O23

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Ambos jóvenes se encontraban limpiando, estaban a punto de terminar, aunque habían comenzado a preguntarse ¿Por cuánto tiempo más deberían hacer eso? Aparentemente el director se había aprovechado bastante del castigo, y es que tres personas limpiando eran mejor que una, lo hacían mejor, incluso si la primera vez fue todo lo contrario.

-Y bien, Monty, cuéntame ¿Cómo son tus padres?- Un escalofrío recorrió toda su columna vertebral al escuchar al de ojos azules hacer esa pregunta, ese idiota parecía adivino.

-¿Mis padres? Tssk, no tengo madre, pero mi padre es... Bueno, es normal, como cualquier otro.- Sus nervios eran demasiado obvios, pero no podían culparlo, estaba siendo interrogado por el chico que le gustaba respecto a su familia... Al menos por ahora le gustaba, pronto no tendría que describirlo así.

-Define normal.- El castaño se detuvo y volteó a ver al más alto, el cuál parecía estar sudando, Freddy pudo asumir que estaba cansado, pues recién salió del hospital el día anterior y quizá aún se sentía un poco débil.

-Normal ¿Por qué habría de importarte, ah?- Dicho esto, el más bajo se encogió de hombros y no habló más. Continuaron limpiando hasta concluir al fin.

Habían terminado, justo ahora tomaban sus mochilas y salían de la instalación, mientras charlaban de cualquier cosa que se les ocurriera, era extraño cómo pasaron de pelear cada que se veían a convivir tan sanamente, bueno, eso de manera relativa, aún tenían sus diferencias y se insultaban entre sí, pero insultar a quienes apreciaba era normal para Monty... ¡Solo que él no apreciaba a Freddy! Para nada... Bueno, solo un poco, después de todo, él se había estado preocupando por él, incluso lo llevó al hospital.

-¿Entonces iremos a tu casa?- Preguntó el castaño, sonriendole como era común en él, su sonrisa era preciosa a los ojos de Monty.

-Pues... Pff, no sé, supongo que si tú quieres, está bien.- No podía negarse, esa mirada de osito adorable y esa bella sonrisa no le permitían decirle que no a absolutamente nada, era tan perfecto... No, no lo era.

-¡Bien! Perfecto.- Una risa inocente escapó de los rosados labios del más bajo, esto aterraba a su compañero, aunque lo que principalmente le asustaba era lo que Freddy pudiera pensar, incluso lo que su padre fuera capaz de hacerle a su chico.

-Sí, solo hay que quedarnos en mi cuarto ¿Te parece? Por nada del mundo saldremos de mi cuarto.- Fue como una orden, su chico solo asintió... ¿Acababa de pensar en él como "su chico"? Pues no sonaba nada mal, pero ¡Joder, qué ridículo! Tenía que hacer algo rápido, si salir con una Chica no le funcionaba ¿Qué más podría hacerlo?

Olvidando esto, el día de hoy Monty había ido caminando a la escuela, le había agarrado gusto a caminar desde que fue a la casa del ojiazul, aunque probablemente fue solo porque iba con él, ya que usualmente no le gustaba caminar mucho. La cuestión era que ahora debían caminar juntos hasta la casa del pelirrojo.

-Ahora yo seré quien cuide de ti.- Pasó su brazo alrededor de los hombros del de tez blanca, pegando así su cuerpo al suyo, esto sorprendió un poco al más bajo, el cuál ahora se encontraba sonrojado.

-¿Bromeas? ¿Me lo dice el mismo al que casi atropellan incluso si le grité que se detuviera?- El más bajo le sonrió de forma burlona, sacándole un gruñido al de tez morena, el cuál jaló su cabello. -¡Ouch!

-Fue venganza. Verás, por donde vivo no es muy seguro que digamos, no es un buen lugar para un niño bonito como tú ¿Comprendes?- Incluso si le dijo eso con la mera intención de ofenderlo, lo único que consiguió fue que el chico lo mirara con ilusión en sus preciosos ojos.

-¿Bonito?- El moreno bufó y se quejó entre dientes, tratando de disimular el color rojo en sus mejillas ¿Por qué era tan jodidamente adorable?

-No, eres feo.- Dijo, procurando ocultar sus nervios, riendo al ver al de ojos azules fruncir el ceño y molestarse. -Es broma, no estás tan mal.- Se quejó al recibir un golpe por parte de su compañero, sin embargo, no se lo devolvió, sabía que se lo merecía. Claro que el chico no era feo, al contrario, era lo más precioso que Monty pudiera haber visto.

-Bien, como sea.- Así concluyeron y siguieron caminando, Monty estaba angustiado, no sabía qué podría pasar al llegar a su casa, seguro no sería nada bueno.

Pero bien, ahí estaban, justo frente a su humilde morada. Monty no quería entrar por la parte de adelante, por lo que le sugirió al castaño que entraran por la puerta trasera, este para su suerte accedió sin rechistar.

-Tu casa es... Linda.- Mencionó incómodo el de menor estatura, pues no sabía qué decirle a su amigo, este se veía incómodo y preocupado, no lo comprendía.

-Sí, como digas ¿Puedes no hacer ruido? Iremos a mi habitación, después yo iré a saludar a mi papá y volveré contigo, si tengo suerte, estará sobrio.- Fue como si estuvieran cometiendo alguna especie de crimen, y para Monty así era ¿Qué pensaría su padre si viera que trajo a un chico a la casa? Y con la actitud dulce y apariencia adorable del castaño probablemente el hombre asumiría cosas que no eran.

-Oh, pues... Está bien.- Sonrió suavemente, recibiendo una sonrisa decidida de regreso por parte del pelirrojo, aunque realmente a Freddy le llamó la atención la manera en la que su compañero se refería a su padre. Así, abrieron con cuidado la puerta, sin embargo, les fue imposible no hacer ruido al entrar.

-¿Monty? Hijo ¿Eres tú?- Se escuchó a su padre desde el sofá, justo como Monty esperaba, estaba sobrio ¡Vaya suerte! Sonrió inconscientemente y suspiró con alivio, volteando a ver a su amigo y señalándole su habitación con sus manos, le hizo algunas señas que el castaño entendió. Ambos asintieron y el de orbes azules caminó con todo el cuidado del mundo hasta la habitación del más alto.

-Sí, papá. Vengo de la escuela.- Con cierto temor en su rostro se acercó al adulto, el cuál estaba viendo la televisión. El de mechas color verde parecía estar sudando ¿Cuándo le desarrolló tanto miedo a su padre? Ah, sí... Desde siempre.

-¿Cómo te fue, hijo?- Preguntó con total normalidad, esto hacía enfurecer al adolescente, odiaba tanto que ese estúpido viejo de mierda tratara de hacerse el buen padre después de toda la mierda que le hacía pasar.

-Genial, siempre me va genial.- Su respuesta era claramente sarcástica, pero como su padre no sabía prácticamente nada respecto a su hijo, no lo tomó mucho en cuenta y sonrió

-Me alegro ¿Quieres comer algo? Solo... Quítate esos aretes mínimo ¿Sí? De verdad te ves como una mujer.- El moreno gruñó, esperaba que el chico en su habitación no estuviese escuchando la conversación, aunque lo más seguro es que claro que lo hacía.

-No, gracias, no voy a comer.- Trató de evitar sus críticas, aquél hombre por su parte solo se encogió de hombros, levantándose y caminando a la cocina.

-Bien, prepararé para mí entonces. Si necesitas algo tú... Puedes decirme, y de verdad lo siento, hijo, por todo.- Mierda, pura mierda ¡No era más que pura mierda! Ninguna de esas palabras eran realmente auténticas, no podía seguir así, simplemente no contestó nada y entró a su habitación, bufando al entrar en esta, mientras que, por otro lado, el castaño lo observaba con suma atención.

-Disculpa ¿Sí? Solo comencemos con esta basura de una vez.- Recibió una sonrisa por parte del más bajo, el cuál yacía sentado en una orilla de su cama. Ante estas palabras, ambos comenzaron a sacar todos sus materiales para trabajar.

-Tu cuarto me gusta, es muy lindo.- Comentó de repente el de piel blanca, llamando la atención de su amigo y haciendo también que este se sonrojara.

-Pff, ya sé que soy genial.- Sonrió de manera confiada, haciendo voltear los ojos a Freddy, esto lo hizo reír un poco... Adorable.

Si tenía suerte y su padre continuaba sobrio, quizá todo saldría bien ¡Sí, todo iba a salir bien!

𝅄   ໒  Gator in luv | Monty x Freddy  ⌑  Fnaf  ഒ  ˚ ₊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora