio de su hermana.

Qué pequeño es el mundo, Ross me llegó a contar de él cuando íbamos en secundaria- Kendall.

-¡Kendall, la cena está lista!- gritó Allison desde la cocina.

-¡En un segundo voy!- grité en respuesta y miré mi celular, tenía un nuevo mensaje de Mae.

¡Lo sé! Es un chico muy chistoso. La semana pasada platicamos con él y da la casualidad que mencionó a Ross, le conté que yo lo conocía por ti, le dije tu nombre y me dijo que Ross siempre hablaba de ti cuando se reunían en su casa- Mae.

Él de verdad te quiso- Mae.

Me quedé sin palabras a lo que me escribió, no pensé que yo fuera una persona tan importante para él.

Y yo lo quise a él. Seguimos mensajeando mañana. Descansa- Kendall.

Dejé mi celular cargando y caminé fuera de mi habitación hasta la cocina.
Fui un poco cortante con Mae, pero no quería mezclar mis sentimientos.

-Perdón por la tardanza, estaba hablando con Mae- saqué algunos platos y unos vasos para ponerlos en la mesa.

-Mae, ya tiene un tiempo que no la veo- agarró el sartén y sirvió los omelettes en los platos.

-Lo sé, algún día de estos hay que salir las tres- saqué un jugo de uva que teníamos en el refrigerador y lo serví en ambos vasos.

-Estoy de acuerdo, solo hay que ver bien la agenda de las tres para que podamos coincidir- ambas nos sentamos en las sillas y comenzamos a comer.

Tenía mucha hambre.

-¿Alguna novedad hoy en tus clases y en la farmacia?- pregunté mientras tomaba un sorbo de mi jugo.

-No en realidad, solo mucha tarea y mucho trabajo, clientes que son exigentes y niños corriendo por toda la farmacia- se encogió de hombros- ¿y tú?-

-Si supieras...- recordé lo de Finn y lo que acababa de hablar con Mae.

-¿Pasó algo?- me miró sorprendida y yo suspiré.

-Es un chisme un poco largo, pero seré lo más breve posible-

-Te escucho- me miró atenta y yo proseguí a contarle todo lo sucedido el día de hoy.

One Last Dance- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora