Capítulo 32

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Narra Ross:

Salimos de la casa de la amiga de Kenny y pude ver cómo mi hermano y Ellington se reían de mi.

-Hermano, estás muy enamorado- habló Rocky una vez que estábamos adentro del auto.

-Cállate- murmuré sintiendo como el calor subía por mis mejillas.

Encendió el auto y por la ventana pude ver cómo Kendall y Allison se subían a otro auto. Al parecer pidieron un uber o algo parecido, así que mis sentidos de alerta se activaron.

-El plan salió justo como lo imaginé- habló Ellington y yo negué con la cabeza. Él iba del lado del copiloto mientras Rocky manejaba y yo me encontraba en la parte trasera del carro de Rocky.

-Aunque faltó que ustedes hablaran por más tiempo- opinó Rocky y yo suspiré.

-Creo que ella no esperaba verme ahí- contesté y me recargué en la ventana.

Sí, yo sabía que Kenny iría a la fiesta de Mae por obvias razones, por lo que Ellington y Mae idearon un pequeño plan para juntarnos, lo cual resultó como ellos quisieron.

-Ella sabía que ibas a ir- me separé de la ventana- Mae ya le había dicho días anteriores y yo hice énfasis en que irías, pero creo que ella pensaba que solo pasarías a recogerme junto con Rocky y que no entrarías como tal a la fiesta, por eso se sorprendió-

-¿Y por qué ella pensaba que solo te recogería?- pregunté con el ceño fruncido.

-Porque Mae le dijo eso; no sabía a ciencia cierta si irías, así que por eso se lo dijo- vi cómo se encogió de hombros y yo suspiré recargándome en el asiento.

Pasaron algunos minutos en los que no hablamos de nada, hasta que llegamos a casa. Ellington se quedaría a dormir con nosotros, ya que mañana iríamos a hacer unas cosas junto con mis demás hermanos.

-Tienes suerte de que Rydel no estará en casa- dijo Rocky una vez que entramos.

-Ella y yo nos llevamos bien, no sé de qué hablas- respondió con una cara de indignado que no pude aguantar la risa.

-Lo sé- volvió a hablar Rocky- pero también sé que es incómodo para los dos- en eso tenía razón Rocky, desde que ellos dos terminaron las cosas no volvieron a ser las mismas.

-Iré a mi habitación- hablé y ellos asintieron sentándose en los sillones de la sala.

-¿No quieres quedarte a jugar videojuegos con nosotros?- preguntó Ellington y yo negué con la cabeza.

-No, tengo muchas cosas en las cuales pensar- y sin decir una palabra más, caminé a la habitación que compartía con Ryland (quien había salido de fiesta con sus amigos y no llegará sino hasta al otro día, lo cual agradecía para poder pensar y aclarar mi mente), entré y cerré la puerta, para después tirarme en mi cama.

Rocky tenía razón con lo que dijo en el auto, me había enamorado de Kendall nuevamente y sé que me había comenzado a dar cuenta desde lo que pasó en Halloween del año pasado, pero lo empecé a confirmar cuando ella me llamó en mi cumpleaños, tuve una sonrisa de idiota en toda la llamada y fue cuando supe que quería estar con ella, pero no sabía cómo. Así que me mudé de nuevo a California con mis padres porque sabía que si quería estar más cerca de ella no podía seguir viviendo en Littleton, por lo que me transfirieron en la universidad y renuncié al trabajo que tenía ahí.
Me sentía bien con la decisión que había tomado y mis padres lo habían notado, pero aún seguía sin saber cómo acercarme a Kendall y tampoco quería presionar las cosas, quería que tuviéramos un encuentro casual y así hablar, pero no se dio, hasta que Ellington me comentó de la fiesta de Mae y su plan.

Sonreí al recordarla; cuando entré a la casa de Mae al instante la busqué con la mirada, sin embargo, no podía ser descortés y no saludar a los demás invitados, entre ellos los padres de Mae.
Cuando por fin mis ojos la encontraron no pude evitar que mi corazón latiera al punto de querer salirse de mi pecho, ahí me di cuenta de que efectivamente, mis sentimientos por ella habían regresado o más bien, nunca se fueron.
Pude ver cómo estaba nerviosa de verme, al igual que sorprendida, pero se veía tan hermosa como lo recordaba.

Tenía en claro mis sentimientos por ella, pero no sabía los sentimientos que ella tiene por mi, aunque con un poco de ayuda de Ellington pude enterarme que las cosas con aquel chico no han ido del todo bien, no sé bien el por qué ni que ha pasado concretamente, pero no han ido bien. Y eso en parte me da un poco de esperanza, sin embargo, me hace sentir mal porque sé que él era bastante especial para Kenny.

Suspiré sentándome en mi cama. Tenía que enviarle ese mensaje a Kendall como lo había prometido y sentía a los nervios aparecer nuevamente, como hace un par de horas.

Agarré mi celular y busqué nuestro chat, el cual se había quedado sin mensajes por ninguno de los dos desde hace meses.

¿Llegaste bien a casa?- Ross.

Fue lo único que se me ocurrió para escribirle.

Me siento como en la secundaria, cuando estaba tontamente enamorado de ella, pero sabía que ella estaba perdidamente enamorada de Matt, un imbécil siendo sincero. Nunca me lo contó, creo que le daba pena hablar de ese tema conmigo y en cierta parte lo agradezco, no hubiera podido aguantar escucharla hablar de él en el descanso o entré clases, mi corazón no hubiera soportado, así como no soportó el día en que vi como Allison animaba a Kendall un día de San Valentín para que se acercara a Matt, ahí caí en cuenta de que no tenía posibilidad con ella, y más cuando vi que salía del salón roja como un tomate después de darse un abrazo con ese idiota.

Me siento de la misma forma, pero también me siento una persona diferente, digo, ya somos adultos, ya no somos unos adolescentes de secundaria.

El sonido de mi celular me hizo salir de mis pensamientos.

Llegué bien, ¿y tú?- Kendall.

Sonreí.

Llegué bien...- Ross

Nuevamente comencé a sentirme nervioso.

¿Sabes? No solo te envié ese mensaje para saber que ya habías llegado (aunque claro que me importa) sino también para preguntarte si tienes algún día libre de la semana, quiero... platicar contigo- Ross.

One Last Dance- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora