Capítulo 15

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Meses después...

Halloween y las fiestas decembrinas habían pasado de la manera más rápida posible. También había pasado el cumpleaños número veintiuno de Ross, a lo que lo felicité con un mensaje un poco largo agradeciéndole estos años de amistad y de apoyo de su parte, a lo que él me agradeció de la misma forma. Los dos habíamos vuelto a nuestra rutina y creo que estaba bien con ello, aunque en cierta parte me sigue preocupando un poco porque las cosas no han mejorado del todo en su vida en Littleton.

Un nuevo año había comenzado y estoy a pocos días de iniciar mi octavo semestre; había tomado la decisión de regresar a las clases presenciales, aunque no estaba del todo convencida porque este semestre había metido ocho materias y no sabía cómo iba a administrar mi tiempo entre el trabajo y la universidad, pero eso es algo que descubriré.
Me sentía bastante emocionada de volver porque vería a Rose y estaría con ella en las clases, ya que, ambas habíamos metido todas las materias juntas. La extrañaba, ella se había vuelto una gran amiga en todo este tiempo.

Otra razón por la cual me sentía emocionada de regresar a clases presenciales es que vería a Finn, lo vería después de todo este tiempo y no puedo evitar mostrar una sonrisa de enamorada; por fin este semestre me había decidido a acercarme, no sabía cómo lo iba a hacer, pero con Rose planearíamos algunas cosas.

Allison también había decidió regresar a clases presenciales, aunque ella no estaba tan feliz, su única ventaja es que no tomaría tantas materias como yo lo haría.

-¿Estás emocionada de regresar a clases presenciales, cariño?- la voz de mi madre me hizo salir de mis pensamientos.

Hoy había decidió venir a comer con mis padres, ya que, por cuestiones de mi trabajo y la universidad no lo hago tan seguido como quisiera.

-Lo estoy, no creo poder aguantar otro semestre en línea- respondí mientras me servía un poco de limonada.

-¿Y tú estás preparada para tu examen de admisión?- preguntó papá a Ashley y ella asintió.

-Bueno, aún me quedan dos meses para seguir estudiando, pero estoy segura de que me irá bien- sonrió orgullosa. Claro que se había esmerado mucho.

-Qué tristeza que Candace y su prometido hayan atrasado más la boda- opinó mamá cambiando de tema. Claro, Candace y Harry habían pospuesto sus planes de casarse este año debido a que no habían tenido el tiempo suficiente para organizar la boda, han tenido demasiado trabajo, por lo que decidieron dejarla un poco de lado en lo que sus proyectos grandes terminan.

-Fue por algo bueno, además ya nos dijeron que se casarán el próximo año, así que no veo porque hay que ponernos tristes- comí un poco del espagueti que hizo mi madre- todo a su tiempo-

Al otro día...

Eran las seis con treinta minutos de la mañana y yo estaba que me moría de nervios y de sueño, no había podido dormir bien de la ansiedad que sentía. Había llegado a la universidad más temprano de lo usual para poder encontrar el salón en donde me tocaba la primera clase y no perderme o llegar tarde.

-¡Kendall!- exclamó una voz a mis espaldas y claro que reconocía de quien era.

Rose.

-¡Rose!- exclamé con la misma emoción que ella y nos dimos un abrazo.

-¿También llegaste temprano para no perderte?- preguntó una vez que nos separamos.

-Sí, no iba a poder con la ansiedad de llegar tarde a la primera clase- reímos.

-Yo ya encontré el salón, así que vamos a dejar nuestras cosas y salimos de nuevo para ponernos al corriente- opinó y yo asentí, aún teníamos tiempo de sobra.

[...]

Habían acabado las primeras dos clases, dos clases con los profesores más aburridos de la facultad. Lo bueno es que este último nos dejó salir media hora antes de que iniciara mi tercera clase; cada una de ellas las tomaba en salones diferentes, así que tenía que estarme moviendo.

Y para mí mala suerte no había podido ver a Finn en este tiempo, lo cual me hacía sentirme un poco triste porque tal vez nuestros horarios no coincidirían este semestre.

Justo íbamos saliendo del salón en el que habíamos tomado la segunda clase, riéndonos por algo que pasó con uno de nuestros compañeros, cuando mi mirada se fijó en alguien que estaba a unos metros de nosotras.

Finn estaba aquí.

Mis risas pararon al darme cuenta de su presencia y mi corazón comenzó a latir con rapidez.

Cuanto lo había extrañado.

-¿Por qué te quedaste callada?- preguntó Rose y al darse cuenta de que mi mirada estaba clavada en una persona, sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas- Ya viste al castaño- rió y al instante algunos amigos de Finn pasaron por nuestro lado haciendo que mis nervios aumentaran.

Él se había quedado parado cerca de las escaleras que daban en dirección al salón donde tomaría mi tercera clase... tenía que pasar al lado de él y fingir que su presencia no está haciendo que tiemble como perro chihuahua.

Tú puedes, Kendall.

Al momento en que nos acercábamos cada vez más a él y a sus demás amigos pude ver cómo Finn notó mi presencia, y hasta pude ver cómo su semblante cambió a uno de sorpresa.

No esperaba verme aquí.

Sonreí internamente y tomé un gran respiro antes de pasar por su lado. Podía sentir su mirada, pero tampoco quería ser tan obvia como para quedarme viendo sin ningún disimulo.

-Caminaste muy rápido, Kendall- opinó Rose al llegar a mi lado.

-Lo siento- sentí como el calor subía por mis mejillas- los nervios me hicieron actuar de esta forma, además no sabía que hacer-

-Hubieras tratado de sonreírle- sugirió y yo negué con la cabeza.

-Creo que ese es un paso muy grande, amiga- subimos las escaleras y dejamos nuestras mochilas en nuestros lugares.

-Está bien, solo porque es el primer día te lo dejo pasar, pero Kendall- la volteé a ver- literalmente se te quedó viendo todo el tiempo desde que se dio cuenta de tu presencia-

Sonreí de solo imaginarlo, aunque trato de no hacerme muchas ilusiones.

One Last Dance- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora